Llegan los problemas y llegan en el peor momento de la temporada posible: en puertas de las dos primeras finales de la campaña (ante Inter y Real Madrid, en el Camp Nou).Tres son los problemas que sufrimos en esta jornada: la lesión de Zlatan (previa al partido), la lesión de Messi (en el transcurro del partido) y el empate y la pérdida de liderato justo la jornada anterior a recibir al Madrid. La pérdida del liderato es lo de menos, pero las lesiones sí que nos pueden lastrar y más con una plantilla tan corta como la que tenemos este año.
En lo referente al partido, el Barça volvió a hacer un partido sobrio, pero le faltó lo mismo que el día ante Osasuna, concretar las ocasiones y cerrar el partido definitivamente.
El Barça salió bien y enseguida gozó de ocasiones más que claras para adelantarse en el marcador (sobre todo, un mano a mano de Messi, que no acertó). Sin embargo, no lo hizo y hubo que esperar hasta el segundo tiempo para abrir la lata. Eso sí, tampoco le crearon ocasiones de gol. La primera parte fue como vienen siendo los partidos del Barça fuera de casa últimamente: mucho control de balón, mucha posesión, ninguna o muy pocas ocasiones recibidas, pero pocas ocasiones de gol generadas.
La segunda parte transcurría igual, lo que ocurre es que el Barça aprovechó una de sus ocasiones, tras un pase excepcional de Xavi al hueco y un no menos excepcional remate de Dani Alves (aunque les pese a muchos, el mejor lateral derecho del mundo, con diferencia) y logró adelantarse, por fin, en el marcador.
Sin embargo, y esto no se puede permitir, el equipo se relajó y se creyó que ya estaba todo hecho, permitiendo que el Athletic (y la catedral) resurgiera y se metiera en el partido. Este hecho, unido a la salida de Toquero (un auténtico incordio para cualquier defensa), propició que el Athletic empatara el encuentro, cuando, en realidad, no lo había merecido. De ahí al final, nada por parte de ninguno de los dos equipos. El Athletic se conformó con el empate y el Barça lo intentó, aunque sin llegar a generar peligro real.
Esto fue debido, en parte, a la lesión y el cambio obligado de Messi. Esto sí que es un problema, aunque se hable de que puede llegar incluso al partido del martes ante el Inter (ya avanzo que no fue así, jeje). Total, 1-1, empate que no es malo ni bueno (veremos a final de temporada) y a pensar en los dos próximos partidos. Repito: importantísimos!!!
Han cambiado las tornas para el partido del sábado: de ser favoritos y el Madrid venir sin su estrella, Ronaldo, a ya no serlo tanto y, probablemente, no poder contar sin nuestros dos jugadores más desequilibrantes, Messi y Zlatan, mientras que el Madrid recupera a Ronaldo... El fútbol da muchas vueltas y, tal vez, el jueves esto vuelve a girar 360º.
Mucha suerte para los dos partidos.
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!
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