miércoles, 9 de febrero de 2011

No arrancamos y no paramos. Osasuna - Mallorca: 1-1 Barcelona - Atlético: 3-0

Tras la gran jornada anterior y tras una semana marcada por la confirmación de que la gran final de la copa del Rey será un apasionante Barça - Madrid, este sábado asistimos a una nueva intensa jornada de liga: primero Osasuna en el Sadar y luego el Barça recibía al Atlético.

Osasuna jugaba a las 18.00 su segundo partido consecutivo en casa. Venía con el subidón de moral de haber sido capaz de ganar al Madrid y con la intención de encadenar la segunda victoria consecutiva para ver un poco más de lejos los puestos de descenso. Pero, como dijo Camacho en la rueda de prensa posterior al encuentro, perdimos una ocasión de oro.

Y eso que el encuentro comenzó de la mejor manera posible. A los 8 minutos de juego, en el primer acercamiento rojillo al área del Mallorca, nos pusimos por delante: falta bien botada por Puñal, cabezazo de Aranda, Aouate que falla en el despeje y deja el balón suelto en el área pequeña para que Flaño lo empuje a la red a placer. Sin haber hecho nada para merecerlo (tampoco nada para desmerecerlo), nos encontramos con el primero de la tarde y parecía que podíamos encarrilar el encuentro. La primera parte continuó con la sensación en el ambiente de que, sin hacer nada del otro mundo, Osasuna tenía bastante controlado el encuentro. Ambos equipos tenían ocasiones, pero nada especialmente destacable. Así hasta que a 5 minutos del final de la primera mitad, una buena jugada de Pereyra por la izquierda y un despiste de la defensa osasunista permitieron a Castro empatar el encuentro. Buen remate y buen gol, eso sí. Aún antes del final de esta primera parte, Osasuna pudo hacer el segundo en una doble ocasión de Pandiani: primero su remate se estrella en el larguero y el segundo lo tira fuera con todo a placer. Esa ocasión marcó el devenir del encuentro. De haberla aprovechado, creo que hubiésemos ganado el partido. Pero no lo hicimos, y con 1-1 se llegó al descanso.

En la segunda parte el ritmo de partido bajó mucho y apenas hubo ocasiones para ninguno de los dos equipos. Camacho dio entrada a Calleja y Vadocz por Soriano y Coro y en los minutos finales a Lekic por Aranda. No se puede decir que fueran revulsivos, ni mucho menos. El único que buscó el gol en esta segunda parte fue Pandiani, pero sin suerte, como en las últimas semanas. La ocasión más clara de esta segunda parte llegó en los minutos finales en un disparo del Rifle que sacó bien Aouate y al que no llegó a remachar a puerta vacía Lekic por milímetros. Tras una segunda parte bastante poco vistosa, llegamos al final del partido con 1-1 y un punto para cada equipo. No es un buen resultado (y menos con los resultados del resto de equipos implicados en la lucha por el descenso), pero al menos no perdimos. Futbolísticamente, tal vez merecimos mejor suerte, pero desde luego no jugamos nada bien.

2 horas más tarde del final del encuentro, jugaba el Barça en abierto por la Sexta ante el Atlético en el Camp Nou. Como ya he venido diciendo en los últimos posts, se trataba de un posible partido trampa por la paupérrima situación en la que llegaba el Atlético y la sensación de euforia que se respiraba en el ambiente tras dejar al Madrid a 7 puntos de distancia. Gracias a Dios, Guardiola y Messi no entienden de relajación y solventaron un nuevo encuentro con un resultado cómodo. Con esta, ya son 16 victorias consecutivas en liga, con lo que superamos un récord que databa desde la época del Madrid de Di Stefano. A pesar del resultado, Guardiola tiene razón en que el juego no fue el óptimo y que se debe mejorar para poder hacer frente a los duros partidos que se avecinan en el futuro (Arsenal en el futuro más inmediato)

No necesitó el Barça forzar la maquinaria. Sin hacer uno de sus mejores partidos manejó el encuentro a su antojo y lo solventó con relativa comodidad. 17 minutos tardó en acercarse con peligro por primera vez a la portería de De Gea y en esa primera ocasión logró el primer gol del encuentro: jugadón típico de Messi marchándose de 4 rivales y tiro desde la frontal lejos del alcance del portero rojiblanco. Tras ese gol, el Barça tuvo dos nuevas buenas ocasiones en los pies de Messi y Pedro, pero el gol acabó llegando en una buena jugada combinativa del Barça culminada, con un poco de suerte, por el argentino. De ahí al final de la primera parte sólo una ocasión de Villa y una entrada criminal de Alves a Agüero. Mereció ser expulsado el lateral brasileño. Por cierto, en esta jugada se anuló correctamente un gol al Atlético porque sacaron la falta sin el consentimiento del árbitro. La norma dice que cuando el árbitro ha sacado tarjeta, SIEMPRE hay que esperar a que el colegiado te dé la señal para reanudar el juego.

En el comienzo de la segunda parte hubo una jugada que bien pudo haber cambiado el sino del encuentro: Piqué despejó sobre la misma línea de gol con la cabeza un remate a bocajarro de Filipe Luis. Tal vez, de haberse puesto con 2-1, el Atlético se hubiese metido en el encuentro. Pero no lo hizo. Tampoco el Barça llegó con mucho peligro a la portería de De Gea (sólo un par de acercamientos de Messi y uno de Pedro), pero acabó encontrándose el tercero tras aprovechar Messi un rechace de De Gea en un mano a mano con Villa y gracias a la candidez defensiva de Godín. De ahí al final una única ocasión de Godín a la salida de un córner, pero no hubo tiempo para más. Nueva victoria holgada del Barça (esta vez, 3-0) y 3 goles más para el argentino que, a este paso, junto a Cristiano, va a batir todos los registros goleadores habidos y por haber.

No se puede hablar de una mala jornada de sábado, pero ese empate con sensación de haber podido sacar algo más de Osasuna, hace que me quede con un sabor agridulce. De ahí el título: no arrancamos (Osasuna no termina de arrancar y salir de ahí abajo) y no paramos (el Barça sigue con su racha triunfal y ya son 16 victorias consecutivas). De todas formas, Osasuna sigue fuera de los puestos de descenso y el Barça mantiene la ventaja de 7 puntos con el Madrid. Y queda una jornada menos para cumplir los objetivos. El fin de semana que viene juegan los dos fuera de casa: el Barça el sábado en Gijón ante el Sporting y el domingo Osasuna en San Sebastián ante la Real Sociedad. Me hubiese gustado poder viajar a Donosti a ver a Osasuna, pero nos quedamos sin entradas por ir demasiado tarde. Ninguno de los dos compromisos será fácil, así que les deseo la mejor de las suertes desde aquí. Suerte para el Barça para que sea capaz de continuar con su racha y suerte para Osasuna para que sea capaz de romper su racha fuera de casa y gane, por fin, su primer partido.

Por fin, tras mucho tiempo sin lograrlo, por fin me he puesto al día en lo que a escribir sobre los diferentes encuentros se refiere. Aún tengo varios posts pendientes (un par sobre fútbol y varios sobre series), pero espero, al menos, no perder este ritmo y seguir al día y, poco a poco, ir quitándome de en medio los posts pendientes. A ver si lo logro!

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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