viernes, 23 de julio de 2010

Damià Abella

Tras la marcha de Azpilicueta al Olympique de Marsella (mucha suerte César, te echaremos de menos) estaba claro que era necesaria la incorporación de un jugador para suplirle. Finalmente, ese jugador ha acabado siendo Damià. Se ha hablado de muchas opciones (Stankevicius es la que llegó a sonar con más fuerza), pero finalmente ha sido este chaval salido de la cantera del Barça.

El hecho de haber salido de una cantera tan prolífica como la del Barça ya debería servir para tenerlo en consideración, y más si decimos que llegó a debutar con el primer equipo y jugó bastantes partidos durante una temporada a las órdenes de Frank Rijkaard. Sin embargo, nunca llegó a ser un jugador que me terminara de convencer ya cuando estaba en el Barça y menos aún en sus posteriores etapas en Santander y Sevilla (en el Betis). No me terminaba de convencer, como ya he dicho, ni siquiera en su etapa inicial en el Barça.

Tras un año bastante esperanzador en lo personal (parecía que contaba con la confianza del entrenador del Barça), llegó su momento más duro, con una lesión de larga duración. Desde entonces ya nunca confío con la confianza de Rijkaard y no volvió a jugar en el Barça. Por eso, decidió marcharse cedido al Racing donde no llegó a hacerse con un puesto de titular. El Barça lo terminó vendiendo al Betis, donde, aunque sí que ha jugado regularmente, tampoco ha destacado en exceso. Desde el Betis ha hecho las maletas para, en principio, ser el titular en el lateral derecho de Osasuna (no hay mucha competencia que digamos).

Se trata de un jugador de 28 años (por lo que tampoco estamos hablando de una joven promesa) que puede jugar de lateral o de interior derecho. Desde luego, no llega al nivel de Azpilicueta, pero creo que puede suplirlo perfectamente. Como siempre, le deseo la mejor de las suertes y espero que nos haga olvidar pronto a Azpi (buena señal sería).

¡AUPA OSASUNA!

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