domingo, 11 de marzo de 2012

Parece que nos toca sufrir siempre. Barcelona - Real Sociedad: 2-1

Tras la decepción que vivimos en la jornada anterior (en la que prácticamente dijimos adiós al campeonato liguero), en esta jornada recibíamos a la Real Sociedad en lo que debía ser un partido para recuperar sensaciones, dada la entidad del rival y dado el extraordinario nivel que habíamos estado exhibiendo en los partidos en el Camp Nou a lo largo de toda la temporada (aunque ya en el último partido en casa, ante el Betis, habíamos sufrido para lograr la victoria). Sin embargo, volvimos a dar muestras de no estar en nuestro mejor momento de la temporada y esto se hace más evidente en nuestra gran estrella, Messi, y la dificultad con la que parece estar viendo puerta en las últimas jornadas.

Y eso que el partido comenzó de la mejor manera posible en partidos como este: con un gol en los primeros minutos. Eso sí, ya antes del gol hubo tiempo para dos ocasiones clarísimas (una para cada equipo): la del Barça en las botas de Messi (la primera de las muchas que falló en este partido) y la de la Real en las de Ifrán, ambas atajadas con sendos paradones de Valdés y Bravo. El gol, finalmente, llegó en el minuto 8: obra de Tello tras una asistencia excepcional de Messi. Ese gol debía haber encarrilado el partido para el Barça, y más habiéndolo conseguido tan pronto. Sin embargo, el Barça continuó en la línea de los últimos encuentros y no consiguió cerrar el partido. Messi tuvo muchísimas ocasiones a lo largo de todo el partido, pero como viene ocurriendo en las últimas fechas, no tuvo su mejor día. No sólo él tuvo ocasiones, y Bravo acabó convirtiéndose en el mejor jugador realista. Messi en el 17, Thiago en el 19, Cesc en el 26 y Alves en el 43 tuvieron las ocasiones más claras en la primera mitad. Sin embargo, ninguno logró acertar y al descanso llegamos con el escueto 1-0.

La segunda mitad comenzó con un susto para nuestros intereses: Valdés respondió a las mil maravillas en un mano a mano con Griezmann. El francés, por cierto, se había llevado el balón claramente con el brazo, pero ni el linier ni el árbitro señalaron nada. Esa jugada demostraba que el partido no estaba ni mucho menos cerrado y que en cualquier momento podíamos decir adiós de manera definitiva a la liga. Así, el Barça se volvió a poner manos a la obra y pasó a dominar de cabo a rabo el partido. Messi tuvo un par de ocasiones clarísimas y Alves sacó sin querer en la propia raya de gol un balón que era un tanto clarísimo de Tello. Pero tanto fue el cántaro a la fuente que, al final, en un fallo en la salida de Bravo, Messi acabó acertando a perforar la meta rival para hacer el 2-0 que supuestamente mataba el partido. Pero tampoco fue así, ya que sólo 2 minutos después un fallo en la salida de balón de Alves, se convirtió en una contra inmediata de la Real y en el gol de Vela que volvía a meter a los donostiarras en el encuentro. Todavía quedaban más de 15 minutos de partido. 15 minutos que, aunque tampoco nos crearon excesivo peligro, fueron de incertidumbre porque un gol era un duro golpe y no podíamos recibirlo. No debemos permitirnos estos sufrimientos. Al final, el resultado se mantuvo hasta el final: 2-1.

Mantenemos, al menos, los 7 puntos de desventaja ante un Madrid al que no parecen intuirsele fisuras. Nosotros no podemos si no mantener el ritmo que marca el Madrid y esperar a que bajen algo el pistón para tratar de acercarnos algo en la tabla. De momento, ahora toca volver a pensar en la copa del rey y sellar nuestro pase a la final. El fin de semana próximo, por cierto, llega el partido más esperado para mí: Osasuna - Barcelona. Esperemos que se dejen media liga en Pamplona. Buena señal sería...

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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