martes, 28 de septiembre de 2010

Cuesta abajo y ¿sin frenos? Mallorca - Osasuna: 2-0

Y sigo sin haber visto ningún partido de Osasuna. Esta vez el partido me pilló de cámping de nuevo (viendo las motos en Alcañiz). Como en otras ocasiones me conformé con hacer un pequeño seguimiento del encuentro con el móvil, y muy de vez en cuando (lo cierto es que cuando Osasuna juega fuera siempre tengo la sensación de que vamos a jugar mal -pocas veces jugamos bien- y a perder y lo peor de todo es que mis sensaciones se suelen cumplir).

Osasuna jugaba el sábado a las 18.00 (un horario poco habitual para un equipo de perfil bajo) tras dos primeras jornadas decepcionantes (un punto y cero goles y la sensación de que no generamos peligro fácilmente). Visto desde un prisma algo más objetivo, la situación tampoco era catastrófica ya que el único pero era el empate sin goles de la primera jornada en casa ante el Almería (perder 1-0 en el Bernabéu nunca será una catástrofe para un equipo como Osasuna), pero las sensaciones no eran buenas.

Esas sensaciones negativas se vieron refrendadas (si no aumentadas) tras el partido de Mallorca. Osasuna volvió a ser incapaz de generar peligro en la meta rival y un par de errores defensivos terminaron condenando al equipo a una nueva derrota.

El partido estaba bastante igualado (los dos equipos merecían el 0-0) hasta la jugada clave del encuentro: Flaño cometé un penalti tan absurdo como claro, toca el balón con la mano en un centro del Mallorca. Chori Castro no desaprovechó la ocasión y desniveló el encuentro para los mallorquinistas. No podemos permitirnos semejantes errores de bulto. Si somos incapaces de generar peligro en ataque, al menos, que si nos hagan gol sea por mérito del rival y no por demérito nuestro. No podemos permitirnos semejantes regalos. Con ese 1-0 se llegó al descanso.

La segunda parte fue igual: nulidad en ambos conjuntos. Osasuna no dio en ningún momento la sensación de poder (parecía incluso que no querían) empatar el partido ante un rival que tampoco estaba haciendo nada. Las sensaciones fueron iguales que en el Bernabéu pero con el agravante de que el Mallorca no es el Real Madrid. Al final, en un nuevo fallo nuestro (la jugada vuelve a nacer de un córner a favor nuestro como ya ocurriera en el Bernabéu) el Mallorca terminó por matar el encuentro haciendo el 2-0 (obra de De Guzmán, el hermano del jugador del Depor).

Al final, 2-0, 1 punto en 3 jornadas y 0 goles a favor. Encima, entre semana, recibíamos a una Real Sociedad que hbía empezado fuerte la temporada (a pesar de su derrota en casa ante el Madrid). No pintaban bien las cosas para el equipo...

¡AUPA OSASUNA!

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