lunes, 28 de diciembre de 2009

Guardiola. Un entrenador que ha cambiado el fútbol en un solo año

Lo que ha logrado el Barça esta temporada es algo inalcanzable para nadie más a lo largo de la historia (nadie había logrado ganar en un año todos los títulos oficiales a los que optaba) y, probablemente, es difícil que nadie lo logre de tal forma que nosotros lo vivamos. Estamos, por tanto, ante un hecho histórico (legendario) y por esta razón, considero importante hacer un pequeño homenaje a este equipo (y más concretamente, a su entrenador, Guardiola) con este post.
Todavía tiene más tintes de heroicidad la hazaña del Barcelona en 2009 si echamos la vista atrás y vemos de dónde veníamos:
Veníamos de un equipo que había tocado techo con la consecución del doblete (liga y champions) en 2006 de la mano de un Ronaldinho inolvidable. Sin embargo, tras ese doblete el equipo se acomodó y se acabaron las ganas de ganar títulos dando paso a dos años desastrosos (2007, con la pérdida de la liga en ese partido de infausto recuerdo en casa ante el Espanyol y 2008, el año del pasillo en el Bernabéu). Las estrellas se habían apagado y ya no brillaban ni Henry, ni Ronaldinho, ni Deco. Además, Rijkaard se veía superado por la situación y Laporta decidió dar un cambio de rumbo.
Tras muchas dudas, se optó para este cambio de rumbo por depositar la confianza en un hombre de la casa, el hasta ese día, técnico del filial (al que ascendió a 2ªB), Josep Guardiola. Pocos confiábamos en él (me atreví a afirmar que no comería ni las uvas de 2008), yo creo que ni siquiera el propio Laporta lo hacía, pero, poco a poco, fue ganándose primero el respeto y luego la admiración de todos. Sus primeras decisiones fueron controvertidas: no quería ni a Deco, ni a Ronaldinho, ni a Eto'o en su proyecto. Quería purgar al equipo y consideraba que esos 3 jugadores (aunque muy buenos) eran un mal endémico para el equipo. Su proyecto pivotaría sobre la nueva estrella emergente, Messi y, sorprendentemente, se quedaba con un Henry que parecía que ya no iba a recuperar su nivel de años anteriores. A Deco y a Ronaldinho se les logró buscar salida, pero a Eto'o no (en parte, porque el camerunés no estaba dispuesto a irse fácilmente) y Guardiola tuvo que tragar y quedarse con Samuel. Ahí, está una de las claves del éxito del Barça este año: Guardiola supo manejar a Eto'o y lograr que sus salidas de tono fueran mínimas y potenciar su hambre goleador. Eto'o, a base de goles en pretemporada, se ganó una titularidad que no desperdició.
Los fichajes (si obviamos el de Dani Alves) tampoco parecían nada del otro mundo: Piqué, Keyta, Cáceres, Hleb. Es decir, el Barça debía afrontar la renovación de la ilusión con, prácticamente, la misma plantilla que en años anteriores. De estos fichajes, Hleb y Cáceres no triunfaron (de hecho, ya no están en la plantilla), Keyta tampoco (lo está haciendo este año) y tan sólo Piqué (impresionante su descubrimiento) y Alves cuajaron. Mención especial merece el brasileño, para mí, uno de los jugadores más desequilibrantes del planeta fútbol (y eso es muy difícil partiendo del lateral). Lo que ocurrió es que Guardiola supo reactivar a grandes jugadores que se habían estancado en los dos últimos años (Xavi, Iniesta, Henry, ...) y, además, introdujo chavales del filial totalmente desconocidos que le dieron un rendimiento excepcional (Busquets es el mayor ejemplo, pero también están los casos de Pedro -famosísimo, hoy en día- o de Jeffren, por ejemplo).
Con esta plantilla afrontaba el Barça una temporada que se suponía de transición: los logros debían llegar a partir de la segunda campaña. Los dos primeros partidos se saldaron con una derrota y un empate en casa ante Numancia y Rácing, respectivamente. Parecía que el rumbo no se enderezaba. Sin embargo, ya se atisbaban detalles de lo que iba a ser el Barça a lo largo del resto de la temporada: dominador de los partidos en su totalidad. La gente comenzó a ponerse nerviosa. Sin embargo, Guardiola no. Él confiaba en su filosofía y sabía que sus jugadores acabarían interpretándola a las mil maravillas. Así, llegaron las balsámicas palizas ante Sporting de Lisboa y de Gijón y las aguas volvieron a su cauce.
Después, ya todos sabemos lo que vino: un sin fín de victorias y demostraciones de buen fútbol que llevaron a la prensa nacional a hablar de un posible triplete (algo que nadie había conseguido hasta la fecha). Para lograr ese triplete, el Barça debía superar lo que yo catalogué como el MegaEverest (Sevilla, Valencia, Real Madrid y Villarreal en liga; Chelsea en semifinales de la champions y Athletic en la final de la copa) y a fe que lo hizo: con demostraciones como el 4-0 al Sevilla (sin Messi, por cierto) o el famoso 2-6 en el Bernabéu o el 4-1 en la final de la copa, pero también con sufrimiento como la agónica eliminatoria ante el Chelsea (gracias, Andrés). En todas estas victorias se notó la mano de Pep, como en la fantástica lectura del partido en el Bernabéu al poner a Messi de falso delantero centro
Tras el MegaEverest, quedó claro que el Barça era el mejor en las competiciones domésticas (ya tenía las dos atadas) y ahora sólo faltaba rubricar una temporada de ensueño ganado al (hasta entonces) actual campeón de Europa en la final de Roma. El Barça venció 2-0 y el planeta se rindió ante esta maravilla de equipo. No podemos olvidar que en esta final el Barça viajó sin laterales y sin recambios en la zaga. Sin embargo, Guardiola se inventó una defensa improvisada, con Touré de central (ya lo había utilizado en la final de copa también), y el Manchester no creó excesivo peligro en todo el encuentro (salvo en los compases iniciales).
La temporada llegó a su fin con la hazaña del triplete y esta temporada el Barça podía aumentar su leyenda ganando las supercopas de Europa y España y el mundial de clubes. Ántes, había habido controversia por deshacerse de Eto'o y fichar a Zlatan. Se decía que se perdía más de lo que se ganaba. Yo así lo creo, pero por el momento no es así. Lo cierto es que el Barça vendió más de lo que fichó, quedando una plantilla corta, pero es que Guardiola confía muchísimo en los chavales del filial (ahí comienzan a aparecer Jeffren o Jonathan).
Esta temporada ha bajado mucho su nivel Henry (por lesiones, sobre todo), pero ha emergido la figura de Pedro, que se ha convertido en el protagonista de los 3 títulos logrados esta campaña. Tras una supercopa de España bastante tranquila ante el Athletic, el Barça sufrió para campeonar en Mónaco y tuvo que ser un gol en la prórroga de Pedro el que nos diera el título. Y hace menos de un mes, otra vez Pedro (con la ayuda de Messi) obró el milagro y consiguió el sexto título del año (y primer mundial de clubes para el club). Así se cerraba un 2009 perfecto, que será recordado siempre no solo por los culés si no por todo el mundo del fútbol.
En este año, Guardiola ha logrado sacar el máximo partido a sus jugadores (el año de Henry ha sido el mejor que le recuerdo en varios), ha introducido nuevas futuras estrellas a coste cero (Busquets, Pedro,...), ha convertido a Messi en una estrella infinita (lo que logra en el Barça no lo logra -aún- con su selección), nos ha sorprendido con una gran variedad (y un gran número de goles) de jugadas de estrategia, ha conseguido que a Xavi e Iniesta se les reconozca como lo que son, 2 estrellas mundiales, ha innovado con variantes tácticas al inamovible (desde los tiempos de Cruyff) 4-3-3: colocar a Messi en el centro en vez de en la derecha, colocar a Touré de central o, recientemente, retrasar a Messi hasta la posición de centrocampista creador,...
Parece que estemos hablando de los logros después de una larga época, ¿verdad?. Pues Pep lo ha logrado en poco más de un año. Y en este año el Barça ha logrado jugar el mejor fútbol que mis ojos hayan visto (y en esto coinciden muchos expertos), y no sólo eso, si no que también ha triunfado. Es decir, ha logrado títulos. Por eso, Guardiola lloró tras ganar el mundial de clubes. Lo que ha conseguido él, es más que probable que nadie lo vuelva a hacer.
Yo sólo espero que Pep continue con este nivel y que nos lleve a una era grandiosa para el club y para todos los culés. Para esto, como siempre ha dicho él, depende de sus jugadores: si ellos siguen con ese hambre de títulos y con esa humildad, se podrá lograr (siempre con esa pizca de suerte necesaria en todos los ámbitos de la vida, claro).
¡MUCHAS GRACIAS PEP!, ¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

1 comentario:

  1. Si perdemos seguiremos siendo los mejores...
    si ganamos seremos eternos.

    Guardiola

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