miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mucho león para nuestros gatitos. Athletic - Osasuna: 2-0

Vamos a hacer un ejercicio de sinceridad: el Athletic, este año, es mucho mejor equipo que nosotros. Hace unos días, comentábamos durante la comida en el trabajo que si el Athletic perdía en Zaragoza y Osasuna le ganaba al Mallorca, ambos equipos llegarían al duelo prácticamente igualados y el Athletic se podría poner nervioso. Lo cierto es que Osasuna perdió y el Athletic ganó en Zaragoza, con lo que llegaron muy distanciados en la tabla al encuentro (yo creo que la distancia marca la diferencia entre ambos equipos fielmente).
Nuevamente, debo excusarme en primer lugar ya que no vi el partido (estaba viendo la final del Barça), aunque lo seguí por mi móvil en internet (al menos, los primeros 10 minutos). No se puede permitir Osasuna regalar un encuentro en los primeros 10 minutos. Salimos sin la intensidad adecuada y el Athletic supo aprovecharlo: en una de las primeras jugadas, Llorente se marcha con demasiada facilidad de Josetxo y pone el centro de la muerte para que Yeste hiciera el 1-0. No se había llegado ni al minuto 2 de partido. Imperdonable.
Además, el equipo no supo reaccionar y se llevó un buen baile del Athletic a lo largo de toda la primera mitad. Más o menos en el minuto 10, Llorente controla de espaldas a portería un balón en el borde del área y, ante la pasividad de Sergio, se da media vuelta y manda un disparo cruzado lejos del alcance de Ricardo. Ya antes había merecido el Athletic el segundo y a lo largo de la primera mitad, tal vez, lo justo hubiera sido un 4-0 a favor de los leones. Unas veces por acierto de Ricardo y otra por errores de los atacantes bilbaínos, el marcador se mantuvo 2-0 hasta el final de la primera parte (hasta el final del encuentro, verdaderamente).
La segunda parte debió ser de estas típicas que casi mejor si no se juegan: el Athletic bajó el ritmo (no le hacía falta) y Osasuna era incapaz de presionar de algún modo al Athletic. Ni una ocasión de peligro llegamos a generar (y eso que Camacho acabó recurriendo a dar entrada al olvidado, Portillo).
Lo peor es que la sensación de fútbol es muy negativa: no jugamos a nada y sólo podemos plantearnos algo cuando jugamos con nuestros dos delanteros titulares: Pandiani y Aranda. De momento, seguimos con cierto margen sobre los puestos de descenso, pero poco tardaremos en complicarnos aún más la vida si seguimos así. El próximo encuentro, en casa ante un Madrid que comienza a ganar y a jugar bien, encima. Esperemos que lleguen a tiempo nuestros delanteros...
Obviamente, yo bajaré al campo a tratar de ser el jugador número 12 (hará falta).
¡AUPA OSASUNA!

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