sábado, 10 de diciembre de 2011

Fin de semana de pesadilla. Real Madrid - Osasuna: 7-1 Athletic - Barcelona: 2-2

Jornada horrorosa de domingo. No sólo Osasuna cayó goleado de manera estrepitosa ante el Madrid en el Bernabéu, si no que el Barça sólo pudo empatar en el último instante en San Mamés ante el Athletic, haciendo que la ventaja con el Madrid crezca ya a los 3 puntos, cosa que en una liga tan igualada como esta puede resultar decisiva. Se trató de un domingo extraño puesto que Osasuna y Madrid se enfrentaban a las 12.00 y el Barça lo hacía 8 horas después, a las 20.00. Dado que todavía estaba en México, no pude ver el partido de los rojillos (casi mejor, visto lo visto), pero sí que ve el partidazo de San Mamés.

Pero empezaremos por orden cronológico. Osasuna recibió un nuevo varapalo en su visita al Real Madrid. Si el Barça nos hizo 8 en su día, el Madrid pareció no quedarse atrás y nos hizo 7, que pudieron ser cualquier número que se os ocurra. El horario tan extraño podía hacer pensar que fuera una pequeña ventaja para Osasuna (al fin y al cabo, el Madrid pocas veces en su historia habrá jugado en este horario matutino), pero no lo fue, ni mucho menos. El Madrid salió desde el primer instante dispuesto a pasar por encima de Osasuna y lo consiguió. A pesar de que el primer gol no llegara hasta mediada esa primera parte, lo cierto es que el Madrid lo mereció mucho antes. Khedira, Di María y Cristiano avisaron antes de que el portugués hiciera el primero de la mañana: excelente centro de Di María (que acabaría dando 3 asistencias en la primera mitad, antes de acabar lesionado al comenzar la segunda) y cabezazo franco de Crsitiano. Lo cierto es que tal vez Andrés pudo hacer algo más, pues se quedó a media salida. En la siguiente jugada, Di María cruzó en exceso en el mano a mano ante Andrés. Sin hacer nada por merecerlo, Osasuna se acabó encontrando con el gol del empate a la media hora: Raúl García demuestra ser el más listo y saca rápido una falta aprovechándose que los jugadores madridistas se encuentran rodeando al árbitro quejándose por la falta señalada y cede para que Ibrahima bata por bajo a Casillas. Injusto empate, pero empate al fin y al cabo. Sin embargo, poco duró la alegría puesto que sólo 3 minutos después Pepe hizo el segundo tras un nuevo centro de Di María. Además, antes de acabar el descanso, llegó el tercer gol que terminaba de matar el encuentro: nueva asistencia de Di María e Higuaín que se fabrica un auténtico golazo. A punto estuvo de llegar el cuarto, pero el disparo de Özil acabó repelido entre Andrés y el palo.

Ese 3-1 ponía muy cuesta arriba el encuentro, y más tras el penalti y expulsión de Satrústegui (doble amarilla) que ocurrió a los 8 minutos de la reanudación: penalti clarísimo del canterano rojillo sobre Özil y Ronaldo se encarga de transformar la pena máxima para hacer el cuarto. Antes, eso sí, Di María se había marchado en camilla lesionado, dando entrada a Benzemá. Por su parte, el primer acercamiento peligroso de esa segunda mitad había sido de Osasuna, en las botas de Nino. Si no lo estaba ya, el partido terminó de morir con ese cuarto gol merengue y además quedándonos con un jugador menos. En pocos minutos, el Madrid hizo aún mayor la goleada con el tercer gol de Ronaldo (nuevo hat-trick para el argentino) y el primero de Benzemá. Era el minuto 62 y olía a goleada de escándalo, pero el Madrid bajó el ritmo (como no queriendo hacer leña del árbol caído) y sólo hicieron un gol más, obra de Benzemá nuevamente. Al final, 7-1 y balance de 15-1 escandaloso en los enfrentamientos ante Barça y Madrid.

6 horas después del final de ese partido, comenzaba el partido del Barça en la Catedral ante el Athletic. Partidazo en la cumbre en uno de los clásicos de la liga, sabiendo además que no nos podíamos permitir un tropiezo tras la nueva victoria madridista. El partido estaba totalmente marcado por la tremenda tromba de agua que había caído en Bilbao en las horas previas al encuentro y que seguía cayendo y no defraudó a nadie. Como diría Jesulín, en 2 palabras: par-tidazo.

Mientras se pudo jugar al fútbol, es decir en la primera mitad, se vio un verdadero partidazo, lleno de intensidad, de vigor, de buen juego, de imprecisiones, de jugadas precisas y preciosas. Lo dicho, un verdadero partidazo. El Athletic le planteó un partido lleno de presión al Barça, lo que incomodó durante gran parte del encuentro a los hombres de Guardiola, que no se sintieron realmente cómodos en ningún momento. Por otro lado, Messi e Iniesta tampoco tuvieron su día, por lo que así es si cabe más difícil. Y eso que el Barça salió muy bien al campo, tratando de meter el primer gol que le diera mayor confianza en el encuentro. Así, ya en el minuto 3 una doble pared entre Adriano y Xavi estuvo a punto de convertirse en el primer gol del encuentro, pero el disparo del brasileño salió demasiado blandito. Iraizoz salvó 10 minutos después a su equipo en un mano a mano con Messi y acto seguido fue Valdés el que atajó un disparo de Ander. El disparo era un ida y vuelta tremendo con una intensidad increíble. Así, hasta que en el minuto 20, una jugada desgraciada marcada por la adversa climatología, comenzó a decantar el partido: Susaeta se aprovecha del desafortunado resbalón de Mascherano para llevarse el balón por banda izquierda y deja atrás para que Ander haga un golazo ante el que nada pudo hacer Valdés. El canterano blaugrana recibía un gol casi 900 minutos después. Alves tuvo el empate justo después y volvió a salvar Iraizoz, pero acto seguido un excepcional centro desde banda izquierda de Abidal, lo aprovechó Cesc para hacer el empate con un excepcional cabezazo. El empate llegaba sólo 4 minutos después del gol del Athletic. De ahí al descanso, fue el Barça el que rondó el segundo más que el Athletic, aunque siguió siendo un partidazo por ambas partes. Sobre todo Messi e Iniesta rondaron el gol que ponía por delante al Barça. Por su parte, el Athletic estuvo cerca en una ocasión de Muniain tras un pase genial de Ander. También hubo un más que posible penalti de Adriano que el árbitro (ni el linier) no vio. De este modo, al descanso se llegó con 1-1 y la sensación de que estábamos viendo un partidazo.

En la segunda parte, todo quedaba marcado por el estado del campo: había seguido lloviendo y el campo estaba realmente pesado, el balón no rodaba. Conforme pasaban los minutos, el campo se volvía más pesado y el partido cada vez era más trabado. Por esta razón, el Barça trató de ir a buscar el segundo desde el comienzo de la segunda mitad, pero sin suerte. Iniesta y Messi volvieron a evidenciar que no era su día de cara a puerta. Así pasaban los minutos hasta que una nueva jugada infortunada a la salida de un córner, acabó en el segundo gol del Athletic: gol en propia puerta de Piqué tras una serie de carambolas en el área pequeña. Era el minuto 80 y al Barça le entraron las prisas porque veía que se le escapaba la liga. Por eso, tuvimos 4 ocasiones claras antes del gol del empate final. Messi, Villa, Iniesta y otra vez Villa tuvieron ocasiones para hacer el empate en esa avalancha blaugrana, pero no parecía que hoy fuera el día de los atacantes del Barça. El Athletic se quedó con 10 por doble amarilla de Amorebieta ya en el minuto 90 y en el saque de esa falta llegó el gol de Messi que empataba el encuentro, aprovechando un nuevo barullo causado por el estado del terreno de juego. El Barça salvaba un punto in extremis en un campo muy difícil en una situación muy complicada.

De este modo, jornada nefasta para mis intereses: Osasuna pierde en el Bernabéu (previsible), pero lo hace de manera nuevamente estrepitosa (como ya ocurriera en el Camp Nou). Por lo tanto, nueva victoria cómoda del Madrid, máximo rival del Barça en la lucha por el campeonato liguero. Y, por otro lado, nuevo pinchazo del Barça, aunque fuera un empate en un campo tan difícil como San Mamés y fuera rescatando un punto en el último suspiro. Así las cosas, el Barça queda ya a 3 puntos de distancia del Madrid (muchos puntos en un liga tan complicada como esta) y Osasuna se queda en una agradable décima posición a 5 puntos de los puestos de descenso.

Pero como la vida sigue, toca lamerse las heridas, pensar en lo que se ha hecho mal y corregirlo y pasar página. De momento, toca pensar ya en la próxima jornada de liga: el Barça recibe al Zaragoza en un choque a priori propicio para recuperarse de este pinchazo y Osasuna recibe al Rayo en un duelo directo en la lucha por evitar descender. Lo mejor de todo, lo podré ver ya de vuelta en casa!!

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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