martes, 4 de enero de 2011

Veni, vidi, vici. Osasuna - Barcelona: 0-3

En un partido marcado por una de las previas más rocambolescas que se recuerdan, el Barça hizo honor a esa célebre frase de Julio César (en castellano, vine, vi y vencí) y se llevó los 3 puntos del feudo de Osasuna casi sin despeinarse.

La previa en sí misma daría para escribir todo un post sobre ella, pero voy a tratar de resumirla en único párrafo. Ante todo el revuelo causado por la huelga de los controladores aéreos, el Barça preguntó (por medio de su presidente) el día anterior si podría volar el día de partido previendo, en casa de necesidad, hacer el viaje con un día de antelación si fuera necesario. La respuesta que le dan tanto desde AENA como de la LFP es que no tendrá ningún problema en viajar y en caso de no poder hacerlo, le comentan que no se preocupe, que se entendería como fuerza mayor y se suspendería el partido. Obviamente, al día siguiente resulta imposible volar y, por tanto, en buena lógica dado lo hablado anteriormente, se procede a aplazar el partido. Lo que ocurre es que la LFP, ante las presiones recibidas, se desdice y manda un comunicado en el que dice que en caso de no estar a las 20.00 (hora del partido) en el campo, el partido se daría por perdido. Entonces el Barça no tiene más remedio que organizar un viaje express en AVE hasta Zaragoza y en bus desde allá hasta Pamplona para tratar de llegar aquí a las 20.00. Al final, viendo que el Barça iba a llegar a las 20.00 pero que no se iba a poder comenzar el partido a esa hora (obvio), se decide, entre todas las partes (Osasuna, Barça y árbitro) posponer el partido hasta las 20.45, para dar tiempo a un pequeño calentamiento de los jugadores blaugranas. Esta última decisión, por cierto, se comunica a los aficionados rojillos (no lo duden, los principales perjudicados de todo este embrollo) más tarde de las 20.00, por lo que la espera en el campo (con el frío que eso implica) no se la quitó nadie. Los culpables de todo este tema son, y por este orden, la LFP por decir una cosa y luego desdecirse dejando en mal lugar al Barça y a su presidente, AENA y los controladores aéreos por la maldita huelga que llegó a poner al país en estado de alerta y, por último, el Barça por no haber tenido la iniciativa propia (viendo el problema que se podía avecinar) de tomar la solución que finalmente se tomó pero varias horas antes, pudiendo llegar perfectamente a la hora inicial del partido al campo.

En cuanto al partido, la verdad es que no tuvo mucha historia: el Barça llegó y ganó con aparente facilidad en el que se supone, a priori, que es uno de los campos más complicados de España para Barça y Madrid (no obstante, ninguno de los dos grandes logró la victoria aquí la temporada pasada). Por mi parte, es un auténtico lujo poder ver en directo y no por TV el fútbol que desplega el Barça: el toque de balón que tienen, el desequilibrio de Messi y Pedro, cómo sacan el balón desde atrás... Desde luego me encantaría poder gozar de un fútbol así jornada tras jornada, pero me ha tocado nacer en Pamplona (doy gracias) y no en Barcelona, por lo que me debo contentar con verlos una vez por temporada. Nuevamente, podría necesitar un post entero para describir el juego del Barça visto en directo y las sensaciones que crea. Optaré por tanto por simplemente hacer un resumen del encuentro.

Como suele ocurrir en el Sadar y más cuando nos enfrentamos a uno de los grandes, Osasuna salió en tromba, tratando de morder al Barça muy arriba y arrinconarlos en su propia área. De hecho, de salida, provocamos dos córners consecutivos (de esos que hacen meterse al público en el encuentro). Pero en cuanto Xavi, Iniesta y Messi comenzaron a tocar el balón, ya se hizo muy cuesta arriba el encuentro. De hecho, en el minuto 5 estuvimos muy cerca de recibir el primero, pero Villa no llegó por un palmo a un pase de la muerte de Pedro. Aún así, seguimos presionando arriba y causando problemas en la salida al conjunto culé. Hacia el minuto 15 se protestó una caída de Juanfran en el área por más que posible empujón de Pedro, pero el árbitro no quiso verlo. Un minuto después, Soriano falló un gol cantado ante Valdés al tratar de sorprenderle de vaselina. Habíamos tenido dos acercamientos y no los habíamos aprovechado. En el segundo acercamiento del Barça llegó el primero de la noche: excepcional pase al hueco con el exterior de Messi y Pedro que fusila a Ricardo. Un minuto después, el argentino pudo matar prematuramente el encuentro, pero su lanzamiento se encontró con el palo. El resultado ya no se movió hasta el descanso y, la verdad, ninguno de los dos equipos logró gozar de ocasiones como para moverlo. El Barça siguió dominando el encuentro y Osasuna se contentaba con seguir vivo.

Tras el descanso, la lógica decía que volveríamos a ver una salida en tromba de Osasuna, pero no fue así y siguió siendo el Barça el que llevaba el control del encuentro y llegaba con peligro al área rival. Comienzo a pensar, viendo los últimos partidos, que esto no es casualidad y que Guardiola profundiza en el mensaje del descanso en la necesidad de salir más concentrados que nunca para evitar ser sorprendidos en los primeros minutos. Era cuestión de tiempo que llegará el segundo (acercamientos de Pedro, Villa y Messi así lo avisaban) y llegó en una contra de libro en el minuto 20: pase en profundidad de Villa, Messi que le gana en velocidad a Flaño y el argentino bate con frialdad a Ricardo. Era justo el segundo gol vista la clara superioridad que estaba mostrando el Barça. De hecho, Osasuna sólo logró acercarse a la puerta de Valdés con un disparo flojito de Masoud. Tras el segundo gol, el Barça siguió con su dominio y sólo el mal día de Villa de cara a puerta evitó que nos lleváramos un resultado más abultado. Al final, el tercero terminó por llegar en un penalti de Sergio a Messi que el propio argentino se encargó de transformar. Fueron 3, pero pudieron ser 4, 5 o incluso más, en lo que fue una muy buena segunda mitad del conjunto culé.

Lo dicho, el Barça llegó y venció casi sin bajarse del autobus (como dice el refrán español). Siempre es un placer ver jugar a este equipo, aunque casi nunca sea un placer enfrentarse a ellos. De todas formas, no creo que Osasuna contara a principio de temporada con estos 3 puntos, por lo que debe continuar en su lucha particular por evitar los puestos de descenso. La semana que viene toca un nuevo compromiso difícil en Valencia, y más viendo nuestro bagaje este año lejos de Pamplona, pero toca luchar por cambiar esa dinámica. En cuanto al Barça, 3 puntos muy importantes (insisto, no creo que el Sadar sea un campo donde se vayan a llevar los 3 puntos fácilmente ningún equipo) y sigue en cabeza después de la exhibición de la semana pasada, sin relajaciones. Ahora, le toca un compromiso intrascendente ante el Rubin en Champions y luego recibirán a la Real Sociedad en un duelo a priori asequible. Mucha suerte a ambos equipos para sus respectivos compromisos.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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