El Barcelona hizo buenos los pronósticos y se deshizo por dos goles a cero del Oporto portugués en la final de la supercopa de Europa. No fue, ni mucho menos, un partido fácil y costó mucho imponerse, pero al ritmo de Messi se logró un nuevo título, el decimosegundo de 15 posibles, como diría Guardiola: una barbaridad!
No pude ver el partido entero porque me pilló trabajando y sólo pude ver la segunda mitad, por lo que ya me encontré con 1-0. De todos modos, cuentan que el Oporto puso en muchas complicaciones al Barça, sobre todo en la primera mitad. El Oporto salió a Mónaco dispuesto a apretar desde el primer momento, siguiendo, en cierta medida, la línea que había marcado el Madrid en la supercopa de España. Así, ya en los primeros 10 minutos, el Oporto tuvo dos ocasiones: una falta lanzada arriba por Hulk y un disparo de Moutinho que hizo volar de manera espectacular a Valdés. El Barça respondió con una ocasión inmejorable de Pedro, que pecó de individualista. Sin embargo, era el Oporto el que, a pesar de no dominar la posesión del balón, marcaba el ritmo del encuentro y lo hacía pasar mal a los de Guardiola. Tampoco tenían ocasiones claras de gol, pero incomodaban al Barça. Esto fue cambiando poco a poco con el paso de los minutos y conforme el cansancio iba haciendo mella. Así, ya en los últimos minutos de la primera mitad, daba sensación de que el Barça se había hecho con el control del partido. Y en esas estaba el partido hasta que el Barça se encontró con el primero del partido: buena presión defensiva del equipo y fallo garrafal del colombiano Guarín que se la regala a Messi que en el mano a mano con Helton nos regaló un nuevo regate de ensueño para tumbar al portero y hacer a placer el primero. Sin haber hecho demasiado, al Barça le regalaron el 1-0. Con este resultado se llegó al descanso y con este resultado me encontré el partido.
En la segunda parte, el Oporto salió nuevamente dispuesto a seguir apretando arriba y a buscar el empate cuanto antes. Así, Víctor Valdés tuvo que volver a sacar una nueva mano providencial en un disparo de Guarín desde lejísimos. Esa fue, realmente, la única ocasión clara del Oporto en la segunda parte. Después, los minutos fueron transcurriendo a beneficio del Barça sin que ocurrieran cosas excepcionales. No había grandes ocasiones en ninguna de las dos áreas. Guardiola dio entrada a Alexis por Villa y a Busquets por un lesionado Adriano, por lo que tuvo que inventarse una nueva defensa. A falta de 10 minutos, también entró Cesc por Pedro. Justo antes, llegó la jugada polémica de la final: Abidal se entretiene en el área y acaba cometiendo penalti sobre Guarín. Penalti absurdo, pero penalti a fin de cuentas. El árbitro, para suerte nuestra, no lo señaló. A falta de 5 minutos el Oporto se quedó de manera justa con 10 por expulsión por doble amarilla de su central Rolando. Poco después, Cesc sentenció la final tras un pase excepcional de Messi. De ahí al final, Guarín se autoexpulsó por una entrada criminal a Mascherano e Iniesta estuvo cerca de hacer el tercero ya con el tiempo cumplido.
Al final, sin hacer un partido brillante, el Barça se acabó imponiendo por dos goles a cero a un correoso Oporto. De este modo, Guardiola supera a Cruyff y se convierte en el entrenador blaugrana con más títulos en la historia: en total, 12 de 15 posibles. Barbaridad. También Xavi pasa a a ser el jugador con más títulos de la historia del club. Y Messi puede repetir la gesta de Pedro y convertir en todas las competiciones oficiales. De todos modos, 7 goles oficiales lleva este equipo y en los 7 ha participado el argentino (4 goles y 3 asistencias). Este jugador es una bestia, y eso que aún no está ni muchísimo menos en forma. Con este título, además, superamos al Madrid y nos convertimos en el club de Europa con más títulos entre todas las competiciones. Se ha empezado la temporada de manera excepcional (2 títulos de 2). Esperemos que este equipo no baje su nivel de competitividad, porque si no lo bajan, seguiremos marcando el ritmo del fútbol actual. Ahora ya toca centrarse en la nueva temporada, comenzando con el primer enfrentamiento liguero: el lunes en el Camp Nou ante el Villarreal.
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!
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