sábado, 14 de abril de 2012

Continuamos con la persecución. Mallorca - Barcelona: 0-2

De regreso yo ya en España tras mi inolvidable experiencia en Las Vegas y después de muchísimas jornadas en que Barça y Osasuna jugaban en el mismo día (5 jornadas consecutivas, si no me equivoco), en esta jornada 30, volvían a hacerlo en días separados. El Barça buscaba mantener la distancia de 6 puntos con el Madrid logrando la victoria en Mallorca. Y lo logró, aunque con mucho sufrimiento.

El partido no fue nada lúcido para el Barça y no se sintió cómodo en ningún momento. Como suele ocurrir, teníamos muchísima posesión de balón, pero el Mallorca no parecía sentirse incómodo con el guión de partido que le planteábamos. De hecho, no lográbamos llegar con demasiado peligro a la portería de Aouate. Sólo una ocasión remarcable en los primeros minutos: un mano a mano de Messi con Aouate que el argentino trató de definir con una vaselina y el israelí aguantó muy bien para acabar sacando el balón con la cara. El Mallorca, por su parte, fiaba su partido a cazar una contra y tuvo su ocasión con un cabezazo de Álvaro que se marchó fuera por poco. El partido estaba así de trabado, hasta que se desatascó en cierta manera con el primer gol del partido, obra de Messi (quién si no): falta lateral que bota el argentino y que nadie parece tocar (aunque hay duda de si lo hace Alexis); el balón bota y se acabó colando pegado al poste de la portería bermellona. El gol llegó en el minuto 25 y el acta del árbitro se lo da a Messi. En el minuto 33, a punto estuvimos de sentenciar el encuentro, pero el disparo de Alexis se acabó estrellando en el larguero tras tocar en un defensa. Con ese exiguo resultado se llegó al descanso.

Y en la segunda parte, como ya nos ocurriera hace pocas jornadas en casa ante el Sporting, el partido se nos complicaba por una expulsión rigurosa. Esta vez fue Thiago quien vio la segunda amarilla por una supuesta mano en el minuto 11 de la segunda mitad. Y lo cierto es que teníamos 34 minutos por delante en inferioridad y esta vez el reto era fuera de casa. Por lo menos, al contrario de lo que ocurriera ante el Sporting, no sufrimos el mazazo de recibir el gol del empate poco después. De hecho, fue Messi quien estuvo más cerca de hacer el segundo. A pesar de que el Mallorca no era capaz de llegarnos con excesivo peligro, conforme iban pasando los minutos, iban creciendo los miedos en nuestros interiores: miedo a perder el hilo de vida que nos queda. Así estaba el partido hasta que logramos el segundo gol, el que nos dio la tranquilidad definitiva: obra de Piqué tras aprovechar un disparo al palo de Messi. Era el minuto 78 e hizo que, al menos, viviéramos con algo más de tranquilidad los últimos 12 minutos. Poco más ocurrió en el partido desde ese momento hasta el final.

Al final, importante 0-2 en situaciones adversas que nos permite mantenernos con este hilo de vida que nos ha dado el Madrid con sus últimos pinchazos. Mantenemos la desventaja de 6 puntos. La próxima jornada, en casa ante el Athletic. Pero ahora toca ya volver a pensar en la Champions: jugamos la ida de los cuartos de final en San Siro ante el Milán. Desde luego, no será una empresa nada fácil, y necesitaremos de toda nuestra concentración.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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