miércoles, 28 de septiembre de 2011

Partidazo en toda regla en Mestalla. Valencia - Barcelona: 2-2

Se presumía partidazo de escándalo en Mestalla y no defraudó. El que hasta esta jornada era líder demostró que esa teoría de dos equipos en la liga y el resto meras comparsas es una tontería, al menos a estas alturas de la temporada. Al final, probablemente, quede demostrado que, efectivamente, Madrid y Barça están a un nivel diferente al resto de equipos y esa diferencia se vea refrendada en puntos, pero aún es muy pronto para hacer esas conjeturas. El Valencia fue fiel a su estilo y le jugó de tú a tú al Barça y durante muchos minutos lo tuvo dominado. El Barça, por su parte también fue fiel a su estilo y acabó estando muy cerca de llevarse los 3 puntos. Un partido de poder a poder con dos estilos claramente diferenciados.

El Barça salió con su ya habitual 3-4-3 de esta temporada y esta vez a punto estuvo de salirle cruz. Dice Guardiola que si pone este esquema es para que su equipo ataque mejor y, ya sabemos, no hay mejor defena que un buen ataque. Sin embargo, este Valencia te mata con sus recuperaciones en el centro del campo y sus rápidas salidas al contragolpe. Y lo demostró en este partido.

El encuentro comenzó de manera vibrante. La primera ocasión fue para Pedro a pase de Messi, pero remató en posición muy forzada. A los 11 minutos, en el primer acercamiento che, llegó el 1-0 cuando Abidal desvío un centro de Mathieu y acabó metiéndose el balón en su propia portería. Sin embargo, el Barça respondió enseguida, en 2 minutos: nuevamente Messi encuentra a Pedro en un pase entre líneas y esta vez no falla el tinerfeño. A los 16 minutos llegó la primera jugada polémica del encuentro: Rami llega tarde al cruce y derriba claramente a Messi dentro del área. Penalti clarísimo que el árbitro no quiso pitar y que encima debía haber supuesto la segunda amarilla al jugador del Valencia. Poco después, en una nueva contra, el Valencia pilló otra vez a la defensa del Barça por su flanco derecho y Mathieu sirvió el balón en bandeja para que Pablo Hernández hiciera el segundo. El Barça acusó el golpe y de ahí al final de la primera mitad llegaron los mejores minutos del Valencia. Soldado tuvo en sus botas el tercero, pero incomprensiblemente mandó fuera el balón. Por lo tanto, con ese 2-1 se terminó la trepidante primera parte. El Valencia podía haber matado el partido, pero el Barça seguía vivo. Eso sí, el Barça también podía haber decantado el partido a su favor (penalti y expulsión con 1-1), si el árbitro no se hubiera equivocado.

La segunda parte comenzó igual que había terminado la primera, con el Valencia mejor y rondando el tercero. Sin embargo, poco a poco se les fue acabando la gasolina y el Barça logró imponer su juego. Ya avisó Villa con un disparo desde fuera del área que atrapó bien Guaita y 5 minutos después Mascherano se encontró con la cruceta con un lanzamiento desde fuera del área. En el 74, Messi se plantó solo ante el portero valencianista, pero, aunque parezca mentira, no supo concretar y Guaita le acabó ganando la partida (con la ayuda de Rami). Sin embargo, sólo 2 minutos después se desquitó la Pulga con un estratosférico pase a Cesc que lo dejó solo delante del portero. No falló Fabregas. Y aún pudo llevarse el encuentro el Barça en una triple ocasión de Villa, Adriano y Messi, pero ninguno supo concretar (he de decir que la única ocasión clarísima era la de Villa, tras un nuevo pase estratosférico de Messi). Además, cuando el partido languidecía, el árbitro se comió otro penalti a Messi, esta vez de Miguel. No sé si para compensar o qué, pero acabó expulsando a Jordi Alba, imagino que por insultar al linier.

Al final, empate a 2, un resultado que se puede considerar justo. El Valencia le jugó de tú a tú al Barça hasta que le duró la gasolina (e incluso me atrevería a decir que fue superior en muchas fases del encuentro). Pero en los minutos finales el Barça terminó por imponer su ritmo y a punto estuvo de llevarse el partido. El árbitro también pudo tener incidencia sobre el resultado, pero nunca me ha gustado hablar de la justicia de un resultado en base a la labor arbitral. Para mí, ya digo, juntando todo, se puede hablar de resultado justo. Desde luego, no me equivoco si digo que fue un verdadero partidazo.

Sorprendentemente, el Madrid también empató en su visita a Santander, por lo que, contra todo pronóstico, seguimos por delante de ellos a pesar de ya haber empatado dos partidos. Ahora nos toca recibir al Atlético en el Camp Nou. Tradicionalmente, siempre ha sido un partido de muchos goles y, en los últimos años, casi siempre sale goleado el Atlético del Nou Camp, pero este año parece que puede ser diferente: el Atlético ha armado un equipo bastante competitivo, llega tras dos goleadas consecutivas y con el pichichi (Falcao) y el Zamora (Courtois) actuales. No pinta fácil. Como siempre, el mejor de los deseos para el equipo culé.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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