miércoles, 29 de septiembre de 2010

Una gran victoria a un (no tan) alto precio. Atlético - Barcelona: 1-2

Este partido me dio tiempo a verlo por los pelos (de hecho, me perdí los primeros minutos de partido y, entre otras cosas, el primer gol del Barça): me pilló justo volviendo de Alcañiz. Menos mal que no tuvimos prácticamente atascos y llegamos bastante rápido a casa. Los primeros minutos hube de conformarlos con escucharlos con la radio del coche.

El Barça visitaba el Calderón con urgencias ya a estas alturas de la temporada (su debacle en la jornada anterior ante el Hércules unida a la victoria del Madrid en Anoeta el sábado hacía que el Barça jugará en el Bernabéu estando ya a cuatro puntos de su máximo rival). Un pinchazo hacía que la distancia con el Madrid se abriera hasta los 4 puntos (con la componente psicológica añadida de que hay más de un partido de diferencia) con sólo 9 en juego. Es decir, al Barça sólo le valía la victoria.

Con esa mentalidad salió el equipo (Guardiola se dejó de probaturas y sacó al equipo de gala y que prácticamente ya todos sabemos de memoria: Valdés, Alves, Puyol, Piqué, Maxwell -esta es la posición menos clara de todas-, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro, Villa y Messi) y se notó: desde el principio el Barça pasó a dominar el encuentro, aunque el Atlético salió también con la idea clara de presionar muy arriba al Barça y tratar de ahogarlo. Tan arriba presionaba que el Barça logró pillarle las espaldas en la jugada del primer gol: una pared excelente entre Villa y Messi dejó solo al asturiano delante de De Gea. En el mano a mano Villa la mandó a la cepa del poste, pero el rechace terminó llegando a Pedro que metió un nuevo pase estratosférico a la entrada en carrera de Messi que con un toque suave la mandó a la red por encima del brazo derecho de De Gea. Era el 0-1 y era muy importante.

El gol dio tranquilidad al Barça que continuó tocando y haciéndose con el ritmo del encuentro. Tuvo un par más de acercamientos con peligro (Piqué y Messi), pero el siguiente gol llegó en la primera jugada de ataque del Atlético (ya van 3 partidos seguidos en los que la primera que llegan nos la clavan): córner que se come Valdés y Raúl García cabecea a la red para poner el empate y la ilusión en la parroquia rojiblanca.

De todas formas no les duró mucho la euforia ya que siete minutos después llegó el segundo y definitivo gol blaugrana, como en el gol recibido, de córner (córner, por cierto, provocado por un excepcional contragolpe individual de Messi): Piqué controla con el pecho tras el fallo de Godín en el salto y fusila a la red. Muy importante este gol porque impidió la reacción psicológica del Atlético. Con ese 1-2 se llegó al descanso.

El comienzo de la segunda parte era otro de esos momentos críticos del encuentro, el Atlético podía salir en tromba a tratar de comerse psicológicamente al Barça, pero el conjunto blaugrana salió de la mejor manera posible, atacando. En esos minutos, De Gea se convirtió en el mejor jugador rojiblanco con muchísimas intervenciones de mérito. De hecho, esta fue la nota constante durante toda la segunda parte: ataque constante del Barça siempre contrarrestados de manera magistral por el joven portero rojiblanco. Lo mejor de todo es que de este modo (ataque y posesión total) el Barça logró lo que necesitaba: defender el resultado. Lo peor, obviamente, es que no se logró matar el encuentro y esto hizo que quedara siempre la incertidumbre de un posible gol del Atlético. Pero como dijo Guardiola después en la sala de prensa, el Barça jugó de cine.

Sin embargo, lo peor del partido llegó en los minutos de descuento. Una entrada brutal de Ujfalusi al tobillo de Messi terminó con la expulsión fulminante del checo y con la lesión del argentino. Las imágenes que veíamos (Messi llorando desconsoladamente y su tobillo hinchado cual pelota de tenis) nos hicieron pensar lo peor (lesión de larga duración), pero gracias a Dios, todo quedó en un susto y Messi estará de baja sólo 15 días (perdiéndose los encuentros ante el Sporting en casa y ante el Athletic en Bilbao). Menos mal, porque es una delicia ver jugar al argentino.

El Barça dio un paso muy grande en su lucha por revalidar el título logrando la victoria en un campo tradicionalmente muy difícil para ellos y logra no alejarse en exceso de la cabeza de la liga. Desde luego, este es el camino a seguir.

¡AUPA OSASUNA y ¡VISCA EL BARÇA!

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