miércoles, 28 de diciembre de 2011

Adiós a la liga. Getafe - Barcelona: 1-0

El Barça tropezó en Getafe en el peor momento de la temporada y se dejó, quien sabe, media liga en el camino. Me pillaba ese sábado en Madrid precisamente, por lo que vi primero una nueva debacle del Atlético en el Bernabéu (esperado) y luego la derrota de los chicos de Guardiola en Getafe (mucho menos esperado). De este modo, nos dejamos 3 puntos más por el camino y ya son 6 la diferencia entre Madrid y Barça, estando (recordemos) el clásico en el Bernabéu a la vuelta de la esquina. Nos complicamos demasiado la vida.

Lo cierto es que fue un partido muy raro. Nada hacía presagiar que fuéramos a caer derrotado ante un equipo que estaba peleando por eludir los puestos de descenso, pero verdaderamente hicimos un partido bastante malo y además tuvimos la mala suerte de recibir un gol en la única ocasión de la que dispuso el rival. Y eso que el equipo salió enchufado al partido, como no queriendo que se le complicara la noche (ocasiones de Villa y Messi en los primeros minutos), pero poco a poco fuimos cayendo en la telaraña planteada por el Getafe y el ritmo del partido fue decayendo de manera irreversible. Por eso, hasta el descanso sólo contabilizamos dos ocasiones más en el haber del Barça: un balón al que Messi no llega por un pelo y que tampoco sabe aprovechar Alexis en su rechace y, la mejor de la primera parte, en un disparo mordido de Alexis que despejó a córner Moyá. Al descanso se llegó con el 0-0 inicial y daba la sensación de que más tarde o más temprano el gol acabaría llegando en la segunda mitad y el Barça se llevaría el partido, pero no fue así.

El equipo salió de vestuarios tras el descanso como dormido, sin tensión. No logró acercarse a la portería de Moyá con peligro y acabó encontrándose con un gol encuentro mediada la segunda parte. No lo había merecido el Getafe, puesto que no había generado ninguna ocasión hasta ese momento, pero se encontró con el gol a la salida de un córner: cabezazo inapelable de Valera. Era el minuto 67 y quedaban 23 minutos para hacer 2 goles para no perder el tren de la liga. Sólo entonces pareció reaccionar el equipo (en parte por la entrada al campo de Cuenca y Pedro), pero ni así tuvo excesiva presencia. De hecho, el Getafe tuvo una ocasión clarísima para matar el encuentro a la contra, pero Miku pecó de individualismo. El partido languidecía y los 3 puntos volaban cuando un error de Miku provocó una contra rapidísima del Barça y el balón acabó en los pies de Messi mano a mano ante Moyá, pero el argentino demostró que no era su día y mandó el balón a la base del poste.

Así, el partido murió y el Getafe se llevó 3 importantísimos puntos para sus intereses personales (saliendo de los puestos de descenso), mientras que el Barça perdía media liga, quedándose a 6 puntos del Madrid. Y esto, en una liga tan igualada como se presume esta, tiene pinta de ser demasiada ventaja concedida al rival. Ahora el partido del Bernabéu es una verdadera final, en la que no nos vale nada más que la victoria. El único consuelo es que antes del Bernabéu nos quedan dos encuentros en casa (ante el Rayo –en un partido adelantado por el mundialito de clubes- y ante el Levante) que podrán maquillar esa desventaja y dejarla en 3 puntos, por lo que podríamos incluso salir líderes (virtualmente) del Bernabéu. Pero para eso toca ganar los 6 próximos puntos y no descolgarnos más. Nos hemos quedado sin margen de maniobra de aquí a final de temporada. Es decir, toca pensar en el Rayo.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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