
Recordemos que la séptima temporada había comenzado con la aparición de una chica supuestamente embarazada de Nathan. Esto está a punto de costarle su carrera en el baloncesto, pero con el apoyo de su mujer, Haley, y de su manager y amigo, Clay (a pesar de que en un momento llegan a dejar de trabajar juntos) y con la inestimable ayuda de su padre, Dan, (quien sonsaca la verdad a la chica en directo en su programa), el problema es solucionado y Nathan puede continuar con su carrera baloncestística en la NBA (como curiosidad, está a punto de fichar por el Barcelona, jeje). No es éste el único problema que debe afrontar la familia, ya que la madre de Haley reaparece para comunicarles a ella y a sus hermanas que se está muriendo. De hecho, se muere y Haley a punto está de volverse loca y suicidarse debido a la depresión. En el último capítulo, parece que Haley se da cuenta de que efectivamente tiene razones por las que vivir y se le ve recuperada. Por cierto, parece que van en busca de un hermanito para Jamie.
Como intuí en su día, Clay y Quinn, la hermana de Haley, comienzan una relación. Al principio es sólo de amistad ya que Quinn tiene todo el tema de su aún marido y Clay parece no olvidar a su ex-esposa, Sara. Todo termina por clarificarse y Quinn consigue hacer ver a su marido que ya no está enamorada de él y nos enteramos de que Clay nunca ha olvidado a Sara (y nunca lo hará, murió repentinamente en sus brazos), pero eso no implica que no pueda querer a otras personas. La relación se vuelve más seria con el paso de los capítulos (incluso deciden vivir juntos), pero aparece un problema: aparece una chica idéntica a Sara que resulta ser una trastornada y se enamora de Clay. Al final, cuando Clay la rechaza, ella les dispara. Así termina la temporada, con Clay y Quinn desangrándose en el suelo de su propia casa. Veremos qué ocurre con ellos...
Respecto a Brooke y Julian, su relación se rompe enseguida por los celos de Brooke y la intromisión de Alex, la nueva imagen de Clothes Over Bros. De hecho, Julian salva a Alex del suicidio y decide contratarla como actriz para su película. Al final, Alex se termina por dar cuenta que Julian no la quiere y nunca la querrá y todo termina arreglándose entre la pareja. De hecho, la temporada acaba con la petición de matrimonio de Julian a Brooke y el sí de ella. Respecto a los trabajos, el tiempo que están separados (ya digo, casi toda la temporada), ambos se centran en su empresa y en su película, respectivamente, y todo termina por salir adelante bien (no sin problemas, claro). En esta temporada también nos enteramos que Brooke tiene un problema y no puede tener hijos.
En cuanto al resto de personajes: Millicent cambia y se convierte en una persona distinta al hacerse modelo y su relación con Mouth se resiente y acaban dejándolo. De hecho, Millicent comienza a coquetear con las drogas y acaba teniendo que visitar un centro de desintoxicación. En cuanto a Skills y la profesora de Jamie, su relación termina ya que Skills se va a trabajar a otra ciudad. Un tiempo después, nace la chispa entre Mouth y la profesora, juesto en el momento que regresa Skills con la intención de recuperarla. Al final, todo se arregla y parece que mouth y la profesora continuarán con su relación. Alex, aunque en principio es una arpía que no cae bien a nadie, acaba llevándose más o menos bien con todos y comienza una relación con Chase, el barman y ex-novio de Mia.
A ver qué tal con la octava temporada (empieza en algo más de un mes). De momento, creo que la serie ha recuperado, en parte, el nivel perdido en las temporadas 5 y 6 (sigo creyendo que lo mejor hubiese sido dar por cerrada la serie al final de la 4ª).
¡AUPA OSASUNA!
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