Demostración de poderío. Barcelona - Inter: 2-0

Llegaba el barcelonismo (y, en este caso, yo incluido) con la sensación de que la semana iba a ser un desastre: primero el Inter y luego el Madrid era demasiado para un equipo mermado por las bajas (Messi y Zlatan son muy importantes). La verdad es que siempre nos hemos caracterizado (hablo de los culés) por un pesimismo, en la mayoría de los casos, desmedido. El más confiado de todos era Guardiola y eso es importante: si Guardiola confia no hay porque temer nada.

En realidad, las bajas de Messi y Zlatan hacían más daño en el ámbito psicológico que otra cosa, y, tal vez por eso, Pep decidió convocarlos. Aunque sólo fuera para asustar.

El equipo, sin embargo, respondió aun con esas dos bajas y se marcó una de las mejores primeras partes de esta temporada. La pena es que me perdí esa primera parte y sólo pude ver parte de la segunda. Tenía un compromiso con mi equipo de futbito.

Como suele ocurrir con los grandes partidos, el encuentro se desatascó en una jugada a balón parado. Otra vez, la pizarra volvió a funcionar a las mil maravillas: córner que peina Henry en el primer palo y Piqué manda a la red en el segundo a pesar de ser víctima de un clamoroso penalti. Lo cierto es que el Barça había salido muy fuerte y ya antes del primer gol se había acercado con peligro. El Inter no lograba salir con criterio de su propio campo y el partido era un monólogo del Barça: un monólogo de Xavi e Iniesta (partidazo de los 2 locos bajitos). Así, tras una combinación espectacular que demuestra bien a las claras cómo juega este Barça, Pedro remachó a la red (con cierta colaboración de Julio César) un centro perfecto de Alves. Era el minuto 30 y el Barça había logrado su objetivo: ganar, convencer y disipar cualquier tipo de dudas.

La segunda parte fue muy distinta: el Barça bajó mucho el ritmo (como reservándose) y el Inter continuó impotente, viendo como no era capaz de generar ocasiones claras. Sólo hubo una ocasión clara de gol: un cabezazo de Xavi al que Julio César respondió con un verdadero paradón. No hizo falta sacar a Messi ni a Zlatan ni un minuto, lo cual es buena señal de cara al partido del sábado ante el Madrid... pero esa será otra historia.

Este resultado, unido al empate del Rubin y el Dinamo, hace que el Barça dependa de sí mismo para ser primero de grupo. De hecho, le podría llegar a valer incluso la derrota en Kiev para pasar como primero. Estas son las posibilidades desde el punto de vista del Barça:

• Ganando es primero siempre.
• Empatando pasa siempre: como primero de grupo si Inter y Rubin empatan o si gana el Inter y como segundo en caso contrario.
• Perdiendo por 1 gol de diferencia pasa también siempre: como primero de grupo si Inter y Rubin empatan y como segundo en caso contrario.
• Perdiendo por 2 o + goles de diferencia sólo pasaría (y como segundo) en caso de que Inter y Rubin empaten.

Es decir, muchas posibilidades de pasar. Sin embargo, como bien dice Guardiola, no hay que confiarse y hay que salir a jugar (y a ganar) como siempre...

Pero para esto todavía restan 3 partidos de liga en los que se verá de verdad hacia dónde vamos (Madrid en casa y Xerez y Depor fuera). De momento, el sábado el clásico. Esperemos que Messi y Zlatan lleguen a tiempo...

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!