viernes, 28 de enero de 2011

Ya empieza a oler a chamusquina. Almería - Osasuna: 3-2

Esto empieza a ser ya muy preocupante. El equipo ha entrado en una dinámica muy negativa y las sensaciones que se deprenden comienzan a ser muy nocivas. En un nuevo desastre lejos de Pamplona, Osasuna volvió a perder ante el que, hasta antes del encuentro, era el colista de primera. Sólo dos empates lejos de Pamplona es muy poco bagaje para poder optar a la permanencia (y más, si como ocurre últimamente, en casa tampoco se gana si no que se empata). Se volvieron a repetir los errores que se vienen dando a lo largo de la temporada. Como ya ocurrió en nuestro último encuentro (en Villarreal), volvimos a hacer dos goles (con lo que nos cuesta) que no sirvieron siquiera para lograr ni siquiera un punto y volvimos a encajar a balón parado. Para poder recuperarnos debemos lograr volver a la estabilidad defensiva (sobre todo, a balón parado), de tal forma que hacer dos goles suponga, cuando menos, el empate.

No vi el partido (más que unos minutos de la segunda mitad), por lo que tampoco puedo emitir demasiados juicios de valor, pero entre lo poco que vi y lo que he leído/visto a posteriori, creo que la opinión es unánime y el equipo comienza a dar muestras de mucha debilidad. He de reconocer que los minutos que yo vi debieron ser los peores de Osasuna en todo el encuentro, y antes, y después, la imagen debió ser bastante mejor, sobre todo en la primera parte.

El partido se puso cuesta arriba muy pronto: en el minuto 8, Carlos García (uno de los jugadores que más tiempo seguido llevaba sin hacer gol) cabeceó en el primer palo a la red el primer córner del encuentro. Si además, dos minutos después, un balón a la espalda de nuestro lateral izquierdo nos desarma totalmente y el centro a placer lo aprovecha Ulloa para hacer el segundo sin que seamos capaces de evitarlo, pues te ves en 10 minutos con un 2-0 en contra y con 80 minutos por delante que tienen pinta de ser de sufrimiento más que de remontada. Pese a verse con un resultado adverso tan pronto, Osasuna sacó orgullo y buscó el gol que lo metiera en el partido. Esa búsqueda tuvo su premio con el gol de Aranda mediada la primera mitad. Todavía quedaba mucho partido y Osasuna volvía a estar, al menos, metido en el encuentro. Osasuna siguió buscando el segundo gol e incluso me atrevo a decir que lo mereció con un balón a bocajarro de Camuñas que le pegó blandito y a las manos de Diego Alves. Ricardo, desde el minuto 10, sólo tuvo que hacer una intervención más: un cabezazo de Uche a las manos. Pese a intentarlo, Osasuna no obtuvo su premio y al descanso se llegó con 2-1 en contra.

Viendo que, al parecer, Osasuna estaba buscando el empate y dado que encontré (¡por fin!, lo había estado intentando toda la primera parte) un canal para poder verlo medianamente bien en internet, me dispuse a ver el comienzo de la segunda parte con la esperanza de ver al equipo presionando arriba y buscando el empate. Nada más lejos de la realidad. Osasuna no salió con la intensidad suficiente de vestuarios tras el descanso y se vio ampliamente superado por el Almería. Los 10 primeros minutos de la segunda parte fueron una auténtica pesadilla para mí, (ya para todos los seguidores rojillos, supongo) viendo como Osasuna no sólo era incapaz de llegar a portería rival, si no que además el Almería llegaba una y otra vez a las inmediaciones de Ricardo. Al final, tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo: Ulloa ganó un balón alto a Josetxo para hacer el tercero en el minuto 54. Ese gol terminó de matar el encuentro y, de hecho, de ahí al final, estuvo más cerca un nuevo gol del Almería que el segundo de Osasuna. Pero el fútbol es como es y fue Osasuna el que hizo gol en un centro de Aranda bien cabeceado por Lekic. Era el minuto 91, eso sí. Tarde, muy tarde. De todas formas, aún hubo tiempo de una nueva ocasión, en los pies de Aranda, pero se marchó fuera.

Al final, 3-2 y perdemos una oportunidad única de distanciar a uno de nuestros principales rivales de cara a evitar el descenso. Además, ahora se nos presenta el problema de que tenemos el golaveraje particular perdido con el Almería. Las sensaciones comienzan a ser muy malas. Seguimos fuera del descenso, pero ya sólo nos separa un punto y un puesto de las 3 posiciones fatídicas. Para más inri, la semana que viene nos toca recibir a un Madrid que no puede permitirse ningún tropiezo más si quiere seguir optando al título de liga. Es probable que nos veamos ya en puestos de descenso.

Ahora tenemos dos partidos consecutivos en casa. Teniendo en cuenta que uno de ellos es ante el Madrid, se hace necesario, al menos, lograr los 3 puntos ante el Mallorca (si no, vería necesarios los 6). Todo lo que no sea salir de estos dos partidos con 3 puntos por lo menos, será un desastre y no podemos permitirnos más desastres estando como estamos. Personalmente, voy a dejar el equipo 3 jornadas de margen (las dos de casa más la siguiente fuera) para pronunciarme más detenidamente sobre el equipo y su futuro. Lo que hoy veo negro (muy negro, realmente) puede que en 3 semanas sea blanco. De momento, paso a paso, ahora toca el Madrid. Será difícil, muy difícil, pero entre todos y con un Sadar como el de las grandes ocasiones podemos sorprenderles. Toda la suerte y fuerza desde aquí...

¡AUPA OSASUNA!

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