lunes, 9 de mayo de 2011

Segunda final en 3 años. Barcelona - Real Madrid: 1-1

Por fin se termina el rally de clásicos, una serie de 4 encuentros casi consecutivos que han defraudado en lo futbolístico muchísimo y que encima han generado un clima de crispación nada sano. Nunca había habido tantas diferencias entre culés y merengues como las hay ahora mismo. El partido vino marcado por el resultado de la ida y por las reacciones al mismo desde Madrid (donde se culpabilizaba de todo a la labor arbitral). Esta vez sí, el Madrid (más obligado que por voluntad propia) salió con un once ofensivo, tratando, a priori, de ir a buscar al Barça arriba. Eso sí, Mourinho quiso darle su toque al equipo dando entrada en el equipo inicial a Higuaín y Kaká, quienes evidenciaron estar faltos de ritmo tras haber salido recientemente de sus lesiones. Si para ello dejas a gente como Özil, Benzemá o Adebayor en el banquillo, las consecuencias sonaún peores. Guardiola, por su parte, salió con todo y no reservó nada, dejando a Keyta (providencial en el encuentro de ida) en el banquillo para dar entrada a Iniesta, que salía de una lesión. Alineaciones iniciales:

BARCELONA: Valdés – Alves, Mascherano, Piqué, Puyol – Busquets, Xavi, Iniesta – Messi, Villa, Pedro
REAL MADRID: Casillas – Arbeloa, Albiol, Carvalho, Marcelo – Lass, Xabi Alonso, Özil – Ronaldo, Higüaín, Di María

Si verdaderamente el Madrid pretendía buscar más arriba al Barça no lo sé, pero lo que sé es que no lo hizo o no pudo hacerlo. De hecho, el Barça gozó de un mayor número de ocasiones que en el encuentro de ida y dio la sensación de encontrarse más cómodo. Como contrapunto, el Madrid también daba mayor sensación de peligro sólo por el hecho de acumular tantos jugadores de calidad arriba. Eso sí, hubo jugadores que pasaron totalmente desapercibidos por el campo, lo que provocó que, realmente, el Madrid no lograra llegar con todo el peligro que daba sensación de poder crear. Kaká e Higuaín fueron sombras por el campo. Creo sinceramente que Mourinho se equivocó sacándolos de inicio. Cristiano, por su parte, se fue del Camp Nou sin hacer un solo disparo a puerta en todo el partido. En la primera parte el Barça tuvo varias ocasiones lo suficientemente claras como para haber dejado encarrilada la eliminatoria. Tardaron casi media hora en llegar las ocasiones, pero cuando lo hicieron llegaron todas juntas: Messi (por tres veces), Villa y Pedro gozaron de 4 ocasiones consecutivas en lo que fueron minutos de verdadero acos barcelonista. Aún así, Casillas mantuvo con vida a los suyos y al descanso se llegó con 0-0.

La segunda mitad comenzó con una jugada polémica que permitirá a los madridistas agarrarse a una nueva excusa para tratar de explicar la eliminación de su equipo. Si ya venían rebotados del arbitraje de la ida (para mí, sin ninguna razón), esta nueva jugada no ha hecho si no acrecentar sus quejas. Esta vez, he de decir que sí tienen razón en sus quejas (en parte, al menos): el árbitro se equivocó, aunque no lo hizo por "anular" el gol de Higuaín como se quejan los madridistas (pongo lo de anular entre comillas porque, en realidad, no se puede hablar de gol anulado ya que la jugada está invalidada ANTES del disparo del delantero argentino), si no por no conceder falta de Piqué a Cristiano en el inicio de esa jugada (una falta que era bastante peligrosa, por cierto). La verdad es que el arbitraje fue sibilinamente casero, no concediendo, por ejemplo, ninguna falta en nuestra frontal. En ese sentido sí que podría entender las quejas, aunque desde Madrid se exageran hasta el punto de hablar de conspiraciones, por lo que pierden cualquier tipo de razón. Esta jugada polémica se dio en el inicio de la segunda mitad: buen contragolpe del Madrid conducido por Cristiano, que se ve bloqueado (en falta clara) por Piqué. El balón sale rebotado y el portugués, al caer, cae sobre la pierna de Mascherano, provocando su caída. Estaba claro que Mascherano no iba a llegar al balón ni sin la caída de Cristiano, pero también es claro que la falta existe. El balóna acaba cayendo en los pies de Higuaín que bate a Valdés, pero el árbitro ya había pitado falta de Cristiano a Mascherano. Está claro: el árbitro se equivocó y debió pitar la falta de Piqué, pero no se equivocó por "anular" el gol. Esa jugada, dicen los madridistas, marcó el encuentro, y más cuando poco después Pedro puso por delante al Barça: excelente jugada del equipo de Guardiola con el balón sacado desde atrás: Valdés se la da de manera milimétrica a Alves, este avanza por la banda derecha y se la da a Iniesta en el centro y el manchego mete un excepcional pase al hueco para dejar a Pedro solo delante de Casillas y el canario no desaprovechó la ocasión. Ese partido mató la eliminatoria definitivamente, aunque el Madrid tuvo aún la vergüenza de no dejarse llevar. De este modo, logró el empate en una jugada de pundonor culminada por Marcelo. Faltaba casi media hora de partido y necesitaban 2 goles más, por lo que no era tampoco una utopía, aunque sí muy difícil. Sin embargo, el partido se fue enfriando con el paso de los minutos sin que ningún equipo lograra crear ocasiones y acabó terminando con este resultado de 1-1.

Así, el Barça vuelve a clasificarse a la segunda final en 3 años y volverá a encontrarse con el Manchester United. Un Manchester United que dio una auténtica exhibición en las semifinales ante el Schalke 04 de Raúl (sobre todo, en Alemania) y que será un rival realmente duro. Puede parecer que se trata de un rival inferior al que ya vencimos hace 2 años (de hecho, por nombres es así ya que mantienen el mismo bloque pero con dos megaestrellas menos, Cristiano y Tévez), pero no creo que sea así. Nadie daba un duro por ellos este año y han llegado hasta aquí de una manera inmaculada, gracias a su fuerza como conjunto, a los grandes momentos de forma de gente como Vidic, Ferdinand, Giggs o Rooney y a la aparición estelar de Chicarito. Es decir, no tengo ninguna duda de que va a ser una gran final en un estadio mítico (¡qué recuerdos!), aunque esté reconstruido. Pero de aquí a la final de Champions aún hay varias semanas por delante y ahora toca olvidarse momentáneamente del 28 de Mayo y centrarse en finiquitar cuanto antes la liga para poder preparar con tiempo la gran final. De momento, el fin de semana podemos sentenciar la liga si el Madrid no gana en Sevilla y nosotros ganamos al Espanyol en el Camp Nou. No será fácil puesto que se trata de un derbi local y el Espanyol tratará de amargarnos la fiesta, pero será bonito poder celebrar el título ante tu afición venciendo al rival de la ciudad. Mucha suerte!

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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