viernes, 19 de febrero de 2010

Un domingo aciago. Sevilla - Osasuna: 1-0 Atlético - Barcelona: 2-1

¿Quién me mandaría levantarme de la cama?. Eso es lo que me preguntaba yo el domingo a las 23:00 después de haber visto de manera consecutiva los partidos de Osasuna y Barça en Sevilla y ante el Atlético, respectivamente.
Porque el sábado había sido movido y había dormido de muy malas maneras, me eché siesta después de comer (algo que no acostumbro a hacer, por cierto). Eso sí, me puse la alarma a las 18:55 para poder ver el partido de Osasuna en GolTV y luego encadenarlo con el del Barça a través de Internet.
Voy a empezar a dejar de ver a Osasuna en televisión. Siempre que los veo, pierden. Esta vez parecía que podía ser distinto: el equipo llegaba en una buena dinámica (más de resultados que de juego, esa es la verdad) y el Sevilla tampoco está para tirar cohetes.
El partido comenzó bien. Un Osasuna perfectamente plantado en el campo se atrevía, incluso, a discutirle la posesión al conjunto hispalense. Lo cierto es que tampoco creábamos ocasiones de gol, pero lo más importante es que Osasuna dominaba el encuentro sin sufrir demasiado.
Sin embargo, todo cambió en un fallo en cadena del equipo: todo se origina en un pase horroroso de Puñal al lateral derecho (en esta ocasión era Echaide por la baja por sanción de Azpilicueta) pilló a Echaide a contrapié y permitió a Navas subir la banda sin oposición (ahí falló la cobertura por parte de Sergio, que llegó tarde) para poner un centro que remató perfectamente Luis Fabiano, adelantándose a Flaño (otro fallo más). Nada pudo hacer Ricardo, eso sí.
De esta forma, el partido se complicó de manera irremediable: Osasuna, si no se adelanta en el marcador (y más ante un equipo como el Sevilla), es muy difícil que saque algo positivo. Efectivamente, poco o nada hizo el equipo para merecer el empate (tampoco hizo nada el Sevilla, pero ellos ya habían cumplido) y, de esta forma, en un partido para olvidar por parte de ambos conjuntos, se llegó al final con ese 1-0.
Lo dicho, horroroso partido y fin a la sensacional racha. Lo bueno es eso, que gracias a esa racha, estamos en una posición relativamente cómoda en la tabla.
Nada más acabar Osasuna, jugaba el Barça en el Calderón ante un equipo que siempre nos complica la vida en su campo y lo hacía con muchísimas bajas (sobre todo en defensa). Esto, y más teniendo en frente a una delantera de primer nivel mundial como son Agüero y Forlán, es una losa demasiado grande.
Aún así, creo que el encuentro no se perdió por las bajas en defensa, si no por el horroroso encuentro de nuestras mejores armas: los bajitos. Igual que siempre se les alaba, es de recibo criticarles cuando lo hacen mal (muy pocas veces, por cierto). En mi vida había visto fallar tantos pases a Xavi e Iniesta y esos errores provocaban rápidos contragolpes a favor del Atlético.
Si a esto le unes que el Atlético se adelantó enseguida en el marcador, pues el Atlético tenía el partido donde quería: defendiendo atrás y rápidos contragolpes para sorprender. Por cierto, me pareció que el Atlético jugó bastante bien (lástima que no lo haga así ni la mitad de los encuentros). El primer gol vino tras un jugadón de Reyes que metió un pase en profundidad genial para Forlán, quien no desaprovechó el regalo y batió a Valdés.
Lo cierto es que el Atlético nos pilló en varias ocasiones con la defensa adelantada y se quedó en varios mano a mano con Valdés que no supieron aprovechar. Así, antes del 2-0, Agüero desaprovechó una ocasión magnífica por tratar de ser demasiado generoso. El 2-0 vino en una falta directa magnífica de Simao. Eso sí, fue al palo del portero y ya sabéis lo que pienso de las faltas tiradas al palo del portero (si entran, es culpa del portero). He de decir que la falta está muy bien tirada, también es cierto.
Y ese era el panorama, 2-0 antes de la media hora de partido y la sensación de que no se estaba dominando el encuentro. Por suerte, se logró el 2-1 relativamente pronto (Zlatan a la salida de un córner), lo que nos mantenía en el partido. Lo cierto es que hasta el final de la primera parte y al comienzo de la segunda, el equipo dominó el encuentro y daba la sensación de que se iba a empatar el encuentro. Sin embargo, el segundo gol no llegó y de ahí hasta el final nos perdimos del todo. No funcionaban Xavi e Iniesta y no se tenía el control de la situación. Poco o nada se hizo para tratar de empatar y el resultado se mantuvo 2-1 en contra hasta el final.
Primera derrota en liga del Barça y el Madrid que se vuelve a colocar a 2 puntos. Para los que lo dudaban, hay liga, mucha liga. Todo vuelve a hacer indicar que el Clásico en el Bernabéu volverá a ser decisivo (de hecho, ambos conjuntos dependen de sí mismos). Pero hasta entonces, aún pueden pasar muchas cosas...
Lo dicho, mejor si hubiera dormido del tirón hasta el día siguiente, visto lo visto. Esperemos que el fin de semana siguiente nos vaya mejor. Los dos juegan en casa: el Barça ante el Rácing y Osasuna ante el Valladolid. Hay que ganar en ambos casos!!!
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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