Jornada casi perfecta la de anteayer para mis intereses. Y no es perfecta porque ni el Madrid (como rival del Barça), ni los equipos metidos en la pelea para evitar el descenso pincharon (al menos, no lo suficiente).Anteayer viví 2 victorias y 2 formas de ganar radicalmente distintas, pero cada una con su sabor especial...
Osasuna se jugaba la vida a las 17.00 en el Sadar ante el colista, el Espanyol. La verdad es que el Espanyol también se jugaba la vida, pero no lo parecía... No entiendo como un equipo metido en el pozo de la 1ª división, sale a un campo como el Sadar (que, reconozcámoslo, no es el Bernabéu) a intentar mantener un empate que, a mi opinión, no les debía valer para conformarse. Pero bueno, ellos sabrán...
Dice Pochettino que el Espanyol fue el único que jugó al fútbol en el Sadar. Habrá visto otro partido, porque si no, no me lo explico. Ninguno de los dos equipos jugó a nada parecido a fútbol. Pero Osasuna le puso más ganas y, en parte gracias a eso, consiguió una victoria tremendamente importante...
El partido fue soporífero, la verdad, sin ocasiones de gol por ningún lado, ni manejo de balón en el centro del campo, ni nada de nada... Era el típico partido de 0-0, en el que los dos equipos merecerían perder. Así, hasta el grandioso minuto 92: Falta lateral favorable a Osasuna, la bota Masoud y no la levanta dos palmos del suelo. Por suerte, el balón le vuelve al iraní, quien fuerza otra falta. Esta vez, es Puñal quien toma los galones y pone un centro maravilloso al 2º palo, donde Nekounam entra solo y hace que el estadio se venga abajo y, a la vez, nos insufla de esperanza a todos los rojillos...
Cada vez está más claro que lo mejor que tenemos son los laterales (este año, especialmente, Azpilicueta). Así que recemos por que la lesión de Monreal se quede en un susto...
Sin embargo, cada vez jugamos peor al fútbol. Eso sí, antes perdíamos jugando mejor. Ahora ganamos (o empatamos) jugando mal. Oye, así hasta el final...
Ahora, viajamos al Calderón y recibimos después al Athletic. No confío en sacar nada positivo ante el Atlético, por lo que el partido contra el Bilbao volverá a ser una finalísima...
La sensación que me embargó fue una tremenda alegría. Sólo un gol (de Osasuna) ha supuesto para mí mayor alegría que la del domingo: El gol de Aloisi que empataba, momentáneamente, la única final de la Copa del Rey que hemos disputado.
El Barça jugaba a las 19.00 con la presión de saber que el Madrid se había puesto a 3 puntos venciendo al Almería. Pero el partido que nos regalaron (mejor dicho, los primeros 60 minutos) fue verdaderamente primoroso, para grabarlo en vídeo y enseñar a los chavales que estén aprendiendo cómo se debe jugar a esto del fútbol...
Hubo de todo: manejo de balón, ocasiones, primer toque, cambios de banda, jugadores desequlibrantes... Vamos, todo lo que no había visto 2 horas antes en el Sadar. Eso sí, todo lo puso el Barça. El Málaga no se pareció al equipo revelación que está deslumbrando a todos. Esperamos que vuelva a parecerse en la próxima jornada...
Además, se nota que nuestros jugadores van recuperando el tono físico y mental que durante casi un mes parecían perdidos. Notable mejoría de Alves, Xavi, Márquez, Henry, etc...
Nuevamente, tuve la sensación (ya la tuve, si no recuerdo mal, en el partido ante el Valencia) de que los jugadores en el campo estaban viendo las mismas jugadas que veía yo por televisión. Eso tiene mucho mérito, no es nada fácil prever a ras de césped movimientos que muchos no podrían preverlos ni desde la distancia. Un especialista en esto es Iniesta (para mí, junto a Messi y Robben, uno de los 3 jugadores más desequilibrantes de la liga). El pase que le da a Alves en el 5º gol es increíble.
Me gusta que el Barça haya recuperado ese hambre de victorias que resultará imprescindible para intentar abordar la imposible (nadie lo ha logrado en la historia de la liga) triple corona en este fin de temporada. Que sigan así hasta final de temporada...
No me gustan las lesiones sufridas (sobretodo, la de Iniesta), aunque parece que estarán 2 semanas de baja (tanto Touré como Iniesta), que son, precisamente, las que restan para la próxima jornada. Así que no han venido en mal momento las lesiones. Mejor ahora que luego...
De momento, el objetivo debe ser ganar las 3 próximas jornadas ante equipos, en principio, asequibles (Valladolid y Getafe, fuera; y Recreativo, en casa) y, al mismo tiempo, intentar el paso a los cuartos de la Champions. Dos objetivos que no serán nada fáciles, por cierto. De este modo, nos plantaríamos a 7 jornadas del final con 2 partidos, al menos, de ventaja sobre el Madrid. Después, vendría el Everest, pero eso queda muuuuuy lejos...
La sensación que me embargó viendo al Barça fue de confianza y seguridad. He de decir que todavía estaba recuperándome de la alegría de la victoria de Osasuna, así que estaba medio zombi...
Por cierto, gracias a estas dos victorias (y a las de Villarreal y Madrid) ganamos una apuesta cuando estábamos al borde de la quiebra, así que una alegría más...
Nada más por hoy,
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!
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