Mal momento. Stuttgart - Barcelona: 1-1

Lo mejor, sin ninguna duda, fue el resultado. Lograr un empate a uno fuera de casa es bastante buen resultado, y más jugando como se jugó.

Lo cierto es que el Barcelona está pasando por un mal momento en esta fase de la temporada y no se encuentra la fluidez en el juego de antaño. En Stuttgart pudimos llevarnos un 3-0 en la primera mitad que hubiese puesto la eliminatoria demasiado cuesta arriba. Sin embargo, los fallos rivales, las paradas de Valdés y alguna decisión arbitral nos mantuvieron vivos en el partido.

Lo cierto es que la primera mitad del partido ante el Stuttgart es la peor que yo recuerde de la era Guardiola. El Stuttgart nos pasó por encima y no fuimos capaces de imponernos en ningún momento. Desde el principio se vio que no estábamos y en una de las primeras jugadas, Piqué cometió un penalti por mano tan claro como innecesario. Sin embargo, el árbitro no vio intencionalidad en la acción y nos salvamos. Poco des pués llegó el gol del Stuttgart en un centro muy preciso que Cacau mandó a la red. Poco se puede reprochar a la defensa en el gol. Golazo. Tras el gol el equipo continuó igual de errático y sólo el nivel bajo del rival nos salvó. Eso sí, Messi estuvo a punto de hacer el empate en una jugada aislada que terminó en el palo de Lehmann. Antes, otro penalti reclamado por el Stuttgart por empujón de Márquez (éste no lo fue, sinceramente).

Lo mejor fue que el árbitro pitó el descanso y Guardiola tenía 15 minutos para espabilar a sus pupilos. La segunda parte ya fue diferente y el Barcelona sí logró imponer su juego, aunque, como viene ocurriendo en los últimos encuentros, no fue capaz de mover el balón tan rápidamente como se hacía el año pasado. Aún así, ya digo, logramos imponer nuestro juego y dominamos el encuentro. Tampoco es que tuviéramos muchas ocasiones, pero una de las pocas que tuvimos, la supimos aprovechar para empatar el encuentro. Un balón luchado por Piqué lo aprovechó Zlatan para (a la segunda, eso sí) marcar un gol muy importante.

Tras el gol sí que daba la sensación de que el Barça podía sentenciar la eliminatoria. Pero esa sensación duró muy pocos minutos y el partido acabó volviendo a la misma situación: dominio de balón pero sin crear sensaciones de peligro. Así fue hasta el final del partido. Lo mejor, lo dicho, el resultado.

No fue un buen partido en líneas generales del equipo:

• Valdés: Bien. El mejor. Varias intervenciones de mérito suyas salvaron al equipo de complicarse mucho la eliminatoria.
• Puyol: Aprobado. No es Alves y el equipo lo nota cuando juega de lateral derecho.
• Márquez: Suspenso. No está en forma el mexicano. Horroroso partido el suyo.
• Piqué: Aprobado. Sin hacer (ni mucho menos) un buen partido, da gusto verle salir con el balón desde la defensa. Suya fue la asistencia del gol, además.
• Maxwell: Suspenso. Nada de nada.
• Busquets: Aprobado. Mejoró cuando Pep retrasó su posición. De todas formas, sigue perdiendo balones en zonas que no debería hacerlo.
• Touré: Suspenso. Otro que no está.
• Xavi: Suspenso. Me duele suspenderle pero no está dando el nivel últimamente y el equipo lo acusa.
• Messi: Suspenso. Debemos esperar mucho más del argentino.
• Zlatan: Aprobado. Aprueba gracias a que hizo el gol, porque no hizo nada más.
• Iniesta: Suspenso. Otro que tiene que coger el nivel, por nuestro bien.
• Guardiola: Bien. Dio en el clavo en los cambios. No tanto por los que entraban (Milito y Henry tampoco es que solucionaran el encuentro), si no por los que quitó (Touré y Márquez).

Curiosamente, revisando mis anotaciones del año pasado, por estas fechas el Barça también pasó por un bache como por el que estamos pasando ahora. De hecho, tras la ida ante el Olympique, también comenté que lo único bueno había sido el resultado y ya sabemos cómo acabó todo después (goleada al Olympique y todos los títulos que vinieron después). Esperemos que esto sea un indicativo y que la temporada sea como la del año pasado. Ojalá...

De momento, el sábado no podemos pinchar ante el Málaga para mantener el pulso por la liga con el Real Madrid.

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!