jueves, 15 de abril de 2010

Se veía venir. Valencia - Osasuna: 3-0

Vaya por delante que no vi el el partido. Esto es algo bastante habitual (por desgracia) en los partidos fuera de casa. Lo que ya no es tan habitual es que no hiciera ningún tipo de seguimiento del encuentro, ni por la radio, ni siquiera por internet. Lo cierto es que ese fin de semana estuve demasiado ocupado y además tenía la intuición de que poco, muy poco, íbamos a hacer en este encuentro. Una vez más, mi intuición no me jugó una mala pasada y Osasuna regaló, al parecer, un encuentro pésimo a todos los rojillos y, principalmente, a los pocos que se desplazaron hasta Valencia. Tampoco es que nos dieran lo que se cataloga como un baño, pero lo malo es que el partido de Osasuna fue nulo en el ámbito ofensivo y así es imposible ganar.
Estaba bastante claro que íbamos a perder, como ya he dicho antes: la poca tensión con la que afrontamos este final de temporada (no nos engañemos, la salvación, aunque no matemática, está casi hecha por la nulidad futbolística de los de abajo, no por méritos nuestros) va a hacer que nos dejemos llevar en los partidos que restan. La única salvedad serán los partidos de casa, donde los jugadores tienen claro que no pueden dejarse llevar porque si no cabrearán demasiado al personal. Es decir, mi pronóstico es que vamos a perder todos los partidos fuera de casa y maquillaremos la temporada con alguna que otra victoria en casa. Claro, todo dependerá del nivel de compromiso de nuestros rivales (habrá casos en que el rival también haya dado por concluida la temporada), pero si el rival se juega algo, perderemos, no lo duden. Todo esto tendrá validez si no cometemos el error de perder ante Zaragoza y Málaga en las dos próximas jornadas y en casa. Si cometemos el error, nos veremos con el agua al cuello como todos los años...
Respecto al partido, la verdad es que bastante poco puedo decir, Osasuna aguantó el 0-0 hasta el descanso, pero nada más comenzar la segunda mitad recibimos el primero (golazo de Joaquín) y ahí se acabó el encuentro. Aún así, el Valencia tampoco hizo nada del otro mundo y no fue hasta los minutos finales cuando apuntaló la goleada con dos goles de Villa (uno de ellos de penalti). Lo dicho, poca historia.
Los dos próximos encuentros marcarán la temporada: si no perdemos ninguno, la temporada estará prácticamente finiquitada (salvo reacción mayúscula de los de abajo). Si perdemos, podremos vernos en problemas...
¡AUPA OSASUNA!

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