jueves, 29 de diciembre de 2011

Alexis desatasca al Barça ante un buen Rayo. Barcelona - Rayo Vallecano: 4-0

Sin tiempo prácticamente de lamernos las heridas tras la derrota de la jornada anterior en Getafe, recibíamos al Rayo en un partido correspondiente a la última jornada de 2011 (jornada en la que no podremos jugar por estar en Japón disputando el mundialito de clubes). Obviamente, como ya comenté en el último post, no podíamos permitirnos ningún pinchazo más (mucho menos tratándose de un partido en casa) ya que ya no disponemos de ningún margen de error.

Y lo cierto es que, pese a lo abultado del resultado, no resultó nada sencillo. El Rayo salió muy valiente y presionó muy arriba la salida con balón del Barça, logrando en muchas fases del partido (sobre todo, en los primeros minutos) incomodar e incluso poner en peligro a los chicos de Guardiola. De hecho, las primeras ocasiones del encuentro fueron rayistas y fruto de robos de balón en campo contrario gracias a esa presión: Javi Fuego con un disparo desde la frontal y, sobre todo, Lass con una volea franca que afortunadamente no enganchó bien pusieron los nervios en la parroquia culé. Iniesta, por su parte, trató de sorprender con un chut desde el centro del campo que a punto estuvo de envenenarse. Con el paso de los minutos, el Barça pareció ir cogiéndole el tranquillo al partido, pero nunca se llegó a sentir cómodo. Como prueba, sólo tuvo un acercamiento a puerta rival antes del primer gol: un centro chut de Alves tras una buena jugada. El partido estaba así de raro para el Barça hasta que llegó Alexis para desatascarlo con un golazo después de una contra bien llevada: golazo del chileno que recortó en el área y mandó un chut exquisito lejos del alcance de Cobeño. Golazo. Ese gol cambió el partido de manera irremediable. A partir de ese momento, el Barça comenzó a sentirse más cómodo, aunque no terminó de encontrarse a sí mismo hasta el segundo. Iniesta y Messi comenzaron a combinar y a generar mayor peligro. Pero el Rayo seguía jugando muy bien y seguía llegando con peligro hasta que llegó el mazazo para ellos del segundo gol del Barça: control defectuoso de Xavi que se convierte en una asistencia de lujo para Alexis, quien no perdona delante del portero. Y además, sólo dos minutos después, llegó el tercero tras un balón sacado demasiado cómodamente por Piqué desde atrás, quien metió un gran pase a la penetración de Alves y el brasileño se la deja a placer a Villa para que hiciera el tercero. Demasiado premio para el Barça y demasiado castigo para el Rayo, pero el fútbol es así de cruel de vez en cuando. Al descanso, se llegó con ese 3-0.

Obviamente, con ese marcador, la segunda parte se quedó bastante descafeinada y todo hacía indicar que el partido acabaría en una nueva goleada para el Barça. Y más, cuando a los 4 minutos de la reanudación, Messi se marcó un jugadón marca de la casa e hizo el cuarto. Poco más ocurrió en esa segunda parte. Probablemente, el Rayo se fue de manera injusta sin haber hecho un gol. En la segunda parte, la tuvo en las botas de Tamudo con una volea muy parecida a las de Lass en los primeros compases del partido. Villa también estuvo a punto de hacer su segundo gol en un balón suelto. Pero lo mejor de esta segunda mitad fue una nueva exquisitez de Messi (control con regate incluido) que estuvo a punto de convertirse en una nueva obra de arte (sólo faltó que fuera gol). Pero el marcador no se movió más y al término de los 90 minutos llegamos con el 4-0.

Por lo menos, salimos airosos del partido y (con un partido más, eso sí) nos ponemos a 3 puntos del Madrid. Me gustó el Rayo y no me termina de convencer el juego del Barça en las últimas jornadas (parece sacrilegio decir esto habiendo sido el marcador 4-0). Ahora toca pensar en el Levante, que visita el Camp Nou en apenas 3 días, compromiso inmediatamente anterior al del Bernabéu (obviando el intrascendente partido ante el BATE en Champions).

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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