Es hora de hacer balance sobre los (tradicionalemente) nefastos cuartos de final. Desde siempre, éste ha sido el techo de nuestra selección. Sin embargo, esta vez, España logró aguyentar todos los miedos y dar un paso hacia adelante. Aún así, hubo muchas más cosas en estos cuartos de final que ahora paso a comentar:
HOLANDA - BRASIL:
Fue uno de los 3 partidos de cuartos de final que tuve el placer de ver en directo. Holanda llegaba contando con victorias todos sus encuentros, pero había tenido un camino demasiado asequible hasta ese momento. Brasil, por su lado, llegaba dando claras muestras de que era el principal favorito del torneo tras su exhibición en octavos ante Chile. La primera parte mostró nuevamente la mejor cara de este Brasil (puntualizo lo de este Brasil porque, aún así, está muy lejos del nivel exhibido por brasiles anteriores), sobrio, seguro, atrás y con sus 3 estiletes arriba haciendo daño. Robinho adelantó a su selección aprovechando un buen pase de Melo entre líneas y un tremendo fallo de la defensa holandesa. Durante esa primera parte, Brasil dio muestras de mucha superioridad y, tal vez, mereció mayor renta.
La segunda mitad, sin embargo, fue diametralmente opuesta: Holanda logró sacar a la canarinha del encuentro con su fútbol rácano y a parones. Además, en un centro lateral llegó el empate tras un fallo de Melo y Julio César (aunque la FIFA diera el gol a Snejder) que puso aún más nerviosa a la selección brasileña. No mucho después llegaría el segundo gol holandés a la salida de un córner: peina Kuyt y remata Snejder. Ese gol sacó por completo a Brasil del encuentro, y ya no volvió más. De ahí al final, la tremenda agresión de Melo a Robben y las ocasiones perdidas de Holanda para sentenciar. El resultado final fue 2-1 y clasificó a Holanda para semifinales.
URUGUAY - GHANA:
No vi este encuentro y la verdad es que me pena no haberlo hecho. Parece que fue (sobre todo en los minutos finales) un partido muy movido y con mucha emoción. Este partido nos ha regalado dos o tres de los momentos más impresionantes del campeonato, pero vayamos por partes. El partido en la primera mitad fue feo, con mucho juego de centro del campo. A pesar de que fue Uruguay quien propuso más, fue Ghana el que se adelantó gracias a un disparo lejano de Muntari. Así se llegó al descanso. África entera tenía la ilusión de meter por primera vez a un equipo suyo en semifinales.
La segunda parte tuvo un guión muy similar al de la primera, pero esta vez fue Uruguay el que logró hacer gol y empatar el encuentro a través de un zapatazo de falta directa de Forlán. Desde ese momento hasta el final de los 90 minutos, mucho respeto y muy poco fútbol.
En la prórroga se produjeron los, probablemente, momentos más emocionantes de todo el campeonato. Es más, se produjeron en el último suspiro de la prórroga, porque los 30 minutos anteriores habían sido como los 90 primeros, para olvidar. En el último suspiro Ghana gozó de un córner a favor y tras varios rechaces Luis Suárez sacó con la mano (paradón, por cierto) desde la misma raya un balón que indudablemente iba dentro. Este fue el primer momentazo. Mientras Luis Suárez se marchaba al vestuario entre lágrimas, el delantero ghanés Gyan, quien hasta ese momento había hecho un mundial sensacional, estrelló el penalti en el larguero, coincidiendo con el pitido de final de partido y transformando las lágrimas de Luis Suárez en sonrisa: gracias a él, al menos, Uruguay seguía viva en el mundial. Segundo momentazo.
Y los penaltis fueron, una vez más, una lotería de la que esta vez salió victoriosa Uruguay (su portero paró dos mientras que el de Ghana sólo 1). El penalti decisivo le correspondió tirarlo al "Loco" Abreu, quien hizo honor a su nombre y lo tiró de panenca para meter a su selección en semifinales. Tercer momentazo del partido. África entera lloró la cruel eliminación de Ghana y deberá esperar, al menos, 4 años más para ver una selección del continente en semifinales de un mundial. El resultado final fue 1-1 y Uruguay se metió gracias a los penaltis en semifinales.
ARGENTINA - ALEMANIA:
Y llegó el que para mí era el plato fuerte de los cuartos de final (dejando a un lado mis colores y mis preferencias por España). Se enfrentaban entre sí dos de las selecciones que se habían mostrado más fuertes en todo el campeonato. Por un lado, Argentina, que contaba sus encuentros por victorias y por el otro, Alemania, que había practicado el mejor juego hasta ese momento del campeonato. Se trataba de un partido de poder a poder entre la selección con mayor número de individualidades (Argentina) y la selección con mejor bloque (Alemania). El partido se puso muy pronto de cara con el gol de Müller antes del minuto 5 aprovechando una falta lateral botada magistralmente por Schweinsteiger. Así, Alemania podía jugar a lo que más le gustaba (el contragolpe) el resto del partido. El resto de la primera parte fue un quiero y no puedo de Argentina, a la que sus individualidades no le bastaban para superar a una muy seria Alemania. Messi estaba demasiado atrás como para poder hacer verdadero daño. Siempre pareció estar más cerca el 0-2 que el empate, aunque tampoco Alemania gozó de oportunidades claras. De esta forma, se llegó con 0-1 al descanso.
La segunda parte fue más de lo mismo, pero Alemania acabó matando el partido con un segundo gol que hizo a Argentina bajar los brazos. Luego llegarían el tercero y el cuarto y la sensación de que Alemania había pasado por encima de Argentina. Lo cierto es que cuando dispone de espacios Alemania juega muy muy bien al fútbol. El resultado pone en entredicho a Maradona y su Argentina, a la que, a mi modo de ver, le faltó ser un equipo y no ser sólo un conjunto de muy buenas individualidades. El resultado final fue 0-4 y metió a Alemania en semifinales.
PARAGUAY - ESPAÑA:
Y llegó el día D. España llegaba a su tradicional muro infranqueable, pero lo hacía ante una selección que tampoco había superado nunca esa barrera (de hecho, Paraguay ya había batido su récord, puesto que jamás había alcanzado los cuartos de final). El partido fue tosco, duro y muy difícil para los españoles. No es que sufrieran demasiado defensivamente hablando, pero Paraguay tampoco les dejaba jugar con la alegría que nos tienen acostumbrados. La primera parte fue un quiero y no puedo de España ante la seriedad defensiva (pero sin encerrarse atrás) de los paraguayos y se llegó 0-0 al descanso.
La segunda parte fue muy parecida hasta que llegaron los 5 minutos locos: Piqué realizó un penalti inexplicable sobre Cardozo a la salida de un córner que hizo que a todos se nos aparecieran los fantasmas del pasado. Sin embargo, Iker (con la ayuda de Reina, como luego admitió) detuvo el penalti y nos volvió a dar vida. Por cierto, siendo rigurosos, el penalti debió ser mandado repetir por invasión del área. En la siguiente jugada, Villa fue derribado dentro del área y ahora era España la que tenía un penalti a favor. El jugador paraguayo, por cierto, debió ser expulsado por la acción. No lo lanzó el Guaje, que había fallado un penalti ante Chile, si no Xabi Alonso. Lo transformó, pero el colegiado mandó repetirlo por invasión (mucho menos clara que la anterior). A la segunda, Xabi cambió de lado y el portero lo paró, pero es que en la siguiente jugada hubo un penalti sobre Cesc aún más claro que el árbitro decidió obviar. Así las cosas, todo hacía indicar que nos iríamos a la prórroga, pero apareció Iniesta para fabricar un jugadón que entre Pedro, los palos (3 en la misma jugada) y Villa se encargaron de transformar. Era el minuto 83 y parecía cerca el sueño de mternos por primera vez en semifinales. Aún tuvo que aparecer Casillas para hacer un paradón (fruto de un primer errorcillo suyo, para ser totalmente sinceros) en una de las últimas jugadas de partido y volver a señalarse como "El santo". El resultado final fue 0-1 y España se clasificó por primera vez a semifinales de un mundial, igualando, al menos, su mejor clasificación de nunca (4º). Ahí esperaba Alemania.
Aquí está mi resumen sobre los cuartos de final. Mañana, comentarios sobre las semifinales:
Holanda - Uruguay
Alemania - España
¡AUPA OSASUNA!
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