martes, 11 de enero de 2011

Una vuelta de navidades complicada. Barcelona - Levante: 2-1 Sevilla - Osasuna: 1-0

El primer partido después de vacaciones nunca es sencillo y menos si juegas ante el Sevilla en su casa (caso de Osasuna) o si, aunque juegues contra un rival asequible como el Levante, lo haces sin el mejor jugador del mundo y con la mente más puesta en el partido a jugar entre semana. Pues el domingo 2 de Enero, tras una gran incertidumbre culminada incluso por un proceso judicial, volvían a jugar tanto el Barça como Osasuna. El Barça lo hacía primero, en casa ante el Valencia y justo después jugaba Osasuna en Sevilla.

El Barça recibía a un equipo recién ascendido y firme candidato al descenso en un partido, a priori, asequible pero que se podía convertir en una bomba si no se trataba con la suficiente atención. Y, en mi opinión, no se hizo, se infravaloró al Levante (el hecho de que se diera permiso a Messi a alargar las vacaciones así lo demuestra) y pudo costarnos caro. Obviamente, no era excusa, el Barça debe ganar, y ganar bien, al Levante esté o no esté Messi en el campo, pero no era el mejor de los mensajes antes del partido. De hecho, el equipo estuvo espeso durante gran parte del encuentro. Era uno de esos partidos que acostumbra a resolver Messi con una de sus genialidades. Cuando el equipo no está fino, el argentino suele salir al rescate. Pero esta vez no contábamos con el argentino. Además, el partido estaba también marcado por el homenaje a Xavi (merecidísimo, desde luego) por convertirse en el jugador con más partidos de la historia del Barça. Tampoco suele irnos demasiado bien en los partidos con homenajes.

La primera parte fue bastante floja. Ante las bajas de los dos centrales titulares, Piqué y Puyol, Guardiola retrasó a Busquets y le puso a su lado a Abidal, poniendo en el centro del campo a Mascherano. Esto ralentizó un poco el juego habitual del Barça. Pero lo que más frenó al Barça fue el hecho de que Bojan sustituyera a Messi. Bojan puede ser perfectamente el sustituto del crack argentino, pero nunca puede tratar de igualar sus prestaciones porque no le da. En este partido el de Linyola trató de hacer de Messi y el Barça se resintió. No fue hasta el momento en que Pedro comenzó a "hacer de Messi" cuando el Barça aumentó su nivel. Muy pocas ocasiones del Barça en esta primera parte. A destacar: un buen tiro de Iniesta desde fuera del área que permitió lucirse al portero levantino, un tiro de Xavi y una jugada de tiralíneas que ni Xavi, ni Bojan, ni Alves supieron concretar. Por su parte, el Levante también se aprovechaba de la defensa de circunstancias blaugrana y llegaba con peligro a la portería de Valdés. En una cantada de Valdés, Jordá dispuso de una ocasión inmejorable, pero el portero del Barça reaccionó a tiempo y enmendó su error inicial. El partido pudo cambiar en un penalti de Abidal a Juanlu (se le engancha el taco con el cordón y lo arrastra) que el árbitro no interpretó como penalti (en su defensa, hay que decir que en directo la caída parece demasiado aparatosa, como simulada, aunque luego vemos que en realidad no lo es). En total, en esta primera mitad el Levante creó tanto peligro (incluso más, se puede decir) como el Barça. Ninguno de los dos acertó de cara al gol y el partido llegó con el resultado inicial al descanso.

En la segunda parte el Barça comenzó mucho más entonado el encuentro. Nuevamente, en los primeros minutos de esta segunda parte (minuto 2, en este caso) logró hacer un gol que le dio más tranquilidad si cabe: excelente pase de Xavi, Alves que tiene varias oportunidades pero no se atreve a disparar y acaba dejando el balón a Pedro para que el tinerfeño (sigue su increíble racha), tras recortar a un defensa y en posición mucho más complicada que la del lateral brasileño, perforara por fin la portería del Levante. Este gol, unido a la entrada de Thiago por Mascherano, hizo crecer al equipo, que pasó a ser más parecido al que nos tiene acostumbrado, aunque sin llegar al nivel de excelencia alcanzado al final del año pasado. Tras una ocasión de Thiago y otra del Levante, llegó el segundo antes del minuto 60 con los mismos protagonistas: asistencia de Alves y golazo en carrera de Pedro. A punto estuvo Pedro de hacer su particular hattrick, pero acabó encontrándose con el larguero. El partido parecía estar más cerca del 3-0 que de otra cosa, pero el Levante aprovechó un zarpazo aislado para poner el 2-1 (golazo de Stuani) a 10 minutos del final y meter la zozobra en los seguidores culés. Un empate en este encuentro podía costar una liga. En cualquier caso, fue más la incertidumbre en el marcador que el peligro creado por el Levante lo que nos hacía dudar. De hecho, el Levante no volvió a intimidar la puerta de Valdés mientras que el Barça sí que estuvo cerca de hacer el tercero en un par de ocasiones. Al final el resultado no se movió y se terminó el encuentro con ese 2-1.

Justo después del partido en el Camp Nou venía el más difícil todavía: jugaba Osasuna en el Pizjuán ante el Sevilla. Ninguno de los dos llegaba en buena línea, aunque se puede decir que el Sevilla llegaba un poco peor que el equipo rojillo tras 5 derrotas consecutivas (eso, para un equipo que debe aspirar a acabar entre los 4 primeros es un duro golpe). Cómo no, acabamos resucitando a un nuevo equipo. Eso sí, Osasuna llegaba con muchas bajas (los iraníes Masoud y Nekounam y Monreal eran las últimas de una larga lista) y con un equipo de circunstancias: Oier en el lateral izquierdo y Damiá de interior izquierdo!

El Sevilla, espoleado por la vuelta de Navas tras varios partidos, comenzó el encuentro como una moto y estuvo a punto y mereció adelantarse en el marcador en estos primeros minutos de encuentro. Precisamente era Navas el que una y otra vez se aprovechaba de nuestro lateral izquierdo de circunstancias y llevaba el peligro a la portería de Ricardo. Negredo, Kanouté y Capel gozaron de ocasiones más que claras para hacer el 1-0, pero no acertaron. Los 10 primeros minutos fueron un verdadero agobio para la defensa rojilla, que no hacía más que achicar balones. Sin embargo, pasado este agobio inicial, el partido se igualó muchísimo y sólo pudo decantarse por una jugada a balón parado. Juanfran tuvo una muy buena ocasión para adelantar a Osasuna tras un pase de Aranda que se le fue un poco largo. Antes del descanso llegó el único gol del encuentro en una falta perfectamente botada por Navas y cabeceada a la red por Kanouté. Osasuna gozó de numerosas faltas laterales y córners pero no supo aprovecharlas (la mayoría de las veces, el balón ni siquiera llegaba a los rematadores). El Sevilla, por su parte, aprovechó una de esas ocasiones. Ese detalle decantó el partido.

La segunda parte fue verdaderamente repulsiva. Por un lado, el Sevilla se dedicó a nadar y guardar la ropa y ni siquiera buscaba hacer el segundo. En el otro lado, un equipo, Osasuna, que se mostró incapaz de generar peligro alguno. Lo peor de todo es que no logramos hacer ningún tiro a puerta en toda la segunda parte. La posesión era nuestra pero nos mostramos como un equipo inepto arriba. Ni la entrada de dos nuevos delanteros, Sola y Lekic, logró que creáramos más peligro. Sólo la entrada de Calleja por Damiá pareció cambiarle un poco (muy poco, no nos engañemos) la cara al equipo. Por lo menos teníamos un zurdo en banda izquierda capaz de meter centros medianamente peligrosos. La imagen de Osasuna en esta segunda parte fue francamente decepcionante: ante un equipo que se mostró incapaz y daba sensación de tener miedo, Osasuna no pudo siquiera meterles un poco el susto en el cuerpo. Al final, 1-0 y un partido más sin ganar. Y ya van...

Jornada difícil para mis dos equipos. El Barça la solventó con más pena que gloria y Osasuna volvió a evidenciar que vamos a sufrir mucho los rojillos este año. Lo positivo: el Barça mantiene el liderato y Osasuna el colchón de 4 puntos con el descenso. Ahora toca ya pensar en futuros compromisos. En la próxima jornada de liga el Barça viaja a Riazor y Osasuna recibe al Getafe. No son partidos fáciles, pero considero que pueden ser factibles los 3 puntos en ambos encuentros. Ojalá sea así. Mucha suerte a ambos desde aquí. Pero antes, toca copa del Rey. Con Osasuna ya eliminado, sólo me queda el Barça, que tiene un compromiso complicadísimo en San Mamés ante un Athletic (y una afición) entregado para la causa. El 0-0 de la ida deja la eliminatoria abierta, aunque, en mi opinión, el hecho de no haber recibido gol en casa es muy positivo y, jugando como acostumbra, el Barça debe lograr el pase. Pero San Mamés es San Mamés y nunca es fácil...

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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