sábado, 31 de diciembre de 2011

Mi primera victoria en casa. Osasuna - Betis: 2-1

Osasuna ganó su segundo partido consecutivo y al mismo tiempo dio una estocada probablemente definitiva a Pepe Mel, entrenador del Betis. Lo cierto es que el fútbol es caprichoso porque el Betis jugó verdaderamente bien en el Sadar (especialmente en una excepcional segunda mitad) y, sin embargo, ya sabemos que lo que manda es la clasificación y el número de puntos, por lo que Pepe Mel se queda en el disparadero tras este encuentro, a pesar de haber jugado muy bien y haber merecido los 3 puntos.

La primera mitad aún fue bastante igualada. Ciertamente, se vieron dos estilos totalmente diferentes: por un lado el Betis que intentaba construir desde la posesión y por el otro Osasuna que practicaba un fútbol más directo. Ninguno de los dos estilos se imponía claramente y el resultado fue una primera mitad bastante igualada (aunque ya con cierta superioridad del Betis). La primera ocasión fue del Betis con un lanzamiento de Salva Sevilla de falta que se estrelló en el palo. La mala noticia de esta primera mitad fue la lesión de Rubén. Tuvo que salir Lolo en su lugar. Osasuna se acercó por primera vez a portería rival pasada la media hora con un cabezazo de Lamah que despejaron a córner. Lo cierto es que el Betis dominaba el ritmo del partido pero no tenía nada de profundidad. Osasuna, sin jugar a nada, acabó encontrándose el 1-0 casi al final de la primera parte en un cabezazo de Flaño a la salida de un córner. Ese gol hizo daño al Betis que jugó mucho peor en esos últimos minutos de la primera parte.

Algo debía cambiar Mel para cambiar el partido y fue valiente nada más salir de vestuarios: quitó a un defensa (Ustaritz) para meter a un delantero (Rubén Castro). Le salió perfecta la jugada y su equipo hizo una segunda parte excepcional, sólo empañada por ese gol recibido en el minuto 93 que le costó los 3 puntos. Mereció remontar el partido y haberlo ganado de una manera holgada, me atrevo a decir. Andres Fernández nos salvó en muchas ocasiones. La primera en un disparo de Cañas en el 53 desde fuera del área que se envenenó al tocar en un defensa. 4 minutos después, volvió a surgir la figura de Andrés para sacarle un balón a Santa Cruz. En el 64, en el 65, en el 70, las ocasiones se sucedían pero el Betis no lograba hacer el empate. A pesar de su dominio insultante, parecía que el Betis no iba a ser capaz de hacer el gol del empate hasta que acertó Diego Castro en el minuto 80 para hacer el 1-1 a placer tras una muy buena jugada colectiva. Ese gol, además de justo, debía habernos hecho reaccionar, pero nada más lejos de la realidad. El Betis siguió dominando y llegando con ocasiones clarísimas que debían haber supuesto el 1-2. Primero Pereira se volvió a encontrar con la figura de Andrés, después Rubén Castro se encontró con el larguero y sólo un minutos después Santa Cruz se volvía a encontrar con nuestro portero. Era un auténtico asedio visitante y lo mejor para nosotros era que los minutos iban pasando y el empate se seguía manteniendo en el marcador, porque no daba la sensación de que fuéramos capaces de crear peligro alguno, ni siquiera espoleados por el público. Pero en una nueva muestra de la grandeza del fútbol, en el último minuto del tiempo de descuento nos acabamos encontrando el segundo gol y 2 puntos más gracias a un lanzamiento excepcional de falta de Nekounam.

Caprichos del fútbol. Merecimos perder y acabamos con 3 valiosísimos puntos que nos alejan aún más de los puestos de descenso y nos permiten soñar, por qué no, con cotas algo más altas. Nos ponemos con 21 puntos, 9 por encima del descenso y a sólo 2 de los puestos europeos. La próxima jornada viajamos a Málaga con toda la ilusión del mundo. A ver si logramos aprovechar esta dinámica tan positiva que hemos adquirido…

Por cierto, no me puedo despedir sin rendir mi particular homenaje a nuestro gran capitán, Patxi Puñal, que se ha convertido en este partido en el jugador de la historia con más partidos con Osasuna en primera división. Nunca me he considerado demasiado “puñalista”, pero sé reconocer un jugador comprometido con una causa y no cabe duda de que este lo es. Gracias Patxi!!

¡AUPA OSASUNA!

jueves, 29 de diciembre de 2011

Cogiendo carrerilla para el Bernabéu. Barcelona - Levante: 5-0

En el partido de liga inmediatamente inferior al trascendental partido del Bernabéu, el Barça venció y convenció en el Camp Nou a uno de los mejores equipos de este comienzo de temporada, el Levante. Si nos atenemos al nivel exhibido en este último partido y a los dos últimos resultados, podría decirse que el Barça llega en muy buen nivel al partido ante el Madrid, pero lo cierto es que no me atrevo a hacer semejante aseveración ya que tampoco se ha tratado de partidos de exigencia máxima y aún tengo muy fresco el recuerdo del partido de Getafe.

Pero una cosa no quita la otra: el Barça hizo un partidazo ante el Levante. Bien es cierto que todo es más fácil cuando te encuentras con un gol a favor en los primeros minutos de juego como ha ocurrido esta noche: excepcional pase de Iniesta de tacón a Cesc y el ex del Arsenal no perdona delante de Munúa. Era la primera ocasión del partido y acabó convirtiéndose en un golazo. Ese gol dio tranquilidad al equipo, que comenzó a dominar el encuentro como hace habitualmente, y las ocasiones comenzaron a llegar, la mayoría en los pies de Messi. Sin embargo, el segundo gol hubo de llegar a balón parado: excelente saque de falta lateral de Xavi y nuevamente Cesc se impone a su par por arriba y hace el segundo de su cuenta personal y el segundo del Barça. Sólo 4 minutos después, llegó el tercero en una contra muy bien llevada por el Barça y culminada por Cuenca tras nueva asistencia de Iniesta. Justo un minuto antes, Puyol se retiró del terreno de juego por precaución (había recibido un cabezazo y sufría de mareos), dando entrada a Alves. Con este 3-0, se llegó al final de la primera mitad.

Todo hacía indicar que, un día más, viviríamos la típica segunda parte intrascendente por haber quedado sentenciado el partido en el primer tiempo. Sin embargo, no me quedó la sensación de que fuera así. Lo que sí hizo Guardiola fue reservar a Busquets, que de haber recibido amarilla se perdía el Clásico, dando entrada a Keyta. La primera ocasión de la segunda mitad fue del Levante en un cabezazo de Del Horno, pero Valdés se encargó de demostrar que quiere seguir manteniendo su portería a cero en el Camp Nou. Sólo dos minutos después, Messi hizo su golito tras un pase “a lo Laudrup” de Alves. En el minuto 61, en una nueva buena contra del Barça, Alexis (con algo de suerte) hizo el quinto, demostrándole a Guardiola que vive en un excepcional estado de forma y que es serio candidato a titular en el Bernabéu. Con 5-0 y 30 minutos hasta el final del partido, de haber mantenido el ritmo el Barça, la goleada podía haber sido realmente escandalosa, pero, como suele ocurrir en estos casos, el Barça bajó el ritmo, dejando más bien pasar los minutos. Eso sí, Messi y Pedro gozaron de ocasiones clarísimas para haber hecho la goleada aún mayor. Al final, el resultado no se movió más. 5-0.

De este modo, al menos, el Barça no se deja ningún punto más antes de la visita al Bernabéu y llegamos a 3 puntos (pero con un partido más). Es decir, nos encontramos ante una nueva final en la que además el empate no nos sirve para nada. Debemos ganar. Un empate nos mantendría con opciones en liga, pero dependeríamos del Madrid y una derrota haría que prácticamente dijésemos adiós al campeonato. Han sido nuestros propios fallos los que nos han llevado a estar en esta tesitura por lo que debemos rectificar nuestros errores dando un golpe de mesa en el campo del líder y nuestro mayor enemigo, el Madrid. Bien es cierto que antes del gran clásico tenemos un partido antes (última jornada de la Champions ante el BATE en el Camp Nou), pero imagino que ese partido lo jugáremos con los chavales de la cantera, centrando nuestros pensamientos desde ya en el partido del Bernabéu. Desde aquí les deseo toda la suerte del mundo. ¡La necesitaremos!

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

Alexis desatasca al Barça ante un buen Rayo. Barcelona - Rayo Vallecano: 4-0

Sin tiempo prácticamente de lamernos las heridas tras la derrota de la jornada anterior en Getafe, recibíamos al Rayo en un partido correspondiente a la última jornada de 2011 (jornada en la que no podremos jugar por estar en Japón disputando el mundialito de clubes). Obviamente, como ya comenté en el último post, no podíamos permitirnos ningún pinchazo más (mucho menos tratándose de un partido en casa) ya que ya no disponemos de ningún margen de error.

Y lo cierto es que, pese a lo abultado del resultado, no resultó nada sencillo. El Rayo salió muy valiente y presionó muy arriba la salida con balón del Barça, logrando en muchas fases del partido (sobre todo, en los primeros minutos) incomodar e incluso poner en peligro a los chicos de Guardiola. De hecho, las primeras ocasiones del encuentro fueron rayistas y fruto de robos de balón en campo contrario gracias a esa presión: Javi Fuego con un disparo desde la frontal y, sobre todo, Lass con una volea franca que afortunadamente no enganchó bien pusieron los nervios en la parroquia culé. Iniesta, por su parte, trató de sorprender con un chut desde el centro del campo que a punto estuvo de envenenarse. Con el paso de los minutos, el Barça pareció ir cogiéndole el tranquillo al partido, pero nunca se llegó a sentir cómodo. Como prueba, sólo tuvo un acercamiento a puerta rival antes del primer gol: un centro chut de Alves tras una buena jugada. El partido estaba así de raro para el Barça hasta que llegó Alexis para desatascarlo con un golazo después de una contra bien llevada: golazo del chileno que recortó en el área y mandó un chut exquisito lejos del alcance de Cobeño. Golazo. Ese gol cambió el partido de manera irremediable. A partir de ese momento, el Barça comenzó a sentirse más cómodo, aunque no terminó de encontrarse a sí mismo hasta el segundo. Iniesta y Messi comenzaron a combinar y a generar mayor peligro. Pero el Rayo seguía jugando muy bien y seguía llegando con peligro hasta que llegó el mazazo para ellos del segundo gol del Barça: control defectuoso de Xavi que se convierte en una asistencia de lujo para Alexis, quien no perdona delante del portero. Y además, sólo dos minutos después, llegó el tercero tras un balón sacado demasiado cómodamente por Piqué desde atrás, quien metió un gran pase a la penetración de Alves y el brasileño se la deja a placer a Villa para que hiciera el tercero. Demasiado premio para el Barça y demasiado castigo para el Rayo, pero el fútbol es así de cruel de vez en cuando. Al descanso, se llegó con ese 3-0.

Obviamente, con ese marcador, la segunda parte se quedó bastante descafeinada y todo hacía indicar que el partido acabaría en una nueva goleada para el Barça. Y más, cuando a los 4 minutos de la reanudación, Messi se marcó un jugadón marca de la casa e hizo el cuarto. Poco más ocurrió en esa segunda parte. Probablemente, el Rayo se fue de manera injusta sin haber hecho un gol. En la segunda parte, la tuvo en las botas de Tamudo con una volea muy parecida a las de Lass en los primeros compases del partido. Villa también estuvo a punto de hacer su segundo gol en un balón suelto. Pero lo mejor de esta segunda mitad fue una nueva exquisitez de Messi (control con regate incluido) que estuvo a punto de convertirse en una nueva obra de arte (sólo faltó que fuera gol). Pero el marcador no se movió más y al término de los 90 minutos llegamos con el 4-0.

Por lo menos, salimos airosos del partido y (con un partido más, eso sí) nos ponemos a 3 puntos del Madrid. Me gustó el Rayo y no me termina de convencer el juego del Barça en las últimas jornadas (parece sacrilegio decir esto habiendo sido el marcador 4-0). Ahora toca pensar en el Levante, que visita el Camp Nou en apenas 3 días, compromiso inmediatamente anterior al del Bernabéu (obviando el intrascendente partido ante el BATE en Champions).

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Osasuna vuelve a ganar fuera en el mejor momento. Espanyol - Osasuna: 1-2

El partido me pilló de vuelta de Madrid, por lo que no pude verlo por TV y me tuve que conformar con oírlo de malas maneras por la radio (sintonizando y resintonizando conforme íbamos pasando por las diferentes provincias). Lo mejor, desde luego, fue el resultado. Seguimos sin jugar un pimiento, pero lo cierto es que estamos sacando muchos puntos y acabamos la jornada séptimos y a 6 puntos de los puestos de descenso.

El partido fue bastante soso, con mucho juego en el centro del campo (más que juego, lucha, diría yo), pero sin acercamientos peligrosos a las áreas. De hecho, las ocasiones escasearon durante todo el partido. El primer disparo a puerta fue de Lamah desde fuera del área, pero fue un disparo demasiado inocente y centrado, por lo que el portero españolista no tuvo ningún problema en atraparlo. Se trataba del primer disparo a puerta en todo el partido (de ambos equipos) y estábamos en el minuto 18! A raíz de esa primera ocasión, pareció querer reaccionar el Espanyol y comenzó a merodear la portería de Andrés (aunque sin llegar a crear ocasiones), sobre todo con lanzamientos lejanos de Romaric. Cuando todo hacía indicar que se llegaría al descanso con el 0-0 inicial, un error en la salida de balón de Héctor Moreno lo aprovechó Raúl García para meter un excepcional pase al hueco a Lamah para dejarlo delante del portero, y el belga no falló en el mano a mano, batiendo por bajo a Cristian. De este modo, Osasuna se encontró con el gol y al descanso se llegó con 0-1.

Nada más comenzar la segunda mitad, hicimos el segundo en un balón que dejó atrás Lamah para que Nekounam se sacara un zurdazo excepcional pegado al poste ante el que nada pudo hacer Cristian. Así, nos encontrábamos con un excepcional 0-2 nada más comenzar la segunda parte y el partido estaba bastante encauzado. Pero sólo 5 minutos después del gol de Nekounam, el Espanyol recortó distancias merced a Álvaro Vázquez tras aprovechar una mala salida de Andrés. Ese gol volvía a meter de lleno al Espanyol en el partido y se fue a por el empate con todas sus fuerzas. Eso sí, Raúl García hizo un gol que le fue anulado por un fuera de juego muy justito. El Espanyol comenzó a cercar la portería de Andrés gracias, sobre todo, a un excepcional Weiss. Suya fue la ocasión más clara, pero ahí sí respondió perfectamente Andrés. A 15 minutos del final, además, nos quedamos con un hombre menos porque Satrústegui vio la segunda amarilla (muy, muy rigurosa, por cierto). Lo del canterano es digno de mención (negativa, por supuesto): dos partidos ha jugado en primera división y en ambos ha sido expulsado. Mala suerte la del chaval, espero que no se venga abajo y demuestre sus cualidades en el futuro. Ese gol hizo que nos metiéramos definitivamente atrás a defender el resultado y lo cierto es que lo hicimos bastante bien. No pasamos demasiados agobios a pesar de estar con uno menos. El partido murió con un lanzamiento de falta de Weiss que se marchó alto.

De este modo, ganamos fuera de casa por primera vez en la temporada y, aunque volvimos a adolecer de poco fútbol, esta vez sí que supimos mantener el nivel suficiente para, al menos, no ser inferior al rival (como ocurrió el día del Rayo). Importantísimos 3 puntos y más tras el empate de la semana pasada ante el Rayo. Estos puntos nos hacen colocarnos séptimos con 18 puntos y ya 6 por encima de los puestos de descenso. Todo un colchón a estas alturas de la temporada. Ahora ya toca pensar en el Betis (nuevamente) en casa y soñar con situarnos con 21 puntos (supuestamente, la mitad del umbral de la salvación) para seguir creciendo poco a poco.

¡AUPA OSASUNA!

Adiós a la liga. Getafe - Barcelona: 1-0

El Barça tropezó en Getafe en el peor momento de la temporada y se dejó, quien sabe, media liga en el camino. Me pillaba ese sábado en Madrid precisamente, por lo que vi primero una nueva debacle del Atlético en el Bernabéu (esperado) y luego la derrota de los chicos de Guardiola en Getafe (mucho menos esperado). De este modo, nos dejamos 3 puntos más por el camino y ya son 6 la diferencia entre Madrid y Barça, estando (recordemos) el clásico en el Bernabéu a la vuelta de la esquina. Nos complicamos demasiado la vida.

Lo cierto es que fue un partido muy raro. Nada hacía presagiar que fuéramos a caer derrotado ante un equipo que estaba peleando por eludir los puestos de descenso, pero verdaderamente hicimos un partido bastante malo y además tuvimos la mala suerte de recibir un gol en la única ocasión de la que dispuso el rival. Y eso que el equipo salió enchufado al partido, como no queriendo que se le complicara la noche (ocasiones de Villa y Messi en los primeros minutos), pero poco a poco fuimos cayendo en la telaraña planteada por el Getafe y el ritmo del partido fue decayendo de manera irreversible. Por eso, hasta el descanso sólo contabilizamos dos ocasiones más en el haber del Barça: un balón al que Messi no llega por un pelo y que tampoco sabe aprovechar Alexis en su rechace y, la mejor de la primera parte, en un disparo mordido de Alexis que despejó a córner Moyá. Al descanso se llegó con el 0-0 inicial y daba la sensación de que más tarde o más temprano el gol acabaría llegando en la segunda mitad y el Barça se llevaría el partido, pero no fue así.

El equipo salió de vestuarios tras el descanso como dormido, sin tensión. No logró acercarse a la portería de Moyá con peligro y acabó encontrándose con un gol encuentro mediada la segunda parte. No lo había merecido el Getafe, puesto que no había generado ninguna ocasión hasta ese momento, pero se encontró con el gol a la salida de un córner: cabezazo inapelable de Valera. Era el minuto 67 y quedaban 23 minutos para hacer 2 goles para no perder el tren de la liga. Sólo entonces pareció reaccionar el equipo (en parte por la entrada al campo de Cuenca y Pedro), pero ni así tuvo excesiva presencia. De hecho, el Getafe tuvo una ocasión clarísima para matar el encuentro a la contra, pero Miku pecó de individualismo. El partido languidecía y los 3 puntos volaban cuando un error de Miku provocó una contra rapidísima del Barça y el balón acabó en los pies de Messi mano a mano ante Moyá, pero el argentino demostró que no era su día y mandó el balón a la base del poste.

Así, el partido murió y el Getafe se llevó 3 importantísimos puntos para sus intereses personales (saliendo de los puestos de descenso), mientras que el Barça perdía media liga, quedándose a 6 puntos del Madrid. Y esto, en una liga tan igualada como se presume esta, tiene pinta de ser demasiada ventaja concedida al rival. Ahora el partido del Bernabéu es una verdadera final, en la que no nos vale nada más que la victoria. El único consuelo es que antes del Bernabéu nos quedan dos encuentros en casa (ante el Rayo –en un partido adelantado por el mundialito de clubes- y ante el Levante) que podrán maquillar esa desventaja y dejarla en 3 puntos, por lo que podríamos incluso salir líderes (virtualmente) del Bernabéu. Pero para eso toca ganar los 6 próximos puntos y no descolgarnos más. Nos hemos quedado sin margen de maniobra de aquí a final de temporada. Es decir, toca pensar en el Rayo.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

martes, 27 de diciembre de 2011

Xavi y Messi lideran a un súper Barça en Milán. Milán - Barcelona: 2-3

El Barça viajaba a Milán a jugar la tercera final de la temporada (tras las dos supercopas de comienzo de temporada, España ante el Madrid y Europa ante el Oporto). Y de todos es sabido que si este equipo se caracteriza por alguna característica sobresaliente es que SIEMPRE responde en las citas importantes (finales). Bien es cierto que este encuentro no era una final propiamente dicha puesto que todo lo que nos jugábamos era el primer puesto del grupo (aunque ya sabemos lo importante que es eso para tener unos octavos lo más plácidos posibles) y además nos servía el empate para mantener el primer puesto a falta de la última jornada, pero dada la categoría de ambos contendientes, se había catalogado el encuentro como una final. Recapitulando, nos valía el empate para afrontar el último encuentro como primeros de grupo y la victoria nos certificaba el primer puesto sin importar lo que ocurriera en la última jornada; una derrota era la que nos condenaba al segundo puesto.

Guardiola fue valentísimo y se atrevió a emplear nuevamente el 3-4-3 nada más y nada menos que en un campo tan emblemático como San Siro (tal vez, condicionado por la baja por sanción de Alves). Recordemos que se trata de una formación que Guardiola se ha sacado esta temporada de la manga dada la numerosa presencia de centrocampistas en el equipo y que es muy útil sobre todo en los partidos de casa en los que la posesión del balón es realmente abrumadora. Fuera de casa, sólo teníamos la experiencia de Mestalla en la que no nos salió muy bien y el Valencia nos generó muchísimo peligro con sus velocísimas transiciones. Pues bien, Guardiola se atrevió a volver a usarla nada más y nada menos que en la final de de San Siro. Y le salió bien. Fue un partido más de ida y vuelta de lo que estamos acostumbrados los culés (es lo que tiene tener únicamente 3 defensas puros), pero fue un partidazo épico y además ganamos.

El partido fue vibrante (al menos hasta el tercer gol del Barça), con idas y venidas y ocasiones en ambas áreas. Habían transcurrido casi 15 minutos de encuentro cuando, en el primer acercamiento real a cualquiera de las dos áreas, el Barça hizo el primero de la noche: Van Bommel se mete en su propia portería un balón que, de lo contrario, hubiera remachado Xavi a placer. Ese gol hacía que el Milán tuviera que hacer dos (recordemos que no les valía el empate) y abrió la caja de Pandora. A partir de ese momento, llegaron minutos de auténtica locura con goles y ocasiones a porrillo. La primera fue para Cesc, pero su disparo se quedó demasiado centrado y lo sacó Abbiati con la rodilla. La siguiente fue del Milán, ocasión clarísima, pero el disparo de Robinho se marchó incomprensiblemente fuera. Sólo un minuto después, Ibrahimovic hacía el empate tras un excepcional pase con el exterior de Seedorf. El Barça respondió de la mejor manera posible al mazazo y sólo un minuto después Messi mandó un blón al larguero. Era el minuto 21 y parecía que habían pasado 70. En el minuto 28 llegó la jugada clave del partido. En mi opinión, doble (incluso triple) error grave del árbitro, pero vayamos por partes: el árbitro señala penalti por supuesto agarrón de Aquilani a Xavi cuando se quedaba solo ante el portero. Para mí no es penalti porque el agarrón no es suficiente como para hacer caer a Xavi (primer fallo), pero es que además el árbitro saca tarjeta amarilla a Nesta cuando el infractor había sido Aquilani en la que además era su segunda amarilla (segundo fallo). El tercer fallo es que, en mi opinión, es roja directa, pero esto es susceptible de opinión. Lo transformó Messi aunque se ganó la amarilla por hacer la paradinha en el primer lanzamiento. De ahí al final de la primera parte tuvo el Barça ocasiones en botas de Villa y Messi como para haber sentenciado el mismo (sobre todo, la del asturiano), pero no lo hizo y al descanso se llegó con 1-2.

El Milán necesitaba dos goles en los segundos 45 minutos, pero el Barça salió enchufado de vestuarios, como queriendo dejar claro que no se iba a dejar comer la tostada. Messi y Villa tuvieron las dos primeras ocasiones, pero el gol lo hizo el Milán en su primer acercamiento del segundo acto. Me detengo un momento en este gol porque estamos ante uno de los golazos del año sin ninguna duda: balón suelto en la frontal que recoge Boateng con el pecho y de bote pronto se hace un autopase de tacón que deja clavado en su sitio a Abidal y de derechazo al primer palo bate a Valdés. Nada que hacer ante semejante GOLAZO. El Milán, de este modo, se volvía a meter en el partido cuando menos lo estaba mereciendo. Pero ahí volvió a sacar su repertorio el Barça y 10 minutos más tarde, Messi dejó a Xavi delante del portero milanista con un pase de elegido y el de Terrasa batió por bajo a Abbiati. Era el minuto 63 y fue un mazazo durísimo para el Milán, que pareció bajar los brazos de manera definitiva. De este modo, el intensísimo ritmo con el que se había jugado el partido decayó y poco más ocurrió. Sólo una ocasión clara en los pies de Alexis para el Barça.

Al final, 2-3 y el Barça se asegura el primer puesto de grupo sin importar lo que ocurra en el último partido (en casa ante el BATE Borisov justo antes del trascendental partido en el Bernabéu, por lo que será una buena ocasión a la nueva hornada de futbolistas que vienen pujando fuerte). Nuevamente, volvimos a demostrar que en las grandes citas siempre respondemos. Ahora ya toca aparcar la Champions y centrarse nuevamente en la liga, donde debemos lograr el pleno antes del partido del Bernabéu. De momento, toca viajar a Getafe en el que, probablemente, sea el partido más complicado de los 3 que tenemos antes del Clásico.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

Mi primer partido, un bodrio. Osasuna - Rayo: 0-0

Como ya sabemos, llevo toda la temporada sin haber podido ver un solo partido en casa de mi equipo, Osasuna. Por eso, el partido ante el Rayo (pese a ser un partido de lo peorcito que se puede ver hoy en día en la liga española) era tan importante e ilusionante para mí: era mi primer partido de la temporada. Esa ilusión inicial acabó tornándose en una desolación final bastante evidente, puesto que el partido que había presenciado había dejado mucho que desear y porque, además, particularmente, el partido de los rojillos había sido malo, muy malo. Tenía mucha ilusión por ver a jugadores nuevos como Andrés, Raitala, Rubén, Raúl García, Nino o Ibrahima (todos ellos partían de inicio ante el Rayo y a estos se sumaron Timor y Lamah), pero me quedé con las ganas, porque si me quedara con lo visto este domingo, las sensaciones serían muy malas, y ya me han dicho que no debo tomar este encuentro como referencia, que habíamos estado jugando bien (a ratos, al menos).

Y es que el partido de Osasuna ante el Rayo fue muy malo. Sólo nos salvó la evidente falta de pegada del equipo madrileño que, con mucha probabilidad, les va a costar luchar por el descenso hasta el final (cuando, por juego, probablemente, merezcan tener menos agobios). Tampoco es que el Rayo fuera un ciclón sobre el Sadar, pero sí que se vio que querían y sabían jugar al fútbol combinando (que ya es mucho más de lo que se vio por nuestra parte) y tuvieron sus ocasiones para haberse llevado los 3 puntos (probablemente, lo merecieron). La primera mitad fue un monólogo de posesión del Rayo y suyas fueron las dos únicas ocasiones de esa primera parte: un cabezazo de Piti y un tiro en posición muy forzada de Movilla (tras un espectacular pase de Lass). El guineano, por cierto, fue una auténtica pesadilla en ambas bandas y demostró porque está siendo una de las sensaciones de este inicio de liga.

Poco varió en la segunda mitad y continuó siendo el Rayo el que dominó el guión del partido. Osasuna parecía no saber (o no poder) dar respuesta a ese dominio rayista, ni siquiera con el aliento de su incansable afición. Sólo un disparo entre los 3 palos (de Nekounam) es un muy pobre bagaje para un equipo que está jugando en casa ante un recién ascendido. El Rayo, por su parte, gozó de la ocasión más clara del encuentro en un disparo de Lass que rozó el larguero. Lo mejor de todo fue el pitido final del colegiado y el hecho de no haber perdido los 3 puntos. De este modo, podemos decir que continuamos sin perder en nuestro estadio y seguimos con cierto colchón sobre los puestos de descenso. La lástima es que perdimos una muy buena oportunidad de hacer mayor aún ese colchón y que encadenamos dos encuentros consecutivos (en Bilbao ante el Athletic y este ante el Rayo) dando malas sensaciones en nuestro juego. La próxima jornada nos toca viajar a Barcelona a enfrentarnos al Espanyol. A ver si podemos cambiar esta dinámica y ganar, por fin, fuera de nuestro estadio.

¡AUPA OSASUNA!

domingo, 11 de diciembre de 2011

En casa seguimos intratables. Barcelona - Zaragoza: 4-0

El Barça volvió a demostrar un día más que, en casa, se trata de un equipo prácticamente intratable. Salvo el pequeño bache sufrido en ese empate a cero con el Sevilla (recordemos, aquel día que Varas se rencarnó en Casillas), lo cierto es que cuenta sus encuentros por goleadas y no ha recibido todavía ningún gol. Ante el Zaragoza, a priori, estábamos ante un partido propicio para continuar con la racha. Ya sí fue. Esta vez fueron 4 goles a favor y volvimos a mantener la portería a cero. Como diría aquel, sin recibir ocasiones, es difícil recibir goles (no imposible, ojo).

El Barça salió dominador ya desde el primer minuto, con Messi, Alexis y Cuenca arriba, pero tampoco concretaba su aplastante dominio en ocasiones excesivamente claras. La más clara fue en un balón al corazón al área al que no llegó Messi por milímetros y del que tampoco se supo aprovechar Alexis en el balón suelto en el segundo palo. La lata hubo de abrirse en una jugada a balón parado: saca una falta lateral Xavi y cabezazo de Piqué en el área pequeña para hacer el primero de la noche. Era el minuto 18, por lo que se desvanecía cualquier esperanza del equipo maño de poner al equipo culé nervioso por el paso de los minutos y se intuía lo que acabó ocurriendo: nueva goleada culé. El segundo gol del Barça llegó minutos antes del descanso, obra de Messi con la derecha a pase de Cesc, pero ya antes había merecido ese y tal vez más goles. Fueron minutos de auténtico agobio para el Zaragoza y en el que Roberto se ganó el sueldo ante los disparos de Messi, Cesc, Alexis y compañía. Al final de la primera parte se llegó con un escueto pero contundente 2-0. Del Zaragoza, nada de nada que destacar (más allá de las paradas de Roberto).

Por si cabía alguna duda de que el guión de la segunda mitad pudiera ser diferente, el Barça volvió a salir en plan arrollador y ya en el primer minuto Roberto le volvió a sacar un mano a mano a Cesc. Eso sí, el Zaragoza tuvo el primer y único acercamiento del partido en un disparo desde fuera del área de Lafita que ni siquiera cogió portería. El tercer gol blaugrana llegó a los 10 minutos, gracias al pundonor de Puyol (asistencia de Keyta tras excelente pase al hueco de Cesc). Con ese 3-0, el ritmo del Barça decayó y pareció querer únicamente que pasaran los minutos (recordemos que esta jornada llegaba después de una maratoniana jornada FIFA). De este modo, sólo un balón que se le marchó fuera a Iniesta por un suspiro cabe destacar antes del cuarto de la noche. El cuarto gol fue obra de Villa tras una buena jugada por banda derecha de Cuenca. Y nada más. Aún quedaban 15 minutos hasta el final del encuentro, pero nada más hubo que destacar en el mismo.

Con este 4-0, mantenemos el buen nivel exhibido en casa a lo largo de la temporada y nos mantenemos a 3 puntos del Madrid. Ahora nos toca jugar la final de Milán (nos jugamos el primer puesto de grupo ante el equipo rossonero) y la próxima jornada en liga será en Getafe (campo nada fácil, por cierto). Pero por el momento, 100% mentalizados en el encuentro de Champions ante un pedazo de equipo como es el Milán. Partidazo.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

sábado, 10 de diciembre de 2011

Fin de semana de pesadilla. Real Madrid - Osasuna: 7-1 Athletic - Barcelona: 2-2

Jornada horrorosa de domingo. No sólo Osasuna cayó goleado de manera estrepitosa ante el Madrid en el Bernabéu, si no que el Barça sólo pudo empatar en el último instante en San Mamés ante el Athletic, haciendo que la ventaja con el Madrid crezca ya a los 3 puntos, cosa que en una liga tan igualada como esta puede resultar decisiva. Se trató de un domingo extraño puesto que Osasuna y Madrid se enfrentaban a las 12.00 y el Barça lo hacía 8 horas después, a las 20.00. Dado que todavía estaba en México, no pude ver el partido de los rojillos (casi mejor, visto lo visto), pero sí que ve el partidazo de San Mamés.

Pero empezaremos por orden cronológico. Osasuna recibió un nuevo varapalo en su visita al Real Madrid. Si el Barça nos hizo 8 en su día, el Madrid pareció no quedarse atrás y nos hizo 7, que pudieron ser cualquier número que se os ocurra. El horario tan extraño podía hacer pensar que fuera una pequeña ventaja para Osasuna (al fin y al cabo, el Madrid pocas veces en su historia habrá jugado en este horario matutino), pero no lo fue, ni mucho menos. El Madrid salió desde el primer instante dispuesto a pasar por encima de Osasuna y lo consiguió. A pesar de que el primer gol no llegara hasta mediada esa primera parte, lo cierto es que el Madrid lo mereció mucho antes. Khedira, Di María y Cristiano avisaron antes de que el portugués hiciera el primero de la mañana: excelente centro de Di María (que acabaría dando 3 asistencias en la primera mitad, antes de acabar lesionado al comenzar la segunda) y cabezazo franco de Crsitiano. Lo cierto es que tal vez Andrés pudo hacer algo más, pues se quedó a media salida. En la siguiente jugada, Di María cruzó en exceso en el mano a mano ante Andrés. Sin hacer nada por merecerlo, Osasuna se acabó encontrando con el gol del empate a la media hora: Raúl García demuestra ser el más listo y saca rápido una falta aprovechándose que los jugadores madridistas se encuentran rodeando al árbitro quejándose por la falta señalada y cede para que Ibrahima bata por bajo a Casillas. Injusto empate, pero empate al fin y al cabo. Sin embargo, poco duró la alegría puesto que sólo 3 minutos después Pepe hizo el segundo tras un nuevo centro de Di María. Además, antes de acabar el descanso, llegó el tercer gol que terminaba de matar el encuentro: nueva asistencia de Di María e Higuaín que se fabrica un auténtico golazo. A punto estuvo de llegar el cuarto, pero el disparo de Özil acabó repelido entre Andrés y el palo.

Ese 3-1 ponía muy cuesta arriba el encuentro, y más tras el penalti y expulsión de Satrústegui (doble amarilla) que ocurrió a los 8 minutos de la reanudación: penalti clarísimo del canterano rojillo sobre Özil y Ronaldo se encarga de transformar la pena máxima para hacer el cuarto. Antes, eso sí, Di María se había marchado en camilla lesionado, dando entrada a Benzemá. Por su parte, el primer acercamiento peligroso de esa segunda mitad había sido de Osasuna, en las botas de Nino. Si no lo estaba ya, el partido terminó de morir con ese cuarto gol merengue y además quedándonos con un jugador menos. En pocos minutos, el Madrid hizo aún mayor la goleada con el tercer gol de Ronaldo (nuevo hat-trick para el argentino) y el primero de Benzemá. Era el minuto 62 y olía a goleada de escándalo, pero el Madrid bajó el ritmo (como no queriendo hacer leña del árbol caído) y sólo hicieron un gol más, obra de Benzemá nuevamente. Al final, 7-1 y balance de 15-1 escandaloso en los enfrentamientos ante Barça y Madrid.

6 horas después del final de ese partido, comenzaba el partido del Barça en la Catedral ante el Athletic. Partidazo en la cumbre en uno de los clásicos de la liga, sabiendo además que no nos podíamos permitir un tropiezo tras la nueva victoria madridista. El partido estaba totalmente marcado por la tremenda tromba de agua que había caído en Bilbao en las horas previas al encuentro y que seguía cayendo y no defraudó a nadie. Como diría Jesulín, en 2 palabras: par-tidazo.

Mientras se pudo jugar al fútbol, es decir en la primera mitad, se vio un verdadero partidazo, lleno de intensidad, de vigor, de buen juego, de imprecisiones, de jugadas precisas y preciosas. Lo dicho, un verdadero partidazo. El Athletic le planteó un partido lleno de presión al Barça, lo que incomodó durante gran parte del encuentro a los hombres de Guardiola, que no se sintieron realmente cómodos en ningún momento. Por otro lado, Messi e Iniesta tampoco tuvieron su día, por lo que así es si cabe más difícil. Y eso que el Barça salió muy bien al campo, tratando de meter el primer gol que le diera mayor confianza en el encuentro. Así, ya en el minuto 3 una doble pared entre Adriano y Xavi estuvo a punto de convertirse en el primer gol del encuentro, pero el disparo del brasileño salió demasiado blandito. Iraizoz salvó 10 minutos después a su equipo en un mano a mano con Messi y acto seguido fue Valdés el que atajó un disparo de Ander. El disparo era un ida y vuelta tremendo con una intensidad increíble. Así, hasta que en el minuto 20, una jugada desgraciada marcada por la adversa climatología, comenzó a decantar el partido: Susaeta se aprovecha del desafortunado resbalón de Mascherano para llevarse el balón por banda izquierda y deja atrás para que Ander haga un golazo ante el que nada pudo hacer Valdés. El canterano blaugrana recibía un gol casi 900 minutos después. Alves tuvo el empate justo después y volvió a salvar Iraizoz, pero acto seguido un excepcional centro desde banda izquierda de Abidal, lo aprovechó Cesc para hacer el empate con un excepcional cabezazo. El empate llegaba sólo 4 minutos después del gol del Athletic. De ahí al descanso, fue el Barça el que rondó el segundo más que el Athletic, aunque siguió siendo un partidazo por ambas partes. Sobre todo Messi e Iniesta rondaron el gol que ponía por delante al Barça. Por su parte, el Athletic estuvo cerca en una ocasión de Muniain tras un pase genial de Ander. También hubo un más que posible penalti de Adriano que el árbitro (ni el linier) no vio. De este modo, al descanso se llegó con 1-1 y la sensación de que estábamos viendo un partidazo.

En la segunda parte, todo quedaba marcado por el estado del campo: había seguido lloviendo y el campo estaba realmente pesado, el balón no rodaba. Conforme pasaban los minutos, el campo se volvía más pesado y el partido cada vez era más trabado. Por esta razón, el Barça trató de ir a buscar el segundo desde el comienzo de la segunda mitad, pero sin suerte. Iniesta y Messi volvieron a evidenciar que no era su día de cara a puerta. Así pasaban los minutos hasta que una nueva jugada infortunada a la salida de un córner, acabó en el segundo gol del Athletic: gol en propia puerta de Piqué tras una serie de carambolas en el área pequeña. Era el minuto 80 y al Barça le entraron las prisas porque veía que se le escapaba la liga. Por eso, tuvimos 4 ocasiones claras antes del gol del empate final. Messi, Villa, Iniesta y otra vez Villa tuvieron ocasiones para hacer el empate en esa avalancha blaugrana, pero no parecía que hoy fuera el día de los atacantes del Barça. El Athletic se quedó con 10 por doble amarilla de Amorebieta ya en el minuto 90 y en el saque de esa falta llegó el gol de Messi que empataba el encuentro, aprovechando un nuevo barullo causado por el estado del terreno de juego. El Barça salvaba un punto in extremis en un campo muy difícil en una situación muy complicada.

De este modo, jornada nefasta para mis intereses: Osasuna pierde en el Bernabéu (previsible), pero lo hace de manera nuevamente estrepitosa (como ya ocurriera en el Camp Nou). Por lo tanto, nueva victoria cómoda del Madrid, máximo rival del Barça en la lucha por el campeonato liguero. Y, por otro lado, nuevo pinchazo del Barça, aunque fuera un empate en un campo tan difícil como San Mamés y fuera rescatando un punto en el último suspiro. Así las cosas, el Barça queda ya a 3 puntos de distancia del Madrid (muchos puntos en un liga tan complicada como esta) y Osasuna se queda en una agradable décima posición a 5 puntos de los puestos de descenso.

Pero como la vida sigue, toca lamerse las heridas, pensar en lo que se ha hecho mal y corregirlo y pasar página. De momento, toca pensar ya en la próxima jornada de liga: el Barça recibe al Zaragoza en un choque a priori propicio para recuperarse de este pinchazo y Osasuna recibe al Rayo en un duelo directo en la lucha por evitar descender. Lo mejor de todo, lo podré ver ya de vuelta en casa!!

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

viernes, 9 de diciembre de 2011

El Barça apunta al primer puesto con un nuevo hat-trick de Messi. Viktoria Plzen - Barcelona: 0-4

El Barça dio un paso enorme en su afán de terminar la jornada de grupos de la Champions en primera posición. Recordemos que en la primera jornada sufrimos un pequeño traspiés al empatar en casa ante el Milán, lo que hacía que no pudiéramos cometer ningún error en los siguientes encuentros. Pues bien, en lo que era el último partido antes del trascendental encuentro ante el Milán en San Siro, viajábamos a la República Checa a enfrentarnos al débil Viktoria Plzen sin margen de maniobra. El resultado no pudo ser mejor: victoria cómoda y holgada y el Milán que empata de manera sorpresiva en Bielorrusia ante el BATE, haciendo que nos valga el empate en San Siro en la próxima jornada para ser primeros.

El Barça salió decidido a imponerse desde el primer instante y Messi tuvo la primera ocasión del partido. El árbitro, por su parte, se comió un claro penalti a Cesc en el minuto 12. El Plzen reaccionó a ese empuje inicial blaugrana y con un par de contragolpes bien lanzados puso en apuro la portería defendida por Víctor Valdés. Pero el punto de inflexión del encuentro llegó en el minuto 21: penalti a Messi y roja para el defensa checo. El propio Messi se encargó de transformarlo en el que era su gol número 200 con la zamarra del Barça. Ese gol y esa tarjeta roja terminó por matar el partido y cualquier atisbo de opción que pudieran tener los checos de sacar algo positivo. En varias ocasiones estuvo el Barça muy cerca de hacer el segundo (Messi y Cuenca especialmente). Al final, ese segundo gol llegó justo antes del descanso tras una muy buena combinación entre Adriano y Messi culminada por el argentino (¡quién si no!). De este modo, se llegaba al descanso con 0-2 y el equipo local con un jugador menos, por lo que el partido estaba ya más que decidido.

En la segunda parte fue el Barça el que siguió estando más cerca del gol. Nada más salir de vestuarios, Cesc estuvo muy cerca de hacer el tercero. El portero checo también se lució ante un remate de Messi y Thiago mandó su cabezazo al travesaño. El Viktoria también pudo hacer su gol, pero la volea se le marchó desviada al delantero del equipo checo. Al final, Cesc encontró premio e hizo el tercero de cabeza tras un muy buen centro de Cuenca. Al final, cuando el partido ya moría, Messi acabó añadiendo un nuevo hat-trick a su ya dilatada carrera, tras un pase de tacón de Piqué.

Al final, 0-4 y clasificación a octavos lograda. Ahora toca dirimir si lo haremos como primero o como segundo de grupo, y esto se decidirá en el partido de San Siro donde, tras el sorprendente empate del Milán ante el BATE, nos vale el empate, en principio. Pero para eso aún faltan un par de jornadas de liga, por lo que toca volver a centrarnos en el campeonato doméstico. De momento, el próximo domingo viajamos a la siempre difícil cancha de San Mamés, donde nos esperará el renovado Athletic de Bielsa con el cuchillo entre los dientes.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

jueves, 8 de diciembre de 2011

Bajando al líder de su nube. Osasuna - Levante: 2-0

El Levante cayó por primera vez en toda la temporada y tuvo que hacerlo en el campo de Osasuna. El equipo rojillo, con sus armas (básicamente empuje y ganas) logró imponerse al que hasta el momento era el líder de la liga y se había mantenido invicto. Y lo hizo por 2 goles a 0, dejando bien claro que el Sadar no va a ser fácil para ningún equipo este año.

El Levante salió con fuerzas, con la confianza que le daba su inmaculada trayectoria hasta el momento en la liga. El primer acercamiento a área rival fue de Osasuna, pero Ibrahima no pudo controlar un balón que lo hubiera situado en posición franca ante Munúa. Sin embargo, las primeras grandes ocasiones del encuentro fueron levantinas, y en casi todas ellas el protagonista fue el mismo, Koné. En la primera, Andrés respondió de manera fantástica y en la segunda el cabezazo del marfileño se marchó fuera directamente. El sino del partido lo empezó a cambiar Cejudo, quien, para bien y para mal, fue el máximo protagonista del partido. El extremo derecho de Osasuna respondió al dominio del Levante con un par de jugadas individuales que hicieron despertarse a Osasuna y a la afición. Especialmente llamativa fue una jugada en la que arrancó con fuerza desde su propio campo marchándose de todo jugador rival que le salía al paso, acabando en un disparo que se marchó fuera por no mucho. A partir de ese momento (minuto 16, más o menos), Osasuna se hizo con el control del partido y empezó a merecer ponerse por delante en el marcador. El justo premio llegó en el minuto 39 cuando un disparo con la zurda de Cejudo desde fuera del área terminó envenenándose al pegar en un defensa y se convirtió en el primer gol de la tarde. Osasuna (y particularmente Cejudo) obtuvo un justo premio a su dominio. La lástima es que en la celebración de ese gol Cejudo vio la amarilla por quitarse la camiseta. Esa amarilla, a la postre, acabaría suponiendo su expulsión muy pronto en la segunda mitad. No terminó siendo decisivo, pero pudo serlo y esas cosas debemos evitarlas. Eso sí, antes de que terminara la primera parte, Nino puso el segundo tras aprovechar un barullo en el área. Tal vez demasiado premio para lo visto en los primeros 45 minutos, pero a caballo regalado no le mires el diente, dice el refrán. Además, es cierto que Osasuna estaba mereciendo la victoria parcial.

Osasuna comenzó la segunda parte bien posicionado en el campo, como dispuesto a mantener el resultado (y si podía ser, aumentarlo) sin tener excesivos sobresaltos. Suyos fueron los primeros acercamientos de esta segunda mitad. Sin embargo, a los 10 minutos Cejudo vio su segunda amarilla y el equipo rojillo se quedó con 10, por lo que tocaba sufrir durante casi 40 minutos. A raíz de esa expulsión fue el Levante el que pasó a dominar por completo el encuentro y suyas fueron las ocasiones más claras de ahí al final del partido. Eso sí, el equipo valenciano se mostró como un equipo blando arriba en este partido (síntomas que, probablemente, no había dado hasta ese momento). Daba la sensación de que da igual el número de minutos que se jugaran el Levante iba a ser incapaz de marcar un gol en esa tarde. Y eso que su entrenador acabó volcando a su equipo sobre la portería de Osasuna, acabando con defensa de 3 y muchos jugadores ofensivos. Los minutos pasaron irremediablemente y el resultado no se movió.

Al final, 2-0 y 3 puntos importantísimos para Osasuna. Por nuestra parte, seguimos mostrando un buen nivel en los encuentros de casa (donde seguimos sin conocer la derrota) y, tras el empate cosechado en la última jornada en Getafe, hemos conseguido 7 de los últimos 9 puntos, lo que nos deja en una cómoda octava posición con 14 puntos (6 por encima del descenso). Por parte del Levante, se pinchó su sueño y pierde el liderato en Pamplona (liderato que recoge el Madrid), pero no se le puede restar ningún mérito al equipo granota. La próxima jornada para Osasuna es dificilísima, pues rinde visita al Bernabéu, pero bueno, esperemos poder aprovechar este buen momento y plantarle cara al líder (como hicimos hoy).

¡AUPA OSASUNA!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Volvió Messi, volvió el mejor Barça. Barcelona - Mallorca: 5-0

El Barça retornó a la senda que nos tenía acostumbrado este año en casa: buen juego, victoria fácil (goleada) y marcador a cero. Tras el traspiés sufrido en el último partido en casa ante el Sevilla, y tras la victoria pírrica en Granada, el Mallorca era un rival propicio para recuperar las buenas sensaciones y así fue. Nuevo 5-0 y exhibición de fútbol. Además, Messi se volvió a reencontrar con el gol. De ahí el título del post: volvió Messi, volvió el mejor fútbol al Camp Nou. Con el argentino enchufado todo es mucho más fácil.

Y eso que el partido empezó con un susto: el Barcelona (como casi siempre) tenía el dominio del partido desde el primer minuto de juego, pero el primer acercamiento peligroso fue en un contragolpe del Mallorca en el minuto 6 que Joao perdonó de manera incomprensible solo ante Valdés. Sólo 6 minutos después llegaría la jugada que cambió definitivamente el partido: penalti clarísimo del Mallorca por manos de Nsue. No le tembló el pulso a Messi (a pesar de que todavía estaba muy reciente su fallo en el último minuto ante el Sevilla) y el argentino batió a Aouate con un lanzamiento imparable a la escuadra. Además, en el minuto 21 llegaba el segundo obra nuevamente de Messi tras asistencia de Adriano. De este modo, el encuentro quedaba encarrilado y el equipo culé podía jugar de manera mucho más tranquila. Messi hizo el tercero antes del descanso tras un excepcional centro de Alves. Adriano y Villa tuvieron ocasiones muy claras para haber hecho que el resultado al descanso fuera aún más contundente, pero al intermedio se llegó con ese 3-0. Hat-trick de Messi para finiquitar el partido.

Como suele ocurrir en estos casos, la segunda mitad se convirtió en un mero trámite. El único interés radicaba en ver cuántos goles iba a acabar haciendo el Barça (y, en particular, Messi) y si lograría continuar manteniendo la puerta a cero como en toda la temporada. Esto último sí lo logró (y sin excesivos problemas). En cuanto a goles metidos, pues acabaron siendo 5, aunque Messi no hizo ninguno de los dos que se produjeron en esta segunda parte. El cuarto gol fue obra del chaval Isaac Cuenca tras un gran pase al hueco de Thiago. El canterano se está convirtiendo en una de las sensaciones de la temporada con su irrupción totalmente inesperada (me recuerda a los casos de Busquets o Pedro, a quienes Guardiola se los sacó prácticamente de debajo de la manga). El quinto pudo llegar mucho antes con el par de ocasiones de Messi o la de Piqué (las 3 clarísimas), pero acabó llegando en el último suspiro por medio de Alves con un disparo estratosférico desde fuera del área.

Al final, nueva “manita” en el Camp Nou. Los aficionados del Camp Nou se estarán mal acostumbrando… De este modo, tras un par de resultados no del todo positivos (empate en casa y victoria por la mínima en Granada), volvemos a la senda del triunfo convincente y mantenemos el ritmo del Madrid, manteniéndonos a un punto. Ahora toca volver a centrarnos en la Champions, donde no nos podemos permitir un pichazo en Plzen si queremos poder optar al primer puesto de grupo. Ya volveremos a pensar en la liga, porque lo cierto es que el encuentro en Bilbao del próximo fin de semana se las trae…

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Interesante empate en el Colisseum. Getafe - Osasuna: 2-2

Tras la importante victoria de la jornada anterior en casa ante el Zaragoza, viajábamos a Getafe en un nuevo partido importante para nuestra particular temporada. Y nos volvimos con un empate muy suculento, aunque claro, tal y como transcurrió el partido, tal vez podíamos haber sacado un resultado aún más beneficioso. Pero bueno, nunca está mal empatar en los encuentros fuera de casa, sobre todo si en casa sumamos de 3 en 3 (lo que se llama “la media inglesa”). Esa media, desde luego, nos acabaría dejando muy cerca de los puestos de Europa (con total seguridad, lejos de los puestos de descenso, que es y debe ser nuestro objetivo).

Y es que el partido comenzó de manera excepcional para nuestros intereses: en el minuto 7, Raúl García centró con la zurda y un cabezazo totalmente inocente de Ibrahima acabó convirtiéndose en el primer gol del partido, gracias a la colaboración del portero del Getafe (resbalón incluido). El Getafe no acusó el gol y buscó el empate de manera inmediata, aunque sin éxito. Diego Castro y Miku fueron los más activos en esa búsqueda del gol del empate, aunque en ningún momento encontraron premio. De este modo, Osasuna llegaba al descanso con un resultado favorable de manera casi inverosímil: sólo habíamos gozado de una pseudo-ocasión (la que acabó suponiendo el gol de Ibrahima) por 4 o 5 del equipo local. Pero el fútbol es así de injusto de vez en cuando y en este caso esa injusticia nos favorecía. 0-1 al descanso.

En la segunda parte, entró en el campo Güiza, quien, a la postre, acabaría siendo vital en el partido. Él fue quien hizo el empate a uno tras aprovechar un balón suelto en la frontal con un disparo excepcional desde fuera del área. El Getafe encontraba un justo premio a su esfuerzo cuando, curiosamente, menos lo estaba mereciendo. Eso sí, poco duró la alegría a la afición local, porque sólo 5 minutos después Ibrahima puso nuevamente por delante a Osasuna: esta vez sí, cabezazo excepcional a nuevo centro de Raúl García ante el que nada puede hacer el portero local. Eso sí, Güiza todavía no había dicho su última palabra tampoco e hizo el empate a 2 a 15 minutos del final con un nuevo cabezazo espléndido a centro de Miguel Torres. Aún gozó el Getafe de una doble ocasión increíble para haberse llevado el partido, pero primero Andrés respondió a la perfección al disparo desde el punto de penalti de Miku y luego Diego Castro se entretuvo en exceso.

Por lo tanto, al final, empate a dos goles. Tal vez, el Getafe mereció mejor premio (o, dicho de otra manera, Osasuna mereció menos), pero lo cierto es que el punto significa que continuemos con la línea ascendente que recuperamos en la última jornada ante el Zaragoza y, además, sirve para tener encarrilado el golaveraje particular ante el equipo azulón. Ahora toca ya pensar en el próximo partido: recibimos en casa al sorprendente líder, el Levante. Esperemos bajarles de la nube en la que viven actualmente.

¡AUPA OSASUNA!