Ya no sé qué decir de mis dos equipos. Mientras Osasuna no para de darme disgustos, el Barça continua deleitándome y mostrándome momentos de auténtica belleza futbolística.En primer lugar, debo decir que estos partidos me pillaron muy lejos de casa, por lo que las sensaciones que me generaron se multiplicaron por 2000 (la cantidad de kilómetros que me separaban de mi casa).
Comenzaré por el sabor amargo (que además coincidió cronológicamente) de la derrota de Osasuna. Me veo como otros años: dejando escapar puntos en casa que al final podremos echar en falta. No podemos permitirnos perder en casa ente el Rácing, y menos teniendo en cuenta que aún tenemos que viajar a un montón de campos complicados, donde lo más lógico es que perdamos. Es decir, tenemos que sacar los puntos en casa!!!
Debo decir que por motivos ajenos a mí, sólo pude ver la primera parte del partido y un poco de la segunda (hasta el segundo gol cántabro). De hecho, ni siquiera he visto el resumen de la segunda parte entera. Fue tal la desazón que tuve al enterarme del marcador final, que no quise ni sufrir innecesariamente. En la primera parte el encuentro fue el típico encuentro de Osasuna: nada de fútbol y los minutos que van pasando sin que tengas la sensación de estar aprovechando el tiempo. Aún así, logramos adelantarnos en el marcador gracias a un gol de Flaño tras asistencia de Juanfran. Habíamos hecho lo más difícil. Sin embargo, no logramos mantener el marcador ni 5 minutos, ya que Colsa hizo uno de esos golazos (curiosamente, casi todos nos los marca a nosotros) tras enganchar un zurdazo desde la frontal que se coló por la escuadra. 1-1, lo cierto es que tampoco habíamos merecido adelantarnos en el marcador...
La segunda parte murió enseguida: una falta aparentemente sin peligro en el centro del campo la aprovechó el Racing para cobrar ventaja en el marcador. Increíble, el balón venía llovido y el remate tampoco va fuerte, va bombeado (otra vez Ricardo encajando por alto). Pasividad total. Inadmisible. Ya digo que a partir de ese gol no pude ver el partido, pero no es difícil imaginar cómo fue: impotencia rojilla y el Racing que acaba sentenciando el encuentro.
Hemos entrado en una dinámica muy mala de la que tenemos que salir como sea. No parece el próximo partido el más indicado para ello (viajamos al Camp Nou), así que nos podemos ver metidos ahí abajo muy pronto. Menos mal que los de abajo tampoco parece que levanten cabeza y la ventaja se sigue manteniendo en 8 puntos...
2 horas después, comenzó el Barça y ahí sí que estuve fiel a mi cita con mis colegas y unas cervezas (qué más podemos pedir, no?). Debo decir que llegué con un poco de retraso y que (siempre me ocurre lo mismo) me perdí el primer gol de Messi, pero bueno, que sea siempre así... Lo cierto es que la primera parte fue un verdadero asco, con un Barça que no jugó a nada y un Zaragoza que no sabía jugar a nada. Nada reseñable en toda la primera parte...
En realidad, todo el partido fue igual, pero la excelente actuación de Messi enmascaró cualquier falta de buen juego del equipo. Son muchas las veces ya seguidas en que la fotografía de mi post es Messi y eso (trato de poner una fotografía siempre representativa) habla sobre el momento de forma del rosarino y de la importancia que está teniendo Leo para que el Barça siga optando al título de liga.
En esta segunda parte dio un verdadero recital y demostró por qué es el mejor jugador del mundo. Involuntariamente, también ridiculizó a Zlatan (quien no tuvo su día de cara al gol) enseñándole cómo se hacen goles. El segundo gol fue precioso: la roba en el centro del campo, hace una especie de croqueta (no lo es porque lo hace sólo con la zurda) para regatear a Jarosik y marea a Contini para acabr batiendo de disparo raso a Roberto. Salvando las distancias, me recordó al gol de Ronaldo en Compostela.
Después, un par de ocasiones clarísimas falladas po Zlatan y, acto seguido, tercer gol de Leo (segundo hat-trick consecutivo en liga) con un tiro desde la frontal. Con 0-3 el equipo se confió y estuvimos a punto de pagarlo muy caro. Colunga en 2 mano a manos con Valdés, puso el 2-3 en el marcador y el miedo en el cuerpo a todos los culés (recordemos que cualquier traspiés se va a pagar muy caro). Sin embargo, ahí volvió a aprecer Messi para hacer una jugada igual o mejor que la del 0-2 para acabar forzando un penalti. Por cierto, Leo quiso animar a Zlatan y le dejó tirar el penalti. Era peligroso, puesto que un fallo del sueco podría haberlo matado anímicamente, pero no falló... 2-4 y seguimos con los mismos puntos y con la misma diferencia de goles que en la jornada anterior (el Madrid con 2 goles de ventaja).
Lo cierto es que no debemos obviar que el equipo no jugó bien y que sólo el gran momento de Messi nos libró de sufrir en exceso. Hay que mejorar si queremos ganar la liga y la Champions...
De momento, entre semana, nueva jornada de liga en la que se enfrentan Barça y Osasuna entre sí. Por mi parte, ahora mismo, me decanto por cualquier resultado menos el empate. Obviamente, prefiero que gane Osasuna, pero creo que el Barça necesita la victoria (ahora mismo, insisto, ya veremos a final de temporada) más. Desde luego, un empate no serviría ni a unos ni a otros...
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!
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