lunes, 28 de septiembre de 2009

Pleno al quince. Málaga-Barcelona: 0-2

Segundo partido fuera de casa en 4 días y nueva demostración de cómo se ha de controlar un encuentro. El hecho de que el Málaga no generara ninguna ocasión de gol en todo el encuentro, es la mejor señal de haber controlado perfectamente partido.

Sin embargo, el partido no fue el más brillante del Barça en los últimos tiempos. De hecho, me atrevería a decir que el Barça no jugó bien. Lo que ocurre con este Barça es que nos tiene mal acostumbrados a todos. Normalmente, juega al fútbol tan bien y de una manera tan vistosa que cuando hace un partido serio y sin alardes de calidad, parece que haya jugado mal, cuando en realidad no es así.

De todas formas, el partido no fue fácil, ni mucho menos. Desde el comienzo se vio que el Málaga no iba a permitir al Barça practicar su fútbol de combinación (aunque para ello tuviera que emplearse, en más de una ocasión, con armas poco reglamentarias). La verdad es que el Málaga comenzó bien, incisivo y presionando bien arriba, pero, obviamente, ese ritmo no podían aguantarlo todo el encuentro y si, como hicieron, no planteaban ninguna situación de peligro al Barça, era cuestión de tiempo que el Barça decantara el partido a su favor.

El Barça, poco a poco, se fue haciendo con el control del partido, pero no llegaba a tener ocasiones de gol. Y no las tenía porque el único de la delantera que inspiraba verdadero temor era Messi y el Málaga se encargaba de que no le llegaran balones con garantías. Aún así, en los dos únicos balones que le llegaron, hubo algo de peligro. En el primero uno de los típicos slaloms suyos acabó por una buena defensa de Wellington (sin embargo, empaño su labor en esa misma jugada al agredir con un pisotón al propio Messi: por lo tanto, penalti y expulsión no pitados). En el segundo, un balón recuperado en el centro del campo no llegó a controlarlo Henry por un pelo y, de carambola, a punto estuvo Pedro de meter el balón en la portería. En esa misma jugada, se lesionó Henry y fue lo que terminó de cambiar el partido.

Entró Zlatan por Henry y ahí terminó de variar el rumbo del partido. Ahora ya había dos jugadores peligrosos en la delantera del Barça. En la primera jugada, falló en el mano a mano con el portero por precipitarse a la hora de definir. Pero a la segunda no falló: un pase genial de Messi lo aprovechó para, otra vez (y ya van 4 seguidas), abrir el marcador. Los pupilos de As se quejan de un posible fuera de juego. Yo sólo les digo una cosa: coincidiremos todos en que de ser fuera de juego lo es por escasos milímetros y, por lo tanto, es lógico que el linier dude, y la norma dice que, en caso de duda, se debe dejar seguir jugando.

Tras este gol, el Málaga no tenía más remedio que echarse un poco hacia adelante y buscar el empate. Sin embargo, tampoco lo hizo y continuó igual. Así, el Barça siguió sobando el balón y dominando el control del partido. Así transcurrió el partido hasta que un nuevo infortunio provocó que el partido volviera a cambiar. La lesión de Chigrinski hizo que Guardiola tuviera que recurrir a Piqué y, nada más salir, marcó tras una falta botada por Xavi. Debo decir que el gol no debió subir al marcador por empujón previo de Touré, pero bueno, tampoco se van a equivocar siempre en nuestra contra. No sólo hizo eso Piqué, sino que también le dio tiempo a fallar otra ocasión clarísima y a ser agredido, otra vez por Wellington.

Pocom más se puede decir del partido. Lo mejor es el pleno al quince conseguido y la gran sensación de seguridad que transmite el equipo. Además, continuamos sin necesidad de forzar a Iniesta, mejor, lo necesitaremos más adelante!!! Lo peor fueron las lesiones: 3 semanas para Chigrinski (de momento, bastante blufff) y 1 semana para Henry.

Hoy toca el Dinamo de Kiev en Champions. Hay que ganar para seguir caminando hacia el primer puesto...

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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