martes, 23 de febrero de 2010

Si no vas a ganar, no pierdas. Osasuna - Valladolid: 1-1

Ya lo comentaba yo: "si no ganan, al menos, que no pierdan este partido". Parece que los jugadores rojillos me oyeron, porque tan sólo reaccionaron al recibir el golpe del gol en contra. Pero vayamos por partes...

El Valladolid llegaba a Pamplona en puestos de descenso y Osasuna en una situación envidiable (a pesar de la derrota de la última jornada en Sevilla), lo que hacía que, de ganar, se daría un extraordinario paso adelante en el paso hacia la salvación. Sin embargo, Osasuna no salió con la intensidad apropiada y a punto estuvimos de volver a cometer los mismos errores de la temporada anterior (me vienen a la mente los encuentros en casa ante Recreativo o Málaga que nos condenaron a una últimas jornadas de infarto).

Normalmente, Osasuna nos tiene acostumbrados a apretar durante los primeros minutos del encuentro para, si se puede, lograr un gol que encarrile el encuentro o, si no se puede, intimidar al rival y demostrarle que no le va a resultar nada fácil sacar nada positivo de este campo. Sin embargo, en esta ocasión, ni eso no hicimos. Los primeros minutos fueron, como el encuentro en su gran parte, totalmente insulsos. Nada ocurría, ningún equipo dominaba y al Valladolid (con las bajas que presentaba) tampoco parecía que le diera para más.

Así pasaba el tiempo, sin dar la sensación de que algún equipo fuera a marcar gol. Aún así, en esta primera mitad hubo 3 palos: 2 para Osasuna, en un remate espectacular de Pandiani y en una falta lanzada a la escuadra por Nekounam; y uno para el Valladolid, en un disparo desde fuera del área.

Al descanso se llegó con 0-0 y en el comienzo de la segunda yo volví a esperar que los rojillos salieran con más intensidad (pobre iluso), pero no lo hicieron. El partido continuó en la misma línea, incluyendo los destellos de los disparos al palo (otra vez Nekounam con un disparo desde fuera del área). Lo único que cambió esta línea fue la entrada al campo de Medunjanin (no llego a entender cómo este jugador no es titular). En un saque del portero, el bosnio bajó el balón con el pecho y de un derechazo mandó el balón a la escuadra. Golazo. Parecía que íbamos a volver a caer en los errores del año pasado...
Pero no fue así. El equipo supo sacar el orgullo a relucir y, al menos, empatar el encuentro. También influyeron los cambios: las entradas al campo de Juanfran y Rúper. Este último puso un centro magnífico para que Camuñas en la misma línea de gol lo rematara y empatara el encuentro. Un minuto antes el Valladolid había desperdiciado una ocasión magnífica para poner el 0-2 y sentenciar el encuentro. Buena parada de Ricardo, por cierto.
A partir de ese gol, daba la sensación que el partido iba a caer de nuestro lado y prácticamente encerramos al Valladolid en su medio campo, pero el resultado no se movió y ambos equipos debieron contentarse. Lo único bueno del encuentro fue que, a pesar de jugar muy mal, lo más justo hubiera sido una victoria nuestra. También cabe destacar los últimos minutos del encuentro. Lo que no puede ser es precisamente eso, que juguemos tan mal al fútbol y que dé la sensación que sólo reaccionemos en los momentos adversos.
El próximo domingo, viajamos a Gijón, donde tendremos una nueva oportunidad de dar un gran paso hacia la salvación. A ver si ahí sí que lo logramos...
¡AUPA OSASUNA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario