
A los 11 minutos, tras unos minutos de puro tanteo en el césped y marcados por la nueva lesión de Piqué, entre los dos se inventaron el primer gol con una combinación de fábula entre ellos: Leo para Andrés, Andrés se la devuelve a Leo entre 3 defensas y Leo regatea al portero y hace el primero. Parece fácil cuando lo ves, pero no sabemos lo difícil que es combinar tan bien como lo hacen ellos en tan poco espacio. Poco después, a punto estuvo el argentino de hacer el segundo, pero se le marchó alto. A los 23 minutos, llegó el primer acercamiento del Racing con un disparo de Koné blando que detuvo sin problemas Víctor Valdés. Sólo un minuto después llegaría el segundo del Barça: buena jugada de Pedro por banda izquierda y su centro lo remata de cabeza Xavi libre de marca en el área pequeña. Puyol, Villa o Messi pudieron hacer más goles antes del descanso, pero al intermedio se llegó con este 2-0 únicamente.
La vida siguió igual en la segunda parte: el Barça monipolizaba la posesión, por lo que no pasaba ningún apuro atrás. El árbitro se tragó un claro penalti a Messi, pero no pasa nada porque justo un minuto después el argentino hace su segundo gol tras una jugada espectacular de Iniesta: se va de sus rivales con una delicatesen con la escuela y la cruza lejos del alcance del portero, pero el balón golpea en el poste y es Messi quien hace finalmente el gol. Un gol que se merecía el manchego. Esto fue en el minuto 67, y de ahí al final del partido, poca historia. Messi rondó el tercero pero no lo encontró y Abidal se quiso lucir con una chilena que hizo esforzarse a Toño.
Al final, 3-0 y a otra cosa, mariposa. Seguimos líderes y ahora toca certificar prácticamente la clasificación en Champions con el, a priori fácil, encuentro ante el Viktoria Plzen en el Camp Nou. La semana que viene, nuevamente en casa ante el siempre rocoso Sevilla. Pero, de momento, a pensar únicamente en el encuentro ante el Viktoria para prácticamente cerrar la clasificación a octavos.
¡AUPA OSASUNA! y ¡VISCA EL BARÇA!