domingo, 20 de marzo de 2011

Un estreno plácido y un buen susto. Osasuna - Espanyol: 4-0 Barcelona - Athletic: 2-1

No pudo ser más plácido el estreno de Mendilibar en el banquillo de Osasuna. El equipo volvió a ganar en casa y lo hizo de manera contundente: 4-0. El rival, el Espanyol, no era el rival más asequible para un estreno, pero el equipo volvió a demostrar que este año en casa el nivel es el que se tiene que tener. Lo que está claro es que los jugadores le "han hecho la cama" a Camacho, porque el aumento en agresividad fue más que significativo. Eso sí, Mendilibar ha demostrado en un solo partido que algo hacía mal Camacho en las jugadas a balón parado: los 3 primeros goles llegaron tras sendas jugadas a balón parado.

El partido comenzó bastante bien: a los 13 minutos, un centro excelentemente lanzado por Calleja lo cabeceó a la red Nekounam. El ex del Málaga fue la principal novedad del nuevo entrenador y fue una de las claves del encuentro con sus excelentes centros laterales. El Espanyol sólo logró crear peligro en una ocasión: con un disparo lejano de Sergio García que entre Ricardo y el larguero lograron despejar. Es cierto que era el Espanyol el que dominaba la posesión del encuentro (40-60% se llegó al descanso), pero también es cierto que daba la sensación de que el partido se jugaba como Osasuna quería. De hecho, Osasuna seguía creando peligro (sobre todo a balón parado), aunque al descanso se llegó con ese 1-0.

La segunda parte comenzó de manera muy similar a la primera: a los 10 minutos Nekounam transformó un infantil penalti por manos de Duscher a la salida de otro córner. Ese gol dio tranquilidad al equipo y a nosotros los aficionados. De hecho, por momentos se vieron jugadas de verdadero nivel por parte de Osasuna. Gartxi, Pachi y yo llegamos a comentar que parecíamos el Barça (de manera irónica, claro). Los minutos continuaron transcurriendo sin ningún tipo de sobresalto en ninguna de las dos áreas hasta que Lolo hizo el tercero a la salida de un nuevo córner a 10 minutos del final. Aún hubo tiempo para que Soriano hiciese el cuarto antes del final.

Al final, 4-0. Un resultado igual un tanto exagerado, pero una victoria totalmente justa de Osasuna. La clave: que volvimos a ser efectivos en los balones parados (tanto en defensa como en ataque), algo que parecía haberse perdido con Camacho.

Dos horas después del final del partido de Osasuna comenzaba el encuentro del Barça en el Camp Nou ante el Athletic en casa. No nos podíamos permitir pinchar ya que el Madrid había cumplido y se había colocado virtualmente a solamente 2 puntos. Enfrente un Athletic que ya nos había puestos las cosas muy difíciles en el partido de la primera vuelta y en la eliminatoria de octavos de final de copa del rey.

El partido comenzó de la mejor manera posible: con un gol en la primera ocasión del encuentro. En el minuto 3, internada de Alves por la banda derecha y su centro lo remata a la red Villa para hacer el primero. El Barça había salido como acostumbra: muy fuerte. Mantenía encerrado al Athletic en su propia área, pero el conjunto bilbaíno parecía encontrarse relativamente cómodo (todo lo cómodo que se puede estar en una situación así) e incluso se atrevía a crear peligro en sus esporádicas salidas a la contra. Llorente, que se marcó un partidazo, trajo toda la noche por la calle de la amargura a Piqué y se marcó un jugadón que a punto estuvo de suponer el empate, pero Susaeta no supo aprovecharlo. El Barça, por su parte, respondió con un disparo al palo de Villa. Poco antes del descanso, Pinto (que sustituía al lesionado Valdés) quiso hacer callar a sus críticos con un paradón a un cabezazo de Llorente. Con ese 1-0 se llegó al descanso. El Barça dominaba el encuentro, pero el Athletic también tenía sus ocasiones.

La segunda manera comenzó de manera totalmente opuesta a la primera: un despiste de Busquets terminó en penalti sobre Llorente que Iraola se encargó de transformar. Ese 1-1 ponía la lucha del título de liga en un puño (el Madrid se colocaría a 3 puntos) y muchos nervios en todos los aficionados culés. Sin embargo, el Barça mantuvo la compostura y siguió con su particular rodillo para intentar hacer el segundo. Sin embargo, ni Pedro ni Villa ni Messi acertaban y los minutos seguían transcurriendo. Además, el árbitro tampoco colaboraba y se comió un clamoroso penalti de Javi Martínez sobre Messi (tras jugadón del argentino, por cierto). Así estaba el encuentro hasta que en el minuto 77 Xavi encontró de nuevo a Alves en banda derecha y el centro del brasileño lo mandó a la red Messi para mi tranquilidad. El Barça encontró premio a su insistencia. De ahí al final, no tuvimos ningún sobresalto e incluso Iraizoz salvó a su equipo del tercero en varias ocasiones.

Al final, victoria trabajada pero justísima del Barça que permite mantener la ventaja de 5 puntos con el Real Madrid. Lo cierto es que de haber vuelto a pinchar se hubiese podido considerar que habíamos entrado en una pequeña crisis tras el empate en Gijón y la derrota en Londres ante el Arsenal.

Así pues, excelente jornada de domingo con dos victorias que permiten, por un lado, a Osasuna volver a salir de los puestos de descenso y, por otro, al Barça mantener la ventaja con el Madrid. Ahora ambos equipos tienen una semana de descanso por delante (la primera en mucho tiempo para el Barça) ya que la próxima jornada es el próximo fin de semana: el Barça viaja a Mallorca y Osasuna juega en Valencia ante el Levante. Mucha suerte desde aquí a ambos...

¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!

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