domingo, 20 de septiembre de 2009

Vuelven las sensaciones del año pasado Osasuna-Sevilla: 0-2 Barcelona-Atlético: 5-2

Ya empezamos con situaciones como las del año pasado. Ya me estoy acostumbrando a ir al Sadar, irme con cara de tonto después de un partido infame de los rojillos, llegar a la bajera para ver al Barça, perderme el primer gol blaugrana y deleitarme con el juego del Barça.
En primer lugar, hablaremos del infame partido del sábado a las 20.00 en el Sadar. Veníamos mermados por las bajas en nuestros mejores puestos (los dos laterales y Nekounam). Para suplirles, dos chavales de la cantera (Oier en el lateral derecho y Rúper en el mediocentro) y un fichaje de lo más mediocre de los últimos años (Calleja). Con estas expectativas, era difícil prever algo positivo (aunque el Sevilla viniera con la baja de su estrella, Luis Fabiano). Si además, comparas un banquillo y otro, las sensaciones son todavía peores, y es que el Sevilla tenía en el banquillo a gente como Navas o Capel...
El partido empezó raro, con un árbitro que enseguida demostró que era malo, muy malo. Por lo demás, partido bronco y sin ocasiones por ninguno de los dos lados (salvo un cabezazo blando de Kanouté que Ricardo casi se come, y acabó dando en el larguero). Sólo quejas y más quejas: un posible penalti a Juanfran y otro a Pandiani. Así estaba el partido, hasta el momento que cambia el encuentro: Adriano se lleva el balón con la mano (yo lo vi clarísimo desde mi sitio y, lo que es peor, EL LINIER TUVO QUE VERLO TAMBIÉN) y pone un centro de la muerte que Negredo se encarga de aprovechar. Ya estamos otra vez, 0-1 y sin ninguna opción para remontar (según lo visto hasta ese momento). Así se llegó al descanso, sin nada más reseñable, salvo la pitada monumental al árbitro.
En la 2ª parte sí que salimos con alguna intención de meternos en el partido, pero sólo duró 15 minutos. En ese periodo, Pandiani gozó de 2 oportunidades (sobretodo 1, clarísima), pero no las aprovechamos. Después de esos minutos, el partido volvió a la situación anterior. Lo único que ocurrió de ahí al final fue el 2º gol, tras un fallo en cadena de la defensa entera (incluido Ricardo), que Kanouté se encargó de transformar en el 2-0. De esta forma, con más pena que gloria, llegamos al final del encuentro (final que yo, por cierto, no quise ni ver. Suficiente había tenido ya).
Cada vez se me hace más difícil creer en este equipo. Soy consciente de que esto no ha hecho más que comenzar y que hemos jugado dos encuentros en casa ante dos de los rivales más fuertes de la competición, pero lo peor de todo son las sensaciones que el equipo transmite (más bien, la falta de sensaciones). La verdad es que ya son bastantes años al filo de la navaja y este año tenemos peor plantilla que en años anteriore. Blanco y en botella, leche. De todas formas, continuaremos confiando en este equipo hasta el final (como siempre hemos hecho)...
Como digo, me fui del Sadar antes de que acabara y esto me permitió llegar a tiempo de ver el partido del Barça por completo. Sin embargo, ya lo he comentado, me perdí el primer gol del Barça, y es que me pilló haciendo mis necesidades (meando, vamos). La verdad es que la primera parte fue una exhibición del Barcelona, a pesar de que, como bien dijo Guardiola, en ningún momento llegó a tener el control del partido (especialmente, porque la defensa -incluyo también a Busquets- no tuvo su mejor día). Pero ofensivamente, fue una auténtica exhibición, un auténtico vendaval. Primero el golazo de Ibrahimovic, después el de Messi, el de Alves y el de Keyta tras un jugadón del argentino. 4-0, 40 minutos transcurridos y recuerdos del año pasado, en el que el Barcelona despachaba a sus rivales en media hora.
Ni siquiera el gol de Agüero justo antes del descanso (tras un grave fallo de Busquets y una demostración de que Chigrinski será un buen central, pero lo que no es es rápido) empañó una muy buena primera parte.
En la 2ª parte, el guión fue el mismo aunque el Barça bajó muchas revoluciones y no quiso hacer más daño. La sensación es que si hubiesen querido, habrían caído más goles. La 2ª parte casi sobró y sólo sirvió para que Forlán hiciese su golito y para que Messi redondeara la manita con un golazo (con la derecha, por cierto) tras un jugadón entre Iniesta y Alves.
Así pues, nueva victoria convincente del Barça (que se quedó sin liderato porque el Madrid fue todavía más convincente) y nueva demostración de poderío. Además, recuperamos a un nuevo efectivo: Márquez.
Recordemos que esta semana hay fútbol entre semana. El Barça viaja a Santander mientras que Osasuna viaja a Valladolid (que, por cierto, se nos da bastante mal). Les deseo muchísima suerte a los dos. Espero el miércoles poder hablar de una victoria blaugrana y el jueves de una rojilla.
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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