viernes, 29 de abril de 2011

Ronaldo decanta un partido igualado. El Madrid, campeón de la copa del Rey. Barcelona - Real Madrid: 0-1

Y llegó el segundo de los clásicos y lo que es más importante, llegó el primero (y único) de los clásicos que significaba para el vencedorla consecución de un título: la copa del Rey. En el primero de los partidos, “sólo” estaba en juego el que el Madrid siguiera o no siguiera vivo en la liga, mientras que en los dos siguientes no está en juego un título, si no el paso a la final de la Champions (y luego la puedes perder, obviamente). Es decir, podemos decir que se trataba del enfrentamiento más importante de los 4. Entendedme bien: no quiero decir que la copa sea la competición más importante (de hecho, es con toda seguridad la menos relevante de las 3), lo que quiero decir es que es el único partido que per se significa un título. Y en estas lides, Mourinho y sus equipos se desenvuelven como pez en el agua. Barça y Madrid nos volvieron a “regalar” un partido bronco, aburrido y con escasas gotas de calidad, con una parte para cada equipo y que pudo llevarse cualquiera de los dos equipos. Al final, ninguno concretó sus ocasiones y el encuentro se fue a la prórroga, donde Cristiano decantó la balanza hacia el lado merengue con un cabezazo excepcional. Guardiola volvió a ser fiel al estilo que tantos éxitos le ha dado y no engañó a nadie: sólo 2 cambios respecto al once de la liga, Pinto en lugar de Valdés en la portería (como ha venido haciendo en toda la competición) y Mascherano (sancionado en el encuentro liguero) por el lesionado Puyol. Mourinho, por su parte, sí que sorprendió un poco con su planteamiento y se dejó a los 3 delanteros de su plantilla (Adebayor, Benzemá e Higuaín) en el banquillo saliendo con Özil como falso 9. Por lo demás, sólo Arbeloa entró por el sancionado Albiol (expulsado en el encuentro de liga) desplazando a Ramos al puesto de central. Alineaciones iniciales:

BARCELONA: Pinto – Alves, Piqué, Mascherano, Adriano – Busquets, Xavi, Iniesta – Messi, Villa, Pedro
REAL MADRID: Casillas – Arbeloa, Ramos, Carvalho, Marcelo – Pepe, Khedira, Xabi Alonso – Ronaldo, Özil, Di María

La primera parte fue de claro color merengue. A pesar del planteamiento conservador del técnico madridista (que hacía prever un partido más parecido al de liga unos días antes), el Madrid salió a presionar arriba al Barça, consiguió maniatar a los de Guardiola (que no sentían cómodos) y, lo que es más importante, logró acercarse con peligro al área de Pinto. En esta primera mitad, el Madrid mereció el gol e irse con ventaja al descanso. Mascherano tuvo que sacar bajo palos un balón peligroso de Ronaldo y Cristiano siguió tentando a la suerte con lanzamientos que no llegaban a crear excesivo peligro para Pinto. Por lo demás, la primera parte fue una continua lucha, salpicada por entradas malsonantes, agresiones y tarjetas. La ocasión más clara del encuentro llegó cuando ya moría la primera mitad, cuando un centro excelente de Özil lo cabeceó Pepe de manera prodigiosa al palo ganando el salto a Alves. Es curioso como un jugador como Pepe (eminentemente defensivo) se ha convertido en los últimos encuentros en el estilete del juego de Madrid (no sólo del defensivo si no también del ofensivo!). La suerte quiso que ese balón no entrara y el Barça llegó vivo al descanso. 0-0 y tocaba reaccionar.

El Barça salió en la segunda mitad con una mentalidad totalmente diferente. Eran conscientes de que el Madrid había logrado imponer su estilo en la primera parte y había que incrementar el ritmo para lograr imponernos en el encuentro. De este modo, comenzamos a mover el balón con mayor velocidad y logramos de esta forma superar la primera línea de presión del Madrid, lo que suponía llegar con peligro al área de Casillas. Así, el Barça comenzó a monipolizar la posesión de balón y lo recuperaba muy rápido cuando lo perdía, imposibilitando las posibilidades de contragolpe madridista. Pedro, Villa, Messi, Iniesta comenzaron a aparecer más a menudo y a acercarse a las inmediaciones de Iker. De hecho, el Barça hizo gol en una de esas jugadas, pero el colegiado no anuló de manera correcta por fuera de juego de Pedro. Eran los mejores momentos del Barça, que tenía grogui al Madrid. Casillas mantuvo vivo a su equipo con tres paradones estratosféricos en los últimos minutos. Eso sí, la última ocasión del encuentro fue del madrid: excelente lanzamiento desde fuera del área respondido por un no menos excelente paradón de Pinto. Al final de los 90 minutos se llegó con el 0-0 inicial. Ciertamente, podía tratarse de un resultado justo, ya que había sido una parte para cada equipo.

De este modo, llegamos a la prórroga: 30 minutos adicionales. Parecía claro que el que hiciera el primer gol se iba a llevar el encuentro, y en la primera parte de la prórroga fue el Madrid el que acertó. Primero avisó Cristiano con un disparo que se marchó fuera por poco tras un excelente pase al hueco de Xabi Alonso, pero a la segunda no perdonó el portugués: buena jugada entre Marcelo y Di María por banda izquierda, centro brutal del argentino y cabezazo no menos brutal de Ronaldo para imponerse por alto a Adriano y dar la victoria y el título a su equipo. Me recordó el gol al de Messi en la final de la Champions de 2009 ante el Manchester por la plasticidad del cabezazo y la sensación de estar suspendidos en el aire. Golazo que bien vale un título. El gol llegó a 3 minutos del final de la primera parte de la prórroga, por lo que dejó al Barça con poca capacidad de reacción.

Eso sí, quedaban 15 minutos en los que intentar hacer el empate y llevar el encuentro a los penaltis, pero ante un equipo de Mourinho eso se me antojaba imposible. Como así fue. El Madrid supo defenderse con uñas y dientes y de hecho imposibilitó cualquier tipo de remate del Barça. Incluso estuvieron más cerca Ronaldo y Adebayor de hacer el segundo que el Barça el empate. Eso sí, y para dar la razón a Mourinho, Undiano terminó expulsando a Di María por doble amarilla con el tiempo ya cumplido. Otra vez el Madrid había tenido que jugar con 10 contra el Barça!

Al final, el golazo de Ronaldo le vale un título al Madrid. Un título que tiene triple valor para ellos, puesto que llevaban casi 3 años en blanco, llevaban casi 20 años sin ganar ese trofeo y encima lo logran ganándole a un súper-Barça en la final. Desde luego, no se puede decir que el Madrid no sea justo vencedor. Me limitaré a decir que cualquiera de los dos equipos pudo llevarse el partido. Eso sí, este triunfo puede suponer un espaldarazo para el Madrid en su objetivo de eliminar al Barça en semifinales de la Champions, y hace que sea todavía más atractivo el doble encuentro europeo. Habrá que ver cómo digiere el Barça la derrota, ya que es algo a lo que no están acostumbrados. Es ahora cuando hay que demostrar que seguimos siendo un grupo fuerte y unido y que una derrota no nos hace dudar de nuestras aptitudes. De momento, y como receso en el póker de encuentros ante el Madrid, ahora toca volver a la liga, donde se enfrentan contra mi Osasuna. Ojalá esta derrota les afecte en lo psicológico y Osasuna se pueda aprovechar de ello. Al fin y al cabo, si algo tienen ya ganado eso es la liga. Mejor que se reserven para el encuentro europeo en el Bernabéu! No toca ahora desearles suerte, pues, y sin embargo, le deseo toda la mala suerte del mundo y toda la suerte a Osasuna.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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