jueves, 1 de diciembre de 2011

Interesante empate en el Colisseum. Getafe - Osasuna: 2-2

Tras la importante victoria de la jornada anterior en casa ante el Zaragoza, viajábamos a Getafe en un nuevo partido importante para nuestra particular temporada. Y nos volvimos con un empate muy suculento, aunque claro, tal y como transcurrió el partido, tal vez podíamos haber sacado un resultado aún más beneficioso. Pero bueno, nunca está mal empatar en los encuentros fuera de casa, sobre todo si en casa sumamos de 3 en 3 (lo que se llama “la media inglesa”). Esa media, desde luego, nos acabaría dejando muy cerca de los puestos de Europa (con total seguridad, lejos de los puestos de descenso, que es y debe ser nuestro objetivo).

Y es que el partido comenzó de manera excepcional para nuestros intereses: en el minuto 7, Raúl García centró con la zurda y un cabezazo totalmente inocente de Ibrahima acabó convirtiéndose en el primer gol del partido, gracias a la colaboración del portero del Getafe (resbalón incluido). El Getafe no acusó el gol y buscó el empate de manera inmediata, aunque sin éxito. Diego Castro y Miku fueron los más activos en esa búsqueda del gol del empate, aunque en ningún momento encontraron premio. De este modo, Osasuna llegaba al descanso con un resultado favorable de manera casi inverosímil: sólo habíamos gozado de una pseudo-ocasión (la que acabó suponiendo el gol de Ibrahima) por 4 o 5 del equipo local. Pero el fútbol es así de injusto de vez en cuando y en este caso esa injusticia nos favorecía. 0-1 al descanso.

En la segunda parte, entró en el campo Güiza, quien, a la postre, acabaría siendo vital en el partido. Él fue quien hizo el empate a uno tras aprovechar un balón suelto en la frontal con un disparo excepcional desde fuera del área. El Getafe encontraba un justo premio a su esfuerzo cuando, curiosamente, menos lo estaba mereciendo. Eso sí, poco duró la alegría a la afición local, porque sólo 5 minutos después Ibrahima puso nuevamente por delante a Osasuna: esta vez sí, cabezazo excepcional a nuevo centro de Raúl García ante el que nada puede hacer el portero local. Eso sí, Güiza todavía no había dicho su última palabra tampoco e hizo el empate a 2 a 15 minutos del final con un nuevo cabezazo espléndido a centro de Miguel Torres. Aún gozó el Getafe de una doble ocasión increíble para haberse llevado el partido, pero primero Andrés respondió a la perfección al disparo desde el punto de penalti de Miku y luego Diego Castro se entretuvo en exceso.

Por lo tanto, al final, empate a dos goles. Tal vez, el Getafe mereció mejor premio (o, dicho de otra manera, Osasuna mereció menos), pero lo cierto es que el punto significa que continuemos con la línea ascendente que recuperamos en la última jornada ante el Zaragoza y, además, sirve para tener encarrilado el golaveraje particular ante el equipo azulón. Ahora toca ya pensar en el próximo partido: recibimos en casa al sorprendente líder, el Levante. Esperemos bajarles de la nube en la que viven actualmente.

¡AUPA OSASUNA!

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